Cuando era más joven y pensaba en ser padre, tenía una visión mucho más simplificada de lo que eso significaría en la realidad. Si avanzamos hasta los tiempos actuales, me he dado cuenta de que la paternidad es un trabajo muy complejo, lleno de muchas responsabilidades; quizás la más importante que tenemos es atender adecuadamente las necesidades emocionales de nuestros hijos.
Los niños nacen en el mundo indefensos y dependientes de nosotros. Sus primeros instintos son buscar seguridad, consuelo, amor y, por supuesto, comida. Incluso su necesidad de comida es una necesidad emocional basada en su deseo de seguridad y comodidad, todo lo cual depende de nosotros.
Dependiendo de cómo abordemos estas necesidades a medida que nuestro hijo pasa de ser un bebé a un niño pequeño, de un niño pequeño a un niño, y de un niño a un adolescente, hará que nuestro hijo se convierta en algo bueno o malo. Su salud mental y su inteligencia emocional están en nuestras manos. Sé que suena muy desalentador, pero es mejor afrontar la realidad y reconocer la importancia de nuestro papel en la vida de nuestros hijos. A continuación, he enumerado las 6 necesidades emocionales de un niño que influyen en su salud mental.
Atención
Cuando tu hijo te ruega que le mires, que le hables, que le reconozcas constantemente… puede ser estresante. Sin embargo, es importante darse cuenta de que no lo hace para molestar o manipular. Lo hacen porque NECESITAN tu atención. La atención que les das es lo que les ayuda a construir su imagen de sí mismos, y les ayuda a vincularse contigo.
Comprensión
Tu hijo necesita saber que le entiendes para aprender a confiar en ti. Si les comprendes, puedes ayudarles en sus dificultades y ayudarles a aprender a superar los obstáculos. Sin embargo, si les cierras las puertas cuando intentan hablar contigo, van a sentir que no les entiendes y dejarán de sentir que pueden apoyarse en ti.
Estructura
Si creció en una familia estricta, puede ser tentador ser un padre más permisivo. Y aunque no es necesario que seas súper estricto como tu familia, un poco de estructura es necesaria. La estructura muestra a los niños cuáles son sus límites. Define los límites que tienen y les da reglas bien definidas. Sin esto, los niños siempre sentirán que están en un terreno inestable. Y estarán ansiosos.
Amor expresado
Tu hijo necesita saber cuánto le quieres. Los niños tienden a basar su autoestima en la cantidad de amor que se les demuestra, y cuando te muestras emocionalmente reservado con tu hijo, estás preparando el terreno para que la baja autoestima se apodere de él.
Validación
Cuando tu hijo se acerca a ti llorando y molesto porque ha perdido su juguete favorito de 2 dólares, puede que pienses que es una tontería. Pero para ellos, es un gran problema. Cuando tu hijo acude a ti llorando, puede que quieras detener el llanto (para ayudarle) diciéndole: “Deja de llorar, no es tan grave”, pero cuando haces esto, estás invalidando a tu pequeño. La invalidación emocional enseña a los niños que hay que evitar las emociones a toda costa y que son malas. Esto puede llevar a la represión emocional, que puede conducir a la adicción, a la actuación y a otros comportamientos emocionalmente inmaduros.
Inclusión
Su hijo quiere sentirse parte de la familia. Quiere que se le incluya y quiere sentir que pertenece a ella. Para sentirse incluidos, necesitan ser incluidos. Si les das pequeñas tareas a medida que crecen, les estás proporcionando la sensación de sentirse necesarios. Puede parecer extraño, pero se trata de una necesidad emocional absoluta.