La meditación es la práctica espiritual a la que acuden millones de personas en todo el mundo. No sólo ofrece increíbles beneficios para la claridad de la mente y el bienestar general, sino que también es una poderosa herramienta de autocuidado para ayudarnos a navegar por nuestras vidas para nuestro mayor bien.
Pero, para los novatos, empezar a practicar la meditación puede ser un reto al principio. A menudo escucho a la gente decir: “No puedo meditar, me duermo cada vez”, o “Oh, intenté meditar, pero me distraje demasiado, porque no puedo aclarar mi mente adecuadamente.
Si esto le suena a usted, sepa que muchos principiantes luchan con la noción de que para meditar “adecuadamente”, uno debe sentarse inmóvil, con los ojos cerrados, y despejar su mente de todos los pensamientos, y que la incapacidad de hacerlo significa que han fracasado en la meditación, o que la meditación “no es para ellos”.
La verdad es que la meditación se llama “práctica” porque realmente se necesita práctica para desarrollarla y dominarla. Pero eso no significa que tenga que ser complicada o difícil. Cualquiera puede aprender a meditar. Para desarrollar tus habilidades de meditación más fácilmente, te sugiero que empieces con una rutina de meditación de una de las dos maneras siguientes: meditación guiada o meditación en la naturaleza.
Meditación guiada
Hoy en día tenemos fácil acceso a las meditaciones guiadas gracias a los cómodos avances de la tecnología digital. Atrás quedaron los días en que había que asistir a una clase de meditación en persona o luchar con cintas de audio. Hoy en día, las meditaciones guiadas de alta calidad pueden descargarse o transmitirse al instante desde varios sitios web, aplicaciones y plataformas de redes sociales. Todo lo que necesitas es tu smartphone y un par de auriculares.
Te recomiendo que las escuches primero para encontrar una que realmente resuene contigo. Mi anterior blog Manifestando Meditaciones Para Principiantes es un buen ejemplo de meditación para principiantes.
La meditación es un proceso de aligeramiento, de confianza en la bondad básica de lo que tenemos y de lo que somos, y de darse cuenta de que cualquier sabiduría que existe, existe en lo que ya tenemos ~ Pema Chodron
Si decides empezar a utilizar meditaciones guiadas, te recomiendo que busques las que se centran en la visualización. Esto le da a tu mente algo que hacer mientras avanzas en la meditación. Es posible que te vengan a la mente pensamientos caprichosos, y eso está bien. Simplemente permanece con tu guía de meditación y usa tu imaginación para crear visualizaciones ricas. Esto le ayudará a evitar que su mente siga esos rastros de pensamiento no deseados.
Recuerda también que la meditación no tiene por qué llevarte mucho tiempo. Cuando se empieza, intentar meditar durante largos periodos de tiempo puede ser muy desalentador. Empieza con sólo unos minutos al principio y deja que tu práctica evolucione de forma natural.
Meditación en la naturaleza
La meditación en la naturaleza es una de mis formas favoritas de práctica espiritual. Me ayuda a realinearme con el flujo de energía del Universo para estar más calmada, centrada y enraizada. También requiere que uno pase algún tiempo de calidad en la naturaleza, lo que siempre es bueno para el alma.
Si el lugar donde vives te lo permite, sal a dar un paseo por el bosque, la montaña, la playa o incluso el desierto. Si vives en una ciudad, visita el parque más cercano o siéntate en el balcón o incluso en el tejado de tu edificio.
Tómate tu tiempo y presta atención a la fauna y la flora que te rodean. Escucha el viento, huele la brisa, siente el cálido sol. Involucra todos tus sentidos. Respira el aire fresco y siente cómo revitaliza tu mente, tu cuerpo y tu alma. Sumérgete de lleno en el entorno natural y estate plenamente presente a cada paso que des. Al concentrarte en la magia y los milagros de la naturaleza, te sentirás menos molesto por esos pensamientos molestos.
Ahora bien, dar un paseo por el parque local puede no parecer una meditación en absoluto, pero sí es un método para acostumbrar a tu cerebro a estar presente. A medida que te vuelvas más experto en permanecer en el momento presente, despejar tu mente para una meditación más “adecuada” pronto será mucho más fácil.
Sea cual sea el enfoque que elijas para tu práctica de meditación, es importante que lo hagas tuyo. Tiene que adaptarse a tu estilo de vida y debe ser algo que desees hacer cada día, en lugar de sentirlo como una tarea. Por lo tanto, es fundamental encontrar el estilo de meditación adecuado para que sea una experiencia divertida y estimulante.
Además, experimentar con varios métodos de meditación a lo largo del tiempo enriquecerá enormemente tu práctica y mantendrá las cosas frescas e interesantes. La próxima vez que te sientas inspirado para meditar, recuerda que hay muchas formas diferentes de hacerlo. Pregúntale a tu cuerpo y a tu mente qué tipo de meditación se siente bien en ese momento, y sigue tu guía interior intuitiva.