Vivir con una enfermedad crónica puede ser extremadamente frustrante. Sólo quieres que tus síntomas desaparezcan, pero nada parece aliviar tu dolor.
Siempre debes seguir los consejos de tu médico a la hora de elegir las opciones de tratamiento. Sin embargo, llevar una vida espiritualmente comprometida con mucho ejercicio y atención plena puede ayudarte a replantear tu enfermedad crónica e incluso a aliviar algunos de los síntomas con los que vives cada día.
Ejercicio
No existe una solución única para el tratamiento de las enfermedades crónicas, y siempre debe consultar a su médico antes de iniciar un nuevo régimen de tratamiento. Sin embargo, muchos médicos recomiendan enfoques holísticos para ayudar a mitigar la enfermedad crónica, además de cualquier tratamiento moderno que reciba.
Las formas suaves de ejercicio, como el yoga y los paseos, pueden ayudar a mitigar algunas formas de enfermedad crónica. El Dr. Lakshmi Menezes, especialista en medicina interna, recomienda que los pacientes prueben una “combinación de prácticas” para ayudar a tratar “el dolor, el estrés y otros síntomas”. Una práctica de yoga que le haga moverse de forma que le funcione puede ser un gran complemento a su régimen actual de tratamiento del dolor.
Por supuesto, no todas las prácticas de yoga serán apropiadas para ti. Incluso puede que el yoga te resulte frustrante al principio mientras descubres los límites de tu cuerpo. En lugar de compararte con los demás, establece objetivos para tu práctica de yoga que sean relevantes para ti y para tu propio viaje espiritual.
Con el tiempo, la práctica regular de yoga suave puede tener un efecto positivo en otras áreas de tu salud. El ejercicio puede mejorar la salud cognitiva, ralentizar los efectos del envejecimiento y reducir los niveles de estrés. Esto hará que sea más fácil centrarse en las rutinas de meditación que pueden reforzar tu práctica espiritual.
Rutinas de meditación
Hay miles de formas de meditar. Todo, desde las prácticas de conciencia de Reiki hasta los programas de atención plena guiados, pueden ayudarte a encontrar un estado meditativo que promueva el manejo del dolor.
Si te sientes fácilmente abrumado por las opciones disponibles, empieza con la práctica de la gratitud. Simplemente piensa en tres cosas por las que estés agradecido y explora la forma en que te hacen sentir. Recuerda sonreír cuando completes la meditación de gratitud. Sonreír es bueno para ti porque reduce el estrés al liberar dopamina y serotonina. Cuando te permitas sonreír de oreja a oreja, te sentirás mejor automáticamente.
Las prácticas de meditación que terminan con una sonrisa también pueden mejorar tu sistema inmunológico y promover el crecimiento espiritual. Las personas que sonríen a menudo pueden producir más anticuerpos y células inmunitarias. Sonreír alrededor de otras personas también te acerca a ellas, ya que otras personas pensarán más positivamente si te ven con una sonrisa en la cara.
Espiritualidad y espacio físico
El ejercicio y la meditación pueden ayudarte a redescubrir tu lado espiritual. Mover el cuerpo y dirigir los pensamientos hacia el interior puede ayudar a mitigar el estrés y facilitar la claridad de pensamiento.
Puedes reforzar la gestión de tu enfermedad crónica probando un enfoque diferente de la espiritualidad. Por ejemplo, la mayoría de la gente piensa que el Feng Shui es una forma de diseño de interiores. En realidad, los mismos principios pueden utilizarse para promover la salud física y el bienestar.
Algunos practicantes del Feng Shui creen que la salud de su hogar está relacionada con su salud física. Así, si tiene problemas de audición, un experto en Feng Shui puede recomendarle que lubrique las bisagras que chirrían y las puertas que se atascan en su casa.
Incluso si no descubre que sus síntomas mejoran al realizar un cambio de imagen de Feng Shui, puede beneficiarse espiritualmente del tiempo dedicado a considerar cómo su entorno físico afecta a su bienestar físico y mental. Una casa organizada que atienda a sus necesidades físicas puede mejorar enormemente la movilidad y la relajación. Una casa diseñada con atención y con una decoración que le guste puede mejorar su estado de ánimo. Todos estos factores pueden prepararle para el éxito cuando vive con una enfermedad crónica.
Conclusión
Llevar una vida sana y espiritualmente plena puede ayudar a reducir el estrés y puede reducir los síntomas asociados a la inflamación. Puedes empezar con una práctica de yoga suave que se adapte a tus necesidades y promueva la introspección. Con el tiempo, esta práctica puede ayudarte a sonreír más a menudo y a sentir los beneficios de la meditación y la atención plena. Diseñar tu vida doméstica en función de tus preferencias y necesidades físicas te ayudará a gestionar la enfermedad crónica.