El amor es difícil de encontrar, pero es especialmente difícil para algunas personas. Las almas viejas, en particular, tienen una visión tan única de la vida que puede ser más difícil para ellos encontrar a alguien que coincida con el tipo de amor que necesitan.
Esto no quiere decir que las almas viejas no puedan ser amadas o no deban serlo. Lo único que significa es que necesitan un tipo de amor muy específico y que, una vez que lo encuentren, será mágico. Esto es lo que hay que tener en cuenta cuando se ama a un alma vieja
Son de espíritu libre
El amor tiene sus pros y sus contras. Una vez que nos enamoramos, nos liberamos a su capacidad de llenarnos y expandirnos. En el amor, podemos encontrar nuestra libertad innata.
Sin embargo, a las almas viejas les puede costar soltarse y enamorarse porque temen perder el control. Temen que el amor les retenga, o que retenga a la persona que aman por su culpa. Prefieren verse libres.
No quieren “arreglar” a nadie
Las almas viejas pueden ser sanadoras, pero no son arregladoras de personas. Entienden los límites y saben dónde trazar la línea entre alguien que necesita apoyo y alguien que está llenando un vacío.
Se niegan a responsabilizarse de la felicidad de otra persona que no sea la suya propia. Esto puede parecer egoísta o poco comprensivo, cuando en realidad es el mayor regalo que pueden hacer a sus seres queridos.
Saben exactamente quiénes son
Las almas viejas tienen un gran sentido de la identidad. Esto puede ser complicado, ya que, por un lado, significa que tienen confianza en la persona que son y que no van a cambiar para complacer a otra persona.
Por otro lado, significa que están estancados en sus costumbres y puede ser difícil para ellos llegar a un compromiso que signifique dejar de lado sus hábitos y preferencias.
Necesitan un alto nivel de compromiso
Las almas viejas no están para citas casuales y enganches. Cuando se enamoran de alguien, lo hacen con fuerza y rapidez. No se guardan el cariño y esperan lo mismo.
Sin embargo, en un mundo de citas online y de infinitas opciones, las almas viejas suelen sentirse abrumadas y amenazadas de ser abandonadas en cualquier momento. Se niegan a jugar al juego de las citas.
Son muy intuitivos
Las almas viejas son propensas a pensar demasiado. Su sabiduría y los conocimientos adquiridos les hacen estar cansados y sensibles a la vez. Sienten profundamente y tienen la suficiente experiencia como para poder ponerse en el lugar de cualquiera.
Sin embargo, su superpoder intuitivo también les hace preocuparse y hacer suposiciones que pueden romper incluso las relaciones más sólidas. Les cuesta dejar de lado los “y si” debido a lo profundamente sensibles que son.
El amor no es su prioridad
Las almas viejas entienden que hay más cosas en la vida que las relaciones. Les resulta fácil perderse en el tiempo paseando por la naturaleza o leyendo un buen libro. Quieren marcar la diferencia en el mundo y dejar una huella. Esto puede llenar su energía con objetivos profesionales y horas de voluntariado que pueden interponerse en sus relaciones románticas.
Necesitan a alguien que sea igualmente independiente y que pueda respetar sus prioridades.
Están en busca de su llama gemela
Las llamas gemelas son dos almas enredadas en el río del tiempo. Dos personas que simplemente no pueden evitar gravitar la una hacia la otra. Este es el tipo de conexión que las almas viejas saben que existe y anhelan. No ven el sentido de conformarse con nada más.
Desgraciadamente, las llamas gemelas son raras y difíciles de encontrar, lo que hace que un alma vieja tenga que pasar por una buena parte de la vida antes de conocer a su llama gemela.