La mayoría de nosotros hablamos con nosotros mismos cuando estamos solos. De hecho, los resultados de las investigaciones sobre este fenómeno se remontan a la década de 1880, concluyendo que es un comportamiento común y normal. Sin embargo, hacerlo cuando los demás están cerca es probablemente menos común, pero si te hace feliz… ¡adelante!
Como seres espirituales, todos tenemos un diálogo interior, prácticamente en todo momento. A veces somos muy conscientes de él, pero en la mayoría de los casos es como un ruido blanco que puntúa el resto de nuestros interminables pensamientos.
Pero, ¿de qué trata este diálogo interior? ¿Qué te dice? ¿Y qué crees sobre las cosas que escuchas en esta conversación interna? ¿Te has parado alguna vez a hacerte estas preguntas? ¿Alguna vez has prestado la debida atención a cómo estás participando en esta conversación tan íntima?
Nuestros pensamientos son señales de energía que, en última instancia, se convierten en nuestra realidad. Por lo tanto, nuestro diálogo interno crea la lente a través de la cual estamos manifestando nuestra experiencia de realidad diaria. Cómo pensamos e interpretamos nuestras experiencias y emociones, lo que creemos y a lo que prestamos atención, determina lo que estamos creando para nuestro mañana.
Así que pregúntate ahora mismo: ¿eres mayormente amable contigo mismo? ¿Eres optimista sobre tu vida y el futuro? A menudo trabajo con clientes que luchan contra una visión negativa de sí mismos o una visión profundamente pesimista de su realidad. Si este es tu caso, es vital que cambies los hábitos de autoconversión y los patrones de pensamiento que te sabotean.
Pasar de una mentalidad negativa y una autoconversión pesimista a un lugar de empoderamiento requiere determinación y atención enfocada. Hacerlo puede potenciar tu capacidad de manifestar un estado de flujo con la abundancia universal.
Tu mente, tus emociones y tu cuerpo son instrumentos y la forma en que los alineas y afinas determina lo bien que tocas la vida ~ Harbhajan Singh Yogi
Fíjate que cuando piensas un pensamiento, no se queda en un pensamiento aislado. Un pensamiento siempre da lugar a más pensamientos, y tomamos la decisión de seguir o no esas pistas de pensamiento. Nuestros cerebros se programan al hacer esto y como resultado, si siempre vamos hacia los aspectos negativos en nuestras vidas eso se convierte en nuestro hábito.
Meditación
Uno de los mejores métodos para tomar el control de nuestra conversación interior es la meditación. Aquietar nuestra mente nos permite tomar nota de los pensamientos intrusivos. También centra nuestra atención en nuestra conciencia como algo separado de nuestros pensamientos. Esto ayuda a fomentar la comprensión de que los pensamientos son sólo experiencias en las que podemos elegir participar, o no.
Si la meditación te parece demasiado ambiciosa para empezar, ¡no pasa nada! Aquí tienes un par de pasos adicionales que puedes dar para ayudarte a crear un mundo interior más armonioso:
Pensamiento positivo
En lugar de intentar librar tu mente de los pensamientos negativos, simplemente empieza a sustituirlos por otros positivos. Cuando te sorprendas criticándote a ti mismo o siendo negativo sobre una situación, hazte pensar conscientemente en tres aspectos positivos en su lugar. Esto aleja tu mente de un enfoque negativo y, al menos por unos momentos, te ofrece una perspectiva diferente.
Al principio te parecerá muy extraño e incluso antinatural. No lo dejes de hacer. Con el tiempo, esto se convertirá en algo normal para tu cerebro, y ni siquiera tendrás que hacer un esfuerzo consciente para sacar adelante esos pensamientos positivos.
Básicamente, no te preocupes por intentar “deshacerte” de los pensamientos negativos. En su lugar, empieza a crear conscientemente los pensamientos positivos que quieres, aunque al principio te parezca mecánico.
No siempre es posible deshacerse de los pensamientos negativos, pero con persistencia y práctica, uno puede llegar a dominarlos para que no tomen la delantera ~ Stephen Richards
Afirmaciones
Las afirmaciones funcionan. Sólo hay que ser constante. Pega una nota en el espejo de tu baño que te pregunte ¿De qué estás agradecido hoy? Acostúmbrate a enumerar cada mañana tres cosas por las que tienes que estar agradecido, aunque tengas que esforzarte mucho para conseguirlo. También puedes hacer un diario “¿Por qué soy Genial?” en el que escribas tres éxitos que tengas cada día. No tienes que enumerar sólo las cosas excepcionales o asombrosas, simplemente date crédito por las cosas pequeñas. Las pequeñas cosas se suman a las grandes.
Todos tenemos días difíciles. Es especialmente importante que te ames a ti mismo en esos momentos. Date espacio para sentir lo que necesitas. Salir de un diálogo interno negativo no significa alejarse de las emociones más oscuras. Es importante procesar y atravesar esas emociones, y honrarlas como parte de tu viaje.
El objetivo no es no tener nunca pensamientos negativos, sino gestionar lo que crees sobre esos pensamientos y sobre ti mismo. ¿Qué es lo que “crees” y es lo que más te conviene?
Llegar a conocernos a este nivel puede transformar nuestras perspectivas sobre el mundo y nuestro lugar en él, y por lo tanto puede transformar nuestros futuros potenciales.