El tema de salir con hombres casados y ser “la otra mujer” es algo de lo que, por razones obvias, se habla poco. Pero considero que puede ser saludable y necesario discutirlo más abiertamente, ya que es un tema mucho más complejo de lo que se suele pensar.
Por ejemplo, muchas mujeres que se involucran con hombres casados no siempre saben inicialmente que él está casado. En mi experiencia, ayudando a muchas clientas a lo largo de los años en esta situación, muchas mujeres se involucran por defecto después de haber sido engañadas por el hombre, sólo para descubrir más tarde que él está casado y no tiene ningún plan para dejar a su esposa.
Podría escribir un libro sobre todas las razones por las que los hombres casados no dejan a sus esposas. Pero en lugar de eso, creo que es más importante centrarse en por qué tantas mujeres continúan con estas aventuras, una vez que se enteran de que él está casado.
Ahora bien, uno pensaría que la mujer moderna y empoderada de hoy en día no soportaría una situación así, pero lo hacen. Encuentro que estas mujeres están a menudo tan enamoradas y esperanzadas por lo que podría ser algún día, que se convencen a sí mismas de que su situación es única o diferente, y que él es único o diferente. La verdad suele ser todo lo contrario.
¿Cómo liberarse de esta situación sin salida? Sin duda, puede ser un reto, pero ciertamente es posible. Creo que la clave es el amor propio y la autoestima. Requiere el valor de dar un paso adelante y decir: “Me merezco más”.
Si estás atrapada en una relación con un hombre casado, debes saber que rara vez termina bien para cualquiera de las partes involucradas. Las posibilidades de que el resultado de tu situación sea la excepción a la regla son muy improbables. Manténgase fiel a su bien supremo y haga los cambios necesarios para su futura felicidad.
Siempre dicen que van a dejar a su mujer, pero rara vez lo hacen. No te conviertas en una de las “otras mujeres” que se despiertan un día y de repente se dan cuenta de que los años han pasado y todo fue en vano.
No permitas que se te escape la juventud, mientras le das los mejores años de tu vida a alguien que muy probablemente nunca elegirá estar contigo. Recupera tu poder y deja que el saber que él no te valora, alimente tu decisión de liberarte y cuidar mejor de ti misma, de tus necesidades y de tu futura felicidad.