Es posible que hayas experimentado un inmenso sufrimiento. En el insoportable tormento, tu alma, corazón y autoestima han sido aplastados.
No puedes ni imaginar lo que se siente al tener sueños y esperanzas debido al desamor. Sientes y sabes que los demás se aprovecharon de ti, te utilizaron al máximo y luego te desecharon.
Tu corazón ha sido aplastado y el mundo se siente al revés. Te han quitado todo lo que apreciabas. Sólo queda el trauma. Ahora, las cicatrices de ese trauma parecen ser un recordatorio repetitivo y permanente de ese tremendo dolor. Sin embargo, debes saber que no tienes la culpa de ninguna de estas desgracias.
Nunca pediste que ocurrieran estas cosas, pero tuviste que sufrirlas. El sufrimiento y la agonía eran completamente inmerecidos. Los eventos fueron más allá de tu imaginación.
Sin embargo, la realidad es que tuvieron lugar, y ahora has sufrido por ellos. A partir de ahora sólo hay una opción: levantarse y seguir adelante.
Tu presente es tu identidad y es ahora cuando debes empezar a avanzar. Como tal, has intentado todo para simplemente olvidar ese oscuro pasado. Has intentado navegar por este turbio pantano emocional y llegar a algún tipo de terreno estable y seco. Sigue intentándolo y no pierdas de vista tu humanidad.
Parece que hay un enorme obstáculo que te impide volver al camino. Es una voz premonitoria que no deja de repetir que nada puede volver a ser lo que era. Como resultado, el miedo ha echado raíces en lo más profundo de tu ser. Temes a tu mente y la consideras un infierno. Puedes sentir que la cuerda está a punto de romperse.
La salida
Sin embargo, puedes y debes seguir adelante. El primer paso para ello es enfrentarse a los demonios internos. Debes trabajar en la aceptación de los acontecimientos pasados. Sólo entonces podrá comenzar la curación.
Debes comprender que el dolor es una de tus partes y que intentará someterte. Sin embargo, tienes que encontrar la fuerza para verte a ti mismo en ese momento y decir: “¡Estoy roto y perdido, PERO tengo la determinación de salir de este lío!”.
Los acontecimientos dolorosos que has sufrido pueden haber sido inmerecidos. Sin embargo, depende de ti comenzar el proceso de curación. Al fin y al cabo, después de experiencias tan destructivas, esto será lo mínimo que puedas darte a ti mismo.
Adéntrate en lo inmensamente desconocido, sabiendo que está lleno de potencial. Enfréntate a las cosas aterradoras sabiendo que hay que enfrentarse a ellas. Una luz nueva y estimulante te espera en la vida una vez que logres superar tus recuerdos agonizantes.
Depende de ti superar, evolucionar, cambiar y vivir la vida al máximo. Esperar simplemente a que los sentimientos desaparezcan no es la respuesta. De hecho, nunca ocurrirá. Incluso si lo hace, no encontrarás la paz que buscas.
El sufrimiento sólo adoptará una forma más tenue. Al fin y al cabo, nuestras vidas no están destinadas a ser perfectas y siempre sin daños. Siempre habrá aguas agitadas junto con períodos de tranquilidad.
En la vida, lo que importa es el viaje. Lo interesante de la vida es cómo te cambia, te inspira, te motiva, pero también te hace daño. Y, por encima de todo, lo más importante es cómo reaccionas ante estos diferentes acontecimientos de la vida. Depende de ti ser tu héroe o seguir el juego como la eterna víctima.