Las hermanas, pueden ser molestas y fastidiosas, pero si tuviera que elegir a una persona que me ayudara en una situación complicada durante todos los días del año, sería mi hermana. Aquí tienes 9 razones por las que las hermanas son el mejor regalo que te hicieron tus padres.
Ayudan a forjar tu carácter.
Las hermanas mayores pueden ser un regalo, pero también pueden ser unas auténticas imbéciles. Hay muchos momentos de formación de carácter cuando te da la espalda para estar con sus amigos o cuando intencionadamente no te encuentra durante un juego de escondite forzado. Así se aprende mucho.
Pueden tener conversaciones reales contigo.
A veces es difícil tener conversaciones reales con tus padres y hermanos pequeños y puede que tus amigos no siempre lo entiendan del todo.
¡Ahí es donde una hermana mayor resulta útil!
Ha enseñado mucho a tus padres.
Ha hecho que tus padres se sientan cómodos por ti. Ellos cometieron todos los grandes errores por ella y ahora saben lo que hacen por ti. Bonito, ¿no?
Puedes desahogarte con ella.
No puedes desahogarte irracionalmente con tus amigos; no serán tus amigos por mucho tiempo. Tu hermana te perdonará y te querrá, aunque te hayas descargado con ella sin motivo.
Ella estuvo encantada de llevarte en coche antes de que te sacaras el carné.
Qué bonito, ¿no?
Es genial para copiar.
Tu hermana mayor es una persona estupenda para copiar.
Ella ya lo ha hecho todo y sabe qué hacer en el instituto, en su primer trabajo, en su primera relación, etc. Cópiala y te irá bien.
Ella siempre te cubre la espalda.
Y tú siempre la cubres a ella. Aunque eso se puede decir de casi cualquier pareja de hermanos.
Es tu gurú.
Te da buenos consejos porque ya lo ha hecho todo. Además, al ser de la misma familia, manejáis las cosas de forma bastante similar y a ella le importa lo que te pase.
Te ha ayudado a aprender todas las cosas de los adultos.
Las cosas de adultos pueden ser bastante tediosas de vez en cuando. Afortunadamente, tienes una hermana mayor que puede ayudarte en todo.