Todos tenemos días malos. Recibimos noticias decepcionantes o tenemos una interacción desagradable con alguien. Todos nos encontramos con contratiempos y momentos oscuros de vez en cuando, mientras viajamos por la vida física. Forma parte de la experiencia humana.
Estos acontecimientos negativos pueden parecer desafortunados, o incluso innecesarios cuando ocurren, pero en realidad sirven para crear equilibrio en nuestra vida. Sin estos contrastes nunca apreciaríamos todo lo bueno.
Lo importante, sin embargo, es no quedarse en la negatividad o la miseria, sino volver a alinearse con nuestra verdad y con la abundancia y el poder curativo del Espíritu tan pronto como sea posible.
Algunas de mis formas favoritas de levantarme rápidamente cuando me siento mal son
Palabras inspiradoras
Me encanta mi diario de frases motivadoras. La llevo conmigo en mi bolso para estas ocasiones. También se puede obtener como una aplicación para un teléfono inteligente. Los breves recordatorios diarios contienen afirmaciones edificantes y uno o dos párrafos de inspiración sobre el tema del día. Siempre encuentro que contienen justo lo que necesito escuchar en ese momento para ayudarme a tener una perspectiva nueva y más positiva.
Cartas de oráculo
Sostén tu baraja favorita junto a tu corazón y haz una pregunta. Puede ser sobre la situación que acabas de vivir, o simplemente para recibir un mensaje amoroso de tus Ángeles. A continuación, saca la carta o cartas por las que te sientas más atraído. Luego abraza el mensaje amoroso que recibes.
Escritura libre
Esta es una nueva herramienta en mi caja de herramientas. Hace poco me la recomendó un entrenador y me ha funcionado de maravilla. Simplemente coge un cuaderno y escribe libremente durante unos minutos. Escribe lo que tengas en mente y en tu corazón.
Es importante dejar que fluya; no te censures ni te preocupes por la gramática. Simplemente escribe. Puedes despotricar, desvariar, llorar, expresar gratitud… lo que surja. Lo importante es sacar esa energía. Cuando termines, puedes quemar las páginas o romperlas. Lo que te parezca apropiado.
Consulta a los amigos
Construye un sistema de apoyo de confianza a tu alrededor. Ya sea un amigo, un miembro de la familia o incluso un entrenador o asesor, es importante tener a alguien de confianza con quien intercambiar ideas y obtener una perspectiva diferente.
Mi mejor amigo y yo tenemos una “regla de los diez minutos de despotricar”. Podemos despotricar durante diez minutos sobre cualquier cosa que nos moleste y al final podemos decir lo que necesitamos. Esto nos ayuda a las dos a mantener los límites claros y a conocer nuestros papeles. También evita que nos sintamos demasiado agotados por el otro. Al final pasamos a otros temas y disfrutamos del tiempo que pasamos juntos lejos de las cuestiones, los problemas o el drama.
Recuerda que no siempre es tu culpa cuando te sientes mal. A las personas buenas les pasan cosas malas. Las cosas suceden incluso cuando tenemos las mejores intenciones. Lo importante es levantarse lo antes posible. Aprender la lección y seguir adelante. Vuelve al alegre abrazo del Espíritu lo antes posible.