Cuando alguien te hace daño, tienes dos opciones. Puedes dejar que sus acciones sacudan tu bienestar y te controlen. O bien, puedes elegir la gratitud. Trascender el sufrimiento no significa ignorar que el sufrimiento y el dolor están presentes. Se trata de cómo puedes darle valor a través de la conciencia, la gratitud y la aceptación.
No te juzgues por estar herido
Para trascender el sufrimiento, necesitas no juzgarte por tus sentimientos o emociones. En lugar de ello, estate presente en el momento y acepta tu dolor.
Recuerda que no puedes controlar las acciones de quienes te hieren, pero sí tienes el control absoluto de cómo reaccionas ante ellos. La clave está en encontrar los factores que permitieron que esta situación se produjera, y reconocerlos para que puedas evitar que te afecten una vez más.
Aprovecha la oportunidad para recordar quién eres
Hubo una versión de ti que alguna vez prosperó antes de conocer a quien te hizo daño. Puede que esa persona haya evolucionado y haya recibido el impacto de los recuerdos creados, pero sigue estando ahí. Sólo hace falta una buena mirada al espejo. Intenta volver a conectar con tus raíces y con las actividades que hacen que tu corazón cante.
La buena noticia es que no sólo puedes volver a tu antiguo yo, sino que ahora puedes utilizar las lecciones de la experiencia de ser herido para crecer y convertirte en una versión aún mejor de la persona que eras entonces.
No tiene nada que ver contigo
El daño no tiene que ver contigo. Cuando alguien te hace daño, normalmente se trata de su propia oscuridad. Puede que esté luchando contra sombras de las que nunca te habló o de las que ni siquiera era consciente. Puede que les persigan sus experiencias pasadas y proyecten su dolor en ti.
Debes saber que, aunque hayas desempeñado involuntariamente un papel en su viaje, ahora también puedes formar parte del proceso de su curación. Déjalo estar completamente. Sé el espacio para ello. Acoge el dolor que te trajo de buena gana, Esto te liberará mediante la aceptación y acelerará la rapidez con la que el sufrimiento te abandonará.
Atesora los recuerdos
Piensa en las aficiones que te interesaban, en las personas que te han presentado o incluso en los lugares que te han enseñado. Estas son las cosas que nunca más podrán quitarte.
Rememorar los recuerdos no sólo te ilumina sobre las lecciones que has aprendido, sino que te dará un nuevo sentido de aprecio por la persona que te ha hecho daño, para que seas capaz de encontrar el perdón y seguir adelante.
Saber que te están despertando
Esto puede parecer una ironía, pero no puedes reconocer la verdadera felicidad sin gratitud y no puedes experimentar la gratitud sin ser capaz de compararla con los sentimientos de dolor.
Agradece tu sufrimiento. Agradece a quien te ha hecho daño. Te está despertando. Te está permitiendo mirar más profundamente dentro de ti para aumentar la conexión entre tu mente y tu cuerpo. Identifícate con él y déjalo entrar.
Ahora estás aún más cerca de donde debes estar
Cada persona con la que te encuentres dejará su huella. Entrarán y saldrán de tu vida por una razón. Si las dejas entrar cada vez, aun a riesgo de ser vulnerable, te permites recibir todas las lecciones que tienen que enseñarte.
Con cada lección, se te empuja más hacia tu camino. Puede que te desvíes algunas veces del camino, pero esto hará que el destino valga más la pena cuando llegues a él.