El término “trance” es a veces malinterpretado en la mediumnidad psíquica. El estado de trance es un estado alterado de conciencia que permite a un médium comunicarse con el espíritu. Esto no debe confundirse con la posesión de espíritus, como se representa en algunas películas de Hollywood y programas de televisión. No hay nada malo o demoníaco en la mediumnidad y la canalización en trance.
En un estado de trance, la conciencia del médium sirve como un conducto para el espíritu. Es una comunicación bidireccional, y la forma más pura y confiada de asociación entre los mundos físico y espiritual.
Existen esencialmente dos niveles o tipos de canalización del espíritu, a saber, la mediumnidad mental y la mediumnidad física.
La mediumnidad mental, a veces también llamada “mediumnidad telepática”, es con la que la mayoría de la gente está familiarizada, es decir, la comunicación con el espíritu mientras se está plenamente consciente. Los médiums mentales utilizan varios niveles de trance para canalizar los mensajes de los espíritus.
Uno de los médiums mentales más famosos fue el psíquico estadounidense Edgar Cayce, también conocido como el “profeta dormido”, que canalizaba su ser superior mientras estaba en estado de trance. Cayce era un cristiano devoto que, en estado de trance y con los ojos cerrados, respondía a preguntas sobre diversos temas, como la curación, los sueños, el más allá, las vidas pasadas y la reencarnación.
Mientras que la mediumnidad mental es una comunicación experimentada sólo por el médium o canalizador, la mediumnidad física también es evidente para todos los que están con el médium. La mediumnidad mental involucra solamente la mente del médium, mientras que en la mediumnidad física el cuerpo del médium es utilizado para canalizar la información del espíritu.
La mediumnidad física puede implicar diversas manifestaciones físicas de las energías espirituales, como el movimiento de objetos, el golpeteo de la mesa y las materializaciones de los espíritus. Estos fenómenos suelen ocurrir durante las sesiones de espiritismo. Hoy en día no hay muchos médiums físicos porque esta forma de canalización requiere una amplia formación y es una práctica psíquica que puede llevar muchos años desarrollar.
He aprendido más sobre la vida, la gente y los problemas y emociones humanas, sentada en la oscuridad, de lo que podría haber aprendido de cualquier otra manera – y los que más me han enseñado, son personas muertas en este mundo, pero que están viviendo en el siguiente ~ Leslie Flint
Un médium físico canaliza la energía de un espíritu, permitiendo a la entidad controlar temporalmente su cuerpo físico para comunicarse. Este proceso es voluntario por parte del médium, y requiere una invitación y el consentimiento del médium. Por lo tanto, no es lo mismo que la posesión espiritual, en la que el control por parte de un espíritu no deseado es involuntario.
El trabajo en trance tampoco debe ser confundido con el hipnotismo escénico. Cuando un médium elige trabajar en un trance profundo, es para canalizar respuestas espirituales y verdades universales, no para entretener a otros o realizar trucos de fiesta. El trabajo en trance es un contrato sagrado de dos vías con el reino de los espíritus, y es crucial recordarlo. Los espíritus que nos guían y protegen tienen nuestros mejores intereses en mente, pero también debemos ser honestos y respetuosos con ellos cuando nos guían. Sus respuestas no siempre son las que esperamos o deseamos escuchar.
Creo que cualquiera puede desarrollar la capacidad de alcanzar estados de trance con una práctica disciplinada. Si quieres explorar el trabajo de trance, empieza de forma sencilla y comprométete a desarrollar tus habilidades de canalización con el tiempo. Si estás empezando, comienza con una práctica de meditación y considera modos más sencillos de canalización, como la escritura automática, la radiestesia con péndulo o la pintura de estilo libre.
Yo no busco al Espíritu. Cuando hago una lectura, siempre hago una meditación para que el Espíritu sepa que estoy preparado para comunicarme. Y mientras le doy mi discurso a mi cliente, el Espíritu empieza a dar a conocer su presencia ~ Theresa Caputo
Los practicantes experimentados podrán, con el tiempo, alcanzar un trance más profundo que hará posible la canalización directa y la comunicación con el espíritu. Pida a un amigo o familiar que esté presente para registrar los acontecimientos durante el trance.
Lo más importante es recordar que el éxito del trabajo en trance depende de la confianza. Es una de las formas de práctica psíquica más desafiantes y gratificantes, y sólo puede lograrse dejando de lado el miedo y las dudas, que a menudo nos frenan. Comienza con algo pequeño y ve lo que puedes descubrir a través de esta asociación milagrosa con el espíritu.