Si alguna vez has oído las expresiones “Lo que va, vuelve” o “Cosechas lo que siembras”, ya sabes algo sobre el karma. Según a quién preguntes, el karma funciona de acuerdo con 12 reglas o leyes específicas. A continuación, te explicamos en qué consiste el karma y las 12 leyes que lo rigen, según los expertos en espiritualidad.
¿Qué es el karma?
El karma es un tema central en las religiones orientales, concretamente en el hinduismo, el budismo y el jainismo. En estas religiones, el karma puede definirse como “la suma de las acciones de una persona en este estado de existencia y en los anteriores, considerada como la que decide su destino en las existencias futuras”.
Según el doctor Steven Vose, profesor adjunto visitante de la Universidad de Colorado en Denver y experto en estudios religiosos, el karma empieza a aparecer en los textos religiosos ya en los Upanishads, un texto fundacional que sentó las bases del hinduismo entre el 800 y el 200 a.C.
Añade que el texto deja claro que los humanos actúan de acuerdo con sus deseos, y estas acciones son nuestro karma. En otras palabras, el karma es la acción, para bien o para mal. Así que para los que creen en el karma en este sentido, explica, “se trata de aprender a cortar la conexión con los deseos, en parte mediante la renuncia, el autocontrol a través del cuerpo, con prácticas meditativas y ascéticas que podríamos llamar yoga. En definitiva, era una forma de cortocircuitar el ciclo del karma”.
Y en el ciclo de la reencarnación, añade, se cree incluso que el karma puede trascender las vidas, lo que teóricamente explica por qué le ocurren cosas malas a la gente buena, y viceversa.
La idea de que nuestras acciones tienen consecuencias también puede verse en las religiones occidentales, aunque no se utilice necesariamente la palabra karma. La noción de cielo e infierno en el cristianismo, por ejemplo, puede considerarse otra explicación de cómo el karma entra en juego en nuestras vidas.
Las 12 leyes del karma
El karma puede considerarse un sistema que está en juego a nuestro alrededor, aunque no podamos verlo. Las 12 leyes del karma, por tanto, no son más que las reglas que el karma “cumple”, al igual que los siete principios herméticos y las 12 leyes del universo (que, como verás, tienen algunas similitudes sorprendentes).
Y como la psicóloga clínica Carmen Harra, Ph.D., escribió anteriormente para mbg, “El karma pesado puede atraparnos en los mismos viejos patrones, tirando de nosotros hacia los mismos tipos de personas, trabajos, enfermedades, eventos, accidentes y cargas innecesarias”. Una muy necesaria ruptura del ciclo kármico puede ocurrir cuando analizamos nuestro karma personal y tomamos las medidas necesarias para resolverlo.”
Al entender las 12 leyes del karma, podemos averiguar por qué podemos estar atascados en ciertas áreas de nuestra vida como resultado de un karma “malo” o “pesado”, para poder liberarnos de parte de ese peso:
La Gran Ley, o la Ley de Causa y Efecto
La Gran Ley, también conocida como la Ley de Causa y Efecto, es la primera ley del karma en la lista, y por una buena razón, ya que establece una base importante. Como explica Vose, este es el principio principal de cómo las tradiciones indias siempre han pensado en el karma y funciona esencialmente como la Tercera Ley del Movimiento de Isaac Newton: Toda acción tiene una reacción igual y opuesta.
En cierto sentido, si realizas buenas acciones, los buenos resultados vuelven a ti. Si haces acciones malas, los resultados malos vuelven a ti. Es así de simple en muchos sentidos”, dice Vose.
La Ley de la Creación
A continuación, tenemos la Ley de la Creación, que, según Vose, trata de cómo tu relación con el karma influye en la vida que estás creando. En algunos casos, señala, podemos ser influenciados involuntariamente por nuestro propio karma en lugar de crear activamente la realidad que queremos.
“Para las personas que sostienen el karma como un principio ético, la verdadera pregunta es: ¿cómo reaccionas ante las cosas que tienes delante ahora? Porque el karma no sólo tiene que ver con tu pasado. También tiene que ver con tu futuro”, dice, y añade que siempre se nos presenta una elección que no sólo creará nuestra realidad, sino que influirá en nuestro karma en el futuro.
La Ley de la Humildad
La Ley de la Humildad puede entenderse pensando en lo que significa la propia palabra. La humildad se define como “un punto de vista modesto o bajo de la propia importancia”, y cuando se trata del karma, se necesita humildad para aceptar cualquier karma malo que haya vuelto a tu camino.
Como dice Vose, esto requiere una visión más larga de tu peso kármico, reconociendo (y aceptando) que puedes estar cargando con un karma negativo del que ni siquiera eres consciente. También añade que la humildad es necesaria para atraer buen karma hacia adelante, ya que las empresas abordadas con cualquier cosa que no sea una actitud humilde no son exactamente “buenas” desde una perspectiva kármica.
La ley del crecimiento
Al igual que el universo está siempre en expansión, también lo está la conciencia humana a escala colectiva e individual. Y según Vose, la Ley del Crecimiento se relaciona con lo raro y precioso que es nacer como humano, “porque tienes una gran oportunidad de tomar decisiones, de hacer elecciones morales y éticas”. Sea cual sea el aspecto del crecimiento personal para ti, añade, “esta es una vida en la que realmente puedes progresar mucho, así que no la desperdicies.”
La ley de la responsabilidad
La Ley de la Responsabilidad se refiere a rendir cuentas, tanto de tu pasado como de tu futuro. En cuanto al pasado, nos recuerda que lo que hemos hecho en nuestra vida vuelve en un momento u otro. Y en cuanto al futuro, nos recuerda que tenemos ciertos deberes que atender en nuestras vidas.
Y Vose explica que no siempre está claro cuál debe ser tu deber en cada momento, pero la clave es, en última instancia, “tomarse el tiempo para evaluar cuál es realmente tu responsabilidad o tu deber”, y añade: “Creo que ése es en realidad el objetivo de una vida bien examinada.”
La Ley de la Conexión
La Ley de la Conexión destaca la interconexión de todas las cosas. Dice que, más allá de nuestros sentidos, cada pensamiento, acción y acontecimiento está de alguna manera conectado con cualquier cosa y todo lo demás. En la tradición jainista, por ejemplo, Vose explica que se cree que nuestras almas son interdependientes, creando una especie de “red” que lo abarca todo.
Y cuando nos damos cuenta de que nuestro propio karma no sólo influye en nosotros, sino en esta red colectiva, añade, el karma como principio ético adquiere mucha más importancia. “Es una invitación a la acción ética, sobre todo en lo que se refiere a la protección del medio ambiente”, dice a mbg.
La Ley del Enfoque (o la Ley de la Fuerza)
La Ley del Enfoque, también llamada a veces Ley de la Fuerza, se refiere a cómo dirigimos nuestra energía en un momento dado. Y lo fundamental de esta ley, según Vose, es cómo nuestra aplicación mental de enfoque o fuerza se traduce en nuestro karma.
Como explica, se puede pensar en términos de dónde se pone la energía y en qué se elige actuar. “¿Estamos dando realmente lo mejor de nosotros mismos a las cosas y personas que nos rodean? ¿Estamos presentes? ¿Estamos atentos?”, dice. Hacerte estas preguntas puede ayudarte a tener claro qué tipo de energía está impulsando realmente tu comportamiento.
La Ley del Dar y la Hospitalidad
Vose explica que la Ley del Dar y la Hospitalidad se relaciona con los conceptos orientales de dāna y puja, siendo puja los actos de devoción, y dana la práctica de cultivar la generosidad. En relación con el karma, explica: “Uno de los actos clave de la puja es realmente mostrar hospitalidad a lo que estás honrando, ya sea Dios, un gurú, tus mayores, tus padres o abuelos, etc.”.
“Y dāna”, añade, consiste en hacer estas cosas desinteresadamente, sin esperar nada a cambio. Es un verdadero acto de servidumbre y de entrega, que -lo has adivinado- da como resultado un “buen” karma.
La Ley del Aquí y el Ahora
La Ley del Aquí y el Ahora implica liberar el pasado, así como actuar sin proyectarse en el futuro. Vose señala que el autoperdón puede entrar en juego con esta ley, ya que es fácil preocuparse por las cosas que sabemos que pueden habernos hecho ganar un mal karma.
“Podemos creer que hay que pagar por nuestros crímenes, pero el karma acabará haciéndolo por ti”, explica, y añade que en el budismo consideran que el karma es algo que pesa sobre ti. Y cuando estamos atrapados en el pasado, no estamos en el aquí y ahora. Del mismo modo, cuando estamos demasiado orientados hacia el futuro, también nos estamos perdiendo el momento presente.
Y esto se relaciona tanto con las leyes de la humildad como con la de dar y la de la hospitalidad, porque tus acciones deben ser impulsadas por un corazón claro en el momento -porque es lo correcto- en contraposición a cualquier cosa futura que esperes que ocurra.
La ley del cambio
Fue Albert Einstein quien dijo: “La locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado diferente”, lo cual, según Vose, es una buena manera de resumir la décima ley del karma. Siempre tenemos la opción de cambiar algo -nuestra mentalidad, nuestras relaciones, nuestra forma de vida-, sólo depende de nosotros hacerlo.
Vose dice a mbg que esta ley también se relaciona con la idea de dar forma a tu realidad, crecer y ser responsable de ti mismo. Es una invitación, dice, a efectuar el cambio, en lugar de que el cambio te afecte a ti.
La ley de la paciencia y la recompensa
Si el karma puede atravesar realmente las vidas, no hace falta decir que es posible que no veas los resultados de las buenas acciones -o de las malas- de inmediato. En algunos casos, dice Vose, te puede disgustar saber que tu buen karma podría estar rodando en la próxima vida, aunque eso no quiere decir que no vayas a obtener nada de él en esta vida.
La clave es, por supuesto, la paciencia, por la recompensa a largo plazo que supone el buen karma acumulado. “No sé si eso es necesariamente muy satisfactorio para la gente, pero es el pensamiento de que siempre hay una trayectoria mucho más larga para el karma”, añade.
La ley de la significación y la inspiración
Y por último, pero no menos importante, tenemos la Ley de la Significación y la Inspiración, que nos recuerda que todos tenemos un papel valioso que desempeñar en la historia humana. Como dice Vose, un profesor le dijo una vez: “No es que no seamos importantes, es que somos infinitesimalmente importantes”, y de eso trata esencialmente esta ley.
En otras palabras, “cualquiera de nuestras contribuciones puede parecer poca cosa en un momento dado, pero lo importante es mantenerse en ella”, dice Vose. Al fin y al cabo, nunca se sabe qué decisión aparentemente minúscula puede repercutir y hacer olas.
Lo que hay que tener en cuenta.
El karma puede verse a lo largo de la historia en diferentes tradiciones y religiones, con un tema central: Te toca lo que te toca, para bien o para mal. Al comprender las 12 leyes del karma, puedes profundizar en tu comprensión de ti mismo, de tus motivaciones, y actuar de forma que te liberes de cualquier karma pesado e invites al bien.