Tener una crisis mental puede parecer algo que rara vez sucede, pero honestamente, es probable que suceda más de lo que la mayoría cree. Sólo con echar un vistazo a algunas de nuestras celebridades favoritas, se hace evidente que las crisis mentales pueden sucederle a cualquiera.
Piensa en Britney Spears, Lindsay Lohan, Amanda Bynes e incluso Winona Ryder. No estoy diciendo de ninguna manera que las celebridades sean el estándar de oro, pero el punto que estoy tratando de transmitir es que la enfermedad mental y el clímax de una enfermedad mental no tratada puede causar que CUALQUIERA tenga un colapso mental.
Es importante darse cuenta de que el término crisis nerviosa no es un diagnóstico. Se trata más bien de una situación en la que un estrés inmenso o un trastorno mental no tratado sigue ejerciendo más y más presión sobre una persona hasta que no puede soportarlo más. Cuando esto ocurre, puede ser devastador.
En pocas palabras, una “crisis nerviosa” se produce cuando nuestra capacidad de afrontamiento es menor que el estrés al que nos enfrentamos. He aquí 9 signos de advertencia temprana de una crisis nerviosa (mental) a los que hay que prestar atención.
1. La adicción/el abuso o el mal uso de sustancias está presente.
La adicción y el abuso de sustancias pueden parecer la causa de una crisis nerviosa, pero en realidad, la adicción es un síntoma de una crisis nerviosa inminente. No digo que no contribuya, especialmente en el caso de sustancias como las drogas y el alcohol, pero normalmente, las personas recurren a estas cosas como medio para automedicarse.
2. La vida es extremadamente estresante y cada vez se acumula más estrés.
Cuando la vida ya es estresante y parece que cada vez lo es más, puede suponer una gran presión para una persona. Especialmente si ya está luchando para salir adelante en sus luchas actuales, sólo para encontrar que puede un paso adelante y tres más atrás.
3. Sientes que, si ocurre una cosa mala más, te vas a derrumbar.
Durante un tiempo, antes de un ataque de nervios, vas a sentir que la presión aumenta. Al principio, te parecerá manejable, pero empezarás a sentir que una nube oscura se cierne sobre ti. Y entonces, antes de que te des cuenta, sentirás que si una cosa más sale mal, todo se desmoronará.
4. Lloras ante la más mínima presión añadida.
Hasta la más mínima cosa puede hacerte caer en picado. Incluso las pequeñas cosas que en el fondo te das cuenta de que no vale la pena llorar pueden hacer que todas las grandes cosas se desborden también.
5. Tu horario de sueño se ve alterado.
Las alteraciones del horario de sueño son típicas entre quienes están al borde de un ataque de nervios. Esto puede manifestarse de una forma más maníaca, en la que no puedes dormir, o de una forma más depresiva en la que lo único que quieres hacer es dormir.
6. Estás trabajando al máximo.
El agotamiento laboral es una de las principales causas de las crisis nerviosas. Una persona no puede hacer mucho y las personas no están hechas para trabajar todo el tiempo, especialmente durante horas locas y con pocos descansos. La presión de estar constantemente yendo, yendo, yendo es suficiente para hacer estallar a cualquiera.
7. Te sientes sin salida.
Cuando tienes un estrés inmenso, pero no tienes forma de desahogarte y soltar parte de él, puede llegar a ser demasiado. La gente necesita a alguien con quien desahogarse, o una actividad en la que pueda relajarse y calmarse. Sin eso, la vida puede volverse extremadamente abrumadora.
8. Tiene frecuentes ataques de pánico.
Los ataques de pánico frecuentes son típicos en los primeros días antes de una crisis nerviosa. Y aunque los ataques de pánico son comunes en los trastornos de ansiedad, no es normal tenerlos de forma regular y frecuente. Si los tienes, es hora de buscar ayuda profesional.
9. El día a día parece ingobernable.
Para quienes están al borde de un ataque de ansiedad, tareas tan sencillas como levantarse de la cama o prepararse un café pueden parecer demasiado. Incluso pagar las facturas o ir a comprar al supermercado puede hacerte sentir que no vas a poder hacer ni una cosa más.