
En este tiempo, entre eclipses, cuando navegamos entre líneas de tiempo paralelas, diferentes elecciones y nuevas formas de ser, estamos integrando, y puede que nos sintamos confundidos o como si nada estuviera ocurriendo, como muchos de ustedes me han compartido recientemente. Podemos sentir que todo lo que hemos creado está pendiente. Todo tiene su tiempo dentro de la Creación. Es un tiempo de cambios enraizados, pero no en nuestro tiempo, sino en el Tiempo de Dios.
Este es un momento para honrar nuestros procesos personales al movernos hacia lo nuevo. El eclipse en Virgo, al estar en el Nodo Sur, trata de la autopurificación, y solo podemos restaurarnos y reactivar nuestro cuerpo de luz si primero dejamos ir el pasado, lo que fue y lo que aún permanece estancado en nuestros cuerpos mental, emocional, físico y en nuestras vidas.
Soltar no es un proceso fácil. Urano y Plutón, en armonía con este eclipse, nos ayudan a anclar todos los cambios. Sin embargo, soltar no se trata solo de dejar ir personas y situaciones, o de regeneración del ADN, sino también de liberar nuestras energías y pensamientos internos más bajos, que moldean nuestra personalidad y nuestra realidad. Todo lo que permanezca en esta frecuencia baja y siga activo dentro de nosotros causará retrasos y resultados desalineados.
A menudo hablamos de soltar relaciones, hábitos, viejos programas, etc., pero no tanto de la importancia de liberar el miedo, la falta de fe y esperanza, la desesperación, y sobre todo, la necesidad de resultados rápidos. Cuando no podemos esperar el tiempo de Dios o lo que deseamos crear, todavía no estamos alineados con el alma, y necesitamos aprender a recuperar la alineación, la armonía y la confianza en Dios.
Muchos de nosotros estamos atravesando este año el desafío de poner en práctica todo lo que hemos estado incorporando, aprendiendo y dominando. Este es el año que nos llevará a vivir como soberanos, y para saber si ya llegamos allí, recibiremos las oportunidades necesarias para ver si estamos preparados o no.
Cuanto más nos alineamos con nuestro poder interior y lo usamos para superar la adversidad, más encarnamos nuestra divinidad. Y cuanto más encarnamos nuestra divinidad, más saludables son los límites que creamos, para que solo el Amor, la Sabiduría y el Poder de Dios penetren en nuestro ser y nada ni nadie más.
Aprender a permanecer en calma durante la tormenta es lo que crea la maestría personal. Es lo que nos ayuda a darnos cuenta si practicamos amor incondicional, compasión, empatía y confianza, o si caemos en desesperación en los momentos en que aún no vemos hacia dónde vamos. Precisamente en esos momentos necesitamos sostener más fe. Este año nos ofrece a muchos el regalo de redirigir nuestra energía, nuestras vidas, de conocernos y redescubrir nuestro propósito, completamente.
Aceptar este reto implica dejar atrás muchas cosas de nuestra vida. Sin embargo, también significa abrazar nuestro auténtico camino divino y misión, y todo lo que está destinado a tocar nuestras vidas en esta nueva etapa.
No dejes que el silencio te confunda ni te aparte de tu propósito original. Estamos atravesando un pasaje en el que el silencio que precede a un cambio repentino puede sentirse como si nada estuviera sucediendo, como si todos los cambios que hemos estado creando desde dentro no estuvieran dando frutos. Nada más lejos de la verdad. Todo está siendo reorganizado y orquestado de manera divina para el bien de todos. Los actos benévolos, siempre dentro de la integridad y siguiendo los Tiempos de Dios, son más silenciosos y, sobre todo, lentos, porque cuidan de todos y de cada detalle.
Lo que no es benévolo es rápido, agrada al ego y proporciona un beneficio a corto plazo. Tengamos paciencia con lo que sabemos que está destinado a nosotros. No caigamos en la impulsividad y la desesperación, pues todo está cambiando rápidamente, pero no debemos olvidar que en el plano tangible todo toma tiempo para florecer.
Entre eclipses, oscilamos entre líneas de tiempo, anclando nuevas frecuencias, soltando y purificando, para luego volver a abrazar. No deseemos algo rápido, sino algo duradero para nuestra vida y nuestra alma.
Habita y espera en Dios. Cuando esperamos en Dios, nunca seremos decepcionados. Cuando queremos hacerlo todo a nuestra manera y en nuestro tiempo, sufrimos las consecuencias que podríamos haber evitado si tan solo hubiéramos confiado en Dios.
Todo está llegando a ti. No resistas, porque eso crea retrasos. Ten confianza en lo que recibes y en que donde estás es el lugar perfecto para ti, aunque a menudo sientas que no lo es; no sabes cómo sería estar en esa realidad imaginaria que pensabas para ti.
Todo es perfecto, lo veamos ya o no. Confía, confía, confía…
Con Amor Infinito,
Natalia Alba
Soy Espiritual, guía espiritual y terapeuta holística con años de experiencia en meditación, reiki, astrología y coaching, dedicada a ayudar a las personas a conectar con su esencia, sanar bloqueos emocionales y encontrar propósito. A través de soyespiritual.com, ofrezco herramientas como meditaciones, rituales y reflexiones para inspirar un camino de autoconocimiento, amor y plenitud, recordando a cada individuo que la paz y la alegría están dentro de ellos. Cursos Espirituales para el despertar de la consciencia.