Las almas evolucionadas tienen muchas opciones para elegir cuando reencarnan, así que ¿por qué elegimos venir a este mundo? Después de todo, el planeta Tierra es un ambiente altamente desafiante para el crecimiento avanzado del alma.
Las condiciones energéticas aquí ofrecen un excelente “aula” espiritual para las almas más jóvenes. La Tierra ofrece muchas experiencias de las que aprender. Justicia e injusticia. Amor y odio. Dolor y alegría. Fiesta y hambre. Riqueza y pobreza. La experiencia mágica de tener hijos también es muy atractiva y única en la Tierra.
Estas oportunidades de aprendizaje son una fuerte atracción para las almas jóvenes, pero para el alma mayor la experiencia física aquí tiende a ser frustrantemente lenta y densa. Existir en un cuerpo humano frágil es un reto añadido.
Hay otros planos de existencia donde un cuerpo físico o esfuerzos constantes para mantener una vibración elevada no son en absoluto necesarios. En esas dimensiones superiores no hay limitación espacio-temporal, ni forma material densa. Sólo existe la conciencia pura. También hay otros planetas en el Universo, más allá de nuestro sistema solar, donde la vibración energética es mucho más alta y ligera, y la expansión de la conciencia mucho más evolucionada, y menos agotadora.
Entonces, ¿por qué algunas almas viejas eligen repetir la experiencia humana una vez más, y se apuntan a otro difícil viaje vital en un lugar tan espiritualmente inhóspito aquí en la Tierra?
Cuando empezamos a “crecer” espiritualmente, empezamos a comprender que un despertar espiritual no consiste en tener experiencias dichosas, sino en servir a una causa mucho más elevada y profunda: el crecimiento colectivo de la raza humana ~ Mateo Sol
El Espíritu me ha mostrado que algunos de nosotros elegimos venir a la Tierra para aprender más sobre la manipulación de la energía. Es mucho más desafiante dominar la manipulación de la energía en este ambiente denso y físico. La telepatía y la telequinesis, por ejemplo, son especialmente difíciles. Es exigente navegar por las vibraciones de este planeta, lo que conduce a una mayor maestría. En los reinos superiores nos comunicamos telepáticamente y dirigimos y controlamos la energía con la mente.
Algunas almas también regresan al plano terrestre para saldar deudas kármicas pendientes. El karma humano creado en el plano terrestre no puede resolverse en otros planos de existencia. En los reinos superiores no hay mentiras ni engaños. No hay separación. No hay competencia. No hay envidia, codicia, lujuria, violencia ni lucha por el poder.
Los Trabajadores de la Luz son lo que yo llamo Almas Viejas… Tienen interés en servir. Quieren vivir una vida de pasión y propósito y que su vida signifique algo. Se preocupan por las personas y las causas que despiertan algo importante en su interior. Y muy a menudo sueñan con cómo la vida en este planeta podría ser mejor ~ Alana Fairchild
Muchas almas mayores también regresan como trabajadores de la luz para apoyar a aquellos que todavía están viniendo a aprender lecciones terrestres. Somos voluntarios espirituales que venimos porque nos sentimos llamados a hacerlo. Nos preocupamos por la humanidad, el planeta y la evolución global. Nos preocupamos por preservar la belleza de la naturaleza y proteger a los animales y el medio ambiente de esta realidad co-creada.
Hay una lucha constante en toda la creación para transformar la oscuridad en luz y continuar expandiendo el Universo. Para el alma antigua, este planeta ofrece muchas oportunidades para combatir el mal y la oscuridad con amor y luz. Por eso elegimos volver.
Soy Espiritual, guía espiritual y terapeuta holística con años de experiencia en meditación, reiki, astrología y coaching, dedicada a ayudar a las personas a conectar con su esencia, sanar bloqueos emocionales y encontrar propósito. A través de soyespiritual.com, ofrezco herramientas como meditaciones, rituales y reflexiones para inspirar un camino de autoconocimiento, amor y plenitud, recordando a cada individuo que la paz y la alegría están dentro de ellos. Cursos Espirituales para el despertar de la consciencia.
