¿Has notado que el tiempo parece volar más rápido de lo que solía? No estás solo. Muchas personas sienten que los días se alargan, pero los años pasan rápidamente. Thomas Mulligan compartió recientemente en TikTok una teoría llamada la “teoría de la percepción del tiempo”, que ofrece una explicación para este fenómeno peculiar. Vamos a sumergirnos en la teoría de Mulligan y explorar otros conocimientos psicológicos sobre por qué el tiempo parece estar acelerándose.
La teoría de la percepción del tiempo: por qué el tiempo se siente más rápido a medida que envejecemos
La teoría de Thomas Mulligan se basa en la idea de que, a medida que envejecemos, cada año representa una fracción más pequeña de nuestras vidas. Cuando somos jóvenes, un año se siente largo porque constituye una gran parte de nuestra experiencia de vida. Pero a medida que envejecemos, cada año representa un porcentaje menor, haciéndolo sentir más corto en comparación.
Como dice Mulligan: “En tu primer cumpleaños, un año representa el 100% de tu vida. En tu segundo cumpleaños, ese porcentaje baja al 50%. Para cuando tienes 20 años, un año constituye solo el 5% de tu vida”. Esta proporción decreciente crea la ilusión de que el tiempo se acelera a medida que envejecemos.
El impacto de la familiaridad en la percepción del tiempo
Los psicólogos han señalado durante mucho tiempo que nuestra percepción del tiempo está fuertemente influenciada por la cantidad de información nueva que procesa nuestro cerebro. Cuando nos enfrentamos a situaciones desconocidas, el tiempo parece ralentizarse ya que nuestras mentes trabajan para absorber nuevos detalles. En contraste, cuando estamos en situaciones familiares y rutinarias, nuestros cerebros operan en piloto automático, lo que hace que el tiempo parezca pasar más rápido.
El neurocientífico Santosh Kesari explica: “Cuando somos niños, experimentamos más cosas nuevas, lo que nos deja impresiones duraderas. Pero a medida que envejecemos, ocurren menos experiencias nuevas, y esto altera nuestra percepción del tiempo”. Esto explica por qué la infancia suele sentirse como una época que se prolonga, mientras que la adultez parece acelerarse.
La pandemia y el cambio digital: cómo 2020 cambió nuestra percepción del tiempo
Para muchos, los eventos de 2020 aceleraron la sensación de que el tiempo vuela. La pandemia global obligó a muchos a rutinas repetitivas: trabajar desde casa, interacciones sociales limitadas y una mayor dependencia de las plataformas digitales. Esta falta de variedad contribuyó a la sensación de que los días se mezclaban.
El concepto de “tiempo de confinamiento” sugiere que, aunque el mundo parecía detenerse, nuestra percepción del tiempo se distorsionó. La ausencia de experiencias significativas y la monotonía de las interacciones digitales hicieron que los últimos años se sintieran como si hubieran pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Novedad: la clave para ralentizar el tiempo
Una forma de contrarrestar la sensación de que el tiempo se acelera es introducir nuevas experiencias en tu vida. Los psicólogos sugieren que buscar novedades —ya sea viajar a lugares nuevos, aprender una nueva habilidad o probar actividades desconocidas— puede hacer que el tiempo se sienta más expansivo.
Este concepto se refleja en la “paradoja de las vacaciones”, donde las vacaciones suelen sentirse como si pasaran rápido en el momento, pero parecen más largas en retrospectiva debido a los recuerdos únicos que crean. Involucrarse en nuevas experiencias ayuda a tu cerebro a procesar más información, lo que puede hacer que el tiempo se sienta más rico y lento.
Mindfulness: vivir en el presente para expandir el tiempo
Otra técnica para ralentizar la percepción del tiempo es practicar mindfulness. Al involucrarte plenamente en el momento presente, puedes hacer que las experiencias cotidianas se sientan más significativas y memorables. Ya sea saboreando una comida o prestando atención a tu entorno durante una caminata, el mindfulness te ayuda a vivir a través de tus sentidos, haciendo que el tiempo parezca menos efímero.
Patricia Costello, neurocientífica, enfatiza la importancia de estar presente: “Cuando nos enfocamos en nuestras experiencias en lugar de en nuestros pensamientos, se crea un efecto de expansión del tiempo”. Al dirigir tu atención al presente, puedes ralentizar el paso del tiempo y hacer que cada momento cuente.
Por qué el tiempo se siente más rápido a medida que envejecemos
El fenómeno de que el tiempo se acelera a medida que envejecemos es ampliamente reconocido. La proporción decreciente de tiempo, combinada con la falta de nuevas experiencias, crea la ilusión de que los años se están escapando más rápido que nunca.
Los niños, sin embargo, perciben el tiempo de manera diferente. “Los cerebros de los niños todavía están en desarrollo, lo que impacta su percepción del tiempo”, dice Costello. “Su memoria de trabajo, atención y funciones ejecutivas están evolucionando, haciendo que el tiempo se sienta más lento para ellos”. Esto es lo que hace que la infancia parezca durar mucho más en comparación con la adultez.
Consejos prácticos para ralentizar tu percepción del tiempo
Si quieres hacer que el tiempo se sienta como si se moviera más lentamente, liberarte de la rutina es clave. Involucrarte en nuevas actividades, viajar a lugares desconocidos o conocer personas nuevas puede hacer que tus experiencias sean más vívidas y alargar tu percepción del tiempo.
Santosh Kesari también sugiere reflexionar sobre tu día como una forma de anclar tus recuerdos. “Dedica 30 minutos cada noche a reflexionar sobre lo que sucedió durante el día. Esto ayuda a solidificar esos recuerdos y hace que cada día se sienta más único”, aconseja. Al reflexionar deliberadamente sobre tus experiencias diarias, puedes hacer que el tiempo se sienta más largo y significativo.