La Inteligencia Emocional (IE) se define como una aptitud para identificar y gestionar las emociones y las emociones de los demás.
Se compone de tres habilidades principales: la capacidad de analizar sus propias emociones y los sentimientos de los que les rodean, la capacidad de aplicar sus emociones a las tareas, y la capacidad de tomar el control de sus emociones, así como, las emociones de los demás.
Ya sea en un entorno social o profesional, las personas emocionalmente inteligentes prosperan. Los estudios demuestran que tienen menos problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad.
Superan a los demás, sobresalen en sus trabajos, son felices en sus relaciones y trabajan constantemente para conseguir resultados positivos en todos los aspectos de la vida.
¿Cómo lo hacen? A continuación, se presentan 5 aspectos en que las personas emocionalmente inteligentes hacen de forma diferente y que usted puede empezar a hacer hoy mismo.
Saben decir que no
Las personas emocionalmente inteligentes confían en su gran fuerza de voluntad para decir no y decirlo en serio. Conocen el efecto que tendrá una tercera copa de vino en su capacidad para concentrarse en un proyecto importante en el trabajo el día siguiente.
Conocen y comprenden las consecuencias negativas a las que se enfrentarán si se desentienden de sus responsabilidades para ir a un viaje espontáneo de fin de semana.
De este modo, evitan la ansiedad que se deriva de tomar malas decisiones. Cuanto más confíen las personas emocionalmente inteligentes en su fuerza de voluntad para decir no, más podrán concentrarse en sus ambiciones y en su bienestar emocional.
Sólo dependen de sí mismos para ser felices
Las personas emocionalmente inteligentes son autosuficientes en todos los aspectos de su vida, incluida su propia felicidad.
Saben que depender de otra persona para sentirse alegres o dignos es exponerse a la decepción.
En su lugar, toman sus emociones en sus propias manos y encuentran aficiones con las que disfrutan, trabajan para conseguir logros que los lleven a un sentimiento de autoestima, y buscan en su interior el amor y la aceptación.
No se dejan llevar por el drama de los demás
Las personas emocionalmente inteligentes son muy empáticas con todas las personas que conocen.
Pero hay una gran diferencia entre ser un hombro para llorar y permitir que el drama de otra persona influya en tu propia vida y emociones.
Las personas emocionalmente inteligentes escuchan activamente, ofrecen ayuda y dan consejos suaves y cariñosos. Pero, no permiten que las vidas y reacciones de los demás gobiernen las suyas.
No se quejan
Rara vez una persona emocionalmente inteligente se queja o se hace la víctima.
Más bien, intentan encontrar una solución al problema en cuestión y confían en su capacidad para hacerlo.
En lugar de echar la culpa, aceptan el reto de encontrar la solución por sí mismos.
Las personas emocionalmente inteligentes se guardan sus decepciones personales para sí mismas y encuentran formas constructivas de afrontarlas, como largos paseos, yoga o meditación.
No viven en el pasado
Las personas que viven más en su pasado que en su presente se enfrentan a muchos retos mentales y espirituales que van desde el arrepentimiento hasta la nostalgia.
Las personas emocionalmente inteligentes honran su pasado -las personas que han amado, los errores que han cometido, las oportunidades que han perdido- pero son muy conscientes de la importancia de vivir en el aquí y el ahora.
Las personas emocionalmente inteligentes aprenden del pasado, en lugar de quedarse en él, y avanzan por el camino de su vida.
Si tienes todas estas características, te felicito y si no las tienes, llegó el momento de dejar atrás tu pasado y ser una nueva persona para prosperar en todos los aspectos de tu vida. La decisión está en tus manos.