En cada momento de nuestras vidas sucede algo importante. Tiene que ver con ayudarnos a ser conscientes de nuestra esencia, de quiénes somos realmente. Expresamos nuestra esencia a través de nuestra persona humana, pero somos mucho más que eso. Nuestra esencia ha sido ocultada de nuestra consciencia con nuestro propio consentimiento. Lo hacemos para limitarnos a una experiencia realista de la vida, donde podamos experimentar el miedo. En nuestra esencia, no existe el miedo, porque sabemos que somos una presencia personal dentro de una conciencia eterna e infinita, expresándonos y sintiendo aceptación incondicional y amor en cada instante. Al mismo tiempo, somos conscientes de que potenciamos toda la vida en todo aquello a lo que dirigimos nuestra atención. No tenemos límites de ninguna manera. Como fractales de una conciencia infinitamente creativa, en lo más profundo de nuestro ser sabemos que nuestra identidad humana es una creación de las limitaciones que nos hemos impuesto para poder experimentar esta realidad. De lo contrario, no conoceríamos el miedo. Con este conocimiento y al profundizar en nuestro entendimiento y sentimiento de amor y compasión, ahora podemos abrir nuestra consciencia a nuestro Ser ilimitado.
Somos una presencia eterna de consciencia, sin limitaciones de espacio y tiempo. Somos infinitamente creativos, utilizando nuestra imaginación y nuestros sentimientos internos para dirigirnos hacia aquello que atraemos. Esto nos permite acceder a un conocimiento profundo, entrando en un estado vibratorio de amor y alegría en cada momento. Esta es nuestra esencia, el estado en el que estamos libres de miedo y en sintonía con energías que potencian la vida. Podemos conocer profundamente a cada persona en la que ponemos nuestra atención. Somos plenamente telepáticos y mucho más. Todos podemos ser conscientes de esta forma de Ser. Se trata de una elección personal. ¿A qué prestamos atención? Ahí es donde dirigimos nuestra fuerza vital, y con ello estamos creando patrones energéticos que interactúan con vibraciones resonantes en el campo cuántico de todas las potencialidades. Al ingresar a nuestro espectro vibratorio elegido, estamos modulando las vibraciones que experimentamos.
La energía que expresamos constantemente es electromagnética y se manifiesta a través de nuestra imaginación, emociones y sentimientos internos. Lo importante de esto es que dirigimos nuestra atención mental y emocional. Estas capacidades generan patrones vibratorios que constituyen nuestras experiencias. Si deseamos cambiar nuestras vidas, debemos dirigir nuestra atención hacia los pensamientos y sentimientos que amamos. Tenemos esta elección en cada instante. Nuestro mundo se recrea millones de veces por segundo, y en cada fracción de tiempo tenemos la oportunidad de experimentar nuestra propia presencia de consciencia. Podemos considerar esto como una oportunidad para trascender nuestro entorno, sea cual sea, y dirigir intencionalmente nuestra atención hacia escenarios en los que nos gustaría participar, enriqueciendo nuestras vidas y mejorando la vida de quienes están dentro de nuestra consciencia. Tenemos la capacidad de elegir cómo queremos sentirnos en cada momento. Si logramos estar constantemente presentes en nuestra consciencia, podemos entrenar nuestro subconsciente para cooperar con la mejora de la vida en su totalidad.
Es nuestra consciencia y realización lo que nos lleva a dimensiones energéticas que podemos reconocer y con las que podemos alinearnos en resonancia. Esto es lo que experimentamos como real. Debemos reconocer los patrones energéticos para que se vuelvan reales para nosotros como elementos perceptibles. A través de nuestra atención, creamos la energía que experimentamos. Si deseamos conectar con nuestra esencia, debemos alinear nuestra atención con sus patrones vibratorios, los cuales son potenciadores de la vida en todos los aspectos. De manera intuitiva, sabemos cuáles son y podemos crear intencionalmente, sin límites, los escenarios y sentimientos que elegimos. Limitados solo por nuestro propio consentimiento, somos absolutamente creativos y podemos vivir en cualquier condición que podamos sostener en nuestra imaginación y atención. Los eventos en sí mismos son importantes para nuestra experiencia, pero también pueden ser una distracción de nuestra consciencia interna. Mientras aprendemos a trascender estas distracciones, podemos abrirnos a la consciencia del corazón. Esta es la fuente de nuestro conocimiento intuitivo dentro del espectro vibratorio de la mejora de la vida.
Al reconocer lo que realmente son, podemos ver que las creencias limitantes que nos hemos impuesto han servido para ampliar nuestra experiencia de la vida. Sin embargo, ahora nos mantienen dentro de una contención de consciencia. Al darnos cuenta de esta condición, podemos resolverlas intencionalmente y trascender este espectro energético, entrando en una dimensión de plenitud total en alineación con nuestra consciencia innata de compasión, gratitud, amor y alegría. Como fractales de la consciencia infinita, la cual es la causa y expresión de todo en el campo cuántico, cada uno de nosotros es, en esencia, una presencia localizada de consciencia. Esta consciencia es infinita y eterna, más allá de cualquier expresión, y capaz de experimentarlas todas.
Fuente: Kenneth Schmitt. https://www.ConsciousExpansion.org/blog