Tal vez, la necesidad obsesiva de validación en línea es parte de las actualizaciones en la era de las redes sociales. Cuando mi abuela se sentaba a la orilla del río a esperar a su “caballero”, no necesitaba tomarse selfies y publicarlos en Facebook para sentir que había algo oficial entre ellos; bueno, no había Facebook. Las cosas han cambiado desde aquellos días en los que usabas una foto tuya y de tu pareja como fondo de pantalla y se sentían en la cima del mundo. La gente parecía más feliz entonces. ¿La salud y las buenas relaciones son cosa del pasado?
Hoy en día, si no los muestras regularmente en las redes sociales, serías culpable de evitar el compromiso y esto podría causar una tensión en tu relación. También podrías ser acusado de no estar orgulloso de tu pareja o del horrible acto de ‘two-timing’. Tu espacio online debe estar repleto de detalles sobre tu relación si quieres mantener las cosas controladas en todos los frentes. Se acabaron los días en los que las relaciones se hacían oficiales en la tercera cita. Hoy en día, basta con subir tres fotos de “enamorados” a Snapchat y ya está todo listo.
La mayoría de la gente diría que no hay nada malo en compartir detalles de su relación en Internet. Estamos en la era de Instagram, Snapchat, Twitter, Facebook y WhatsApp Status. La vida de muchas personas gira en torno a la actualización de sus cuentas en las redes sociales, por lo que es natural que presuman de las personas que aman y las conviertan en un emblema en dichas cuentas.
No necesitas la aprobación online para ser feliz
Miles de personas adictas a las redes sociales sufren depresión y ansiedad social de leve a grave [1]. Cuando pasas mucho tiempo navegando por Instagram y siguiendo las vidas aparentemente exóticas de otras personas, corres un alto riesgo de caer en la línea de intentar “subir de nivel” a los demás. Podrías acabar viviendo una vida que no te puedes permitir y quedándote en una relación que realmente no quieres para impresionar a tus seguidores online. Si se produce una ruptura, tendrías que borrar minuciosamente todas las fotos de tu ex en tus cuentas y explicar el cambio a tus seguidores cuando vuelvas a encontrar el amor.
Tu relación no es una película romántica contemporánea. Puedes ser feliz en tus sentimientos. A las personas que son verdaderamente felices en sus relaciones les da igual salir en la página de su pareja o no [2]. Lo más importante es que pasen todo el tiempo que puedan juntos, compartiendo la vida del otro y creciendo juntos. Una pareja puede tener una vida perfecta en las redes sociales y ser muy disfuncional en la vida real. Para algunas personas, la vida virtual perfecta lo es todo: miles de personas no pueden ver cómo es la vida real.
Una encuesta realizada en 2016 a 170 estudiantes universitarios que mantenían relaciones exploró “la relación entre la autopresentación online y las características relacionales offline[3].” Los investigadores compararon el comportamiento de los que estaban más presentes en Facebook y los que se centraban en hacer que funcionara en el mundo real. Informaron de que las parejas offline eran más propensas a mantenerse comprometidas y felices en sus relaciones.
La verdadera felicidad viene de estar juntos
No deberías enfadarte si tu pareja tarda demasiado en subir la foto de tu reciente bombazo a su estado. Debería preocuparte más el hecho de que no os hayáis visto en un tiempo. La felicidad debe provenir de vuestras conversaciones en la vida real y del tiempo que pasáis en compañía del otro, o del tiempo que pasáis por Skype si tenéis una relación a distancia. Hablad de vuestro día, vuestros objetivos, vuestros sueños y vuestras aspiraciones. Escucha a tu pareja y disfruta de su amor y atención. Cuando no te desvivas por conseguir las fotos perfectas para Instagram, prestarás más atención a las cosas que importan.
No le debes a ningún seguidor online la prueba de que eres realmente feliz. No necesitas la validación o aprobación de nadie para hacer oficial tu relación. La mayoría de las parejas online sólo tienen una ilusión de felicidad que prospera en el espacio virtual. En el mundo real, suelen tener dificultades para mantener una conversación íntima.
Construir relaciones sólidas; construir buenas relaciones: esto es lo que puedes hacer:
Planificar citas en los lugares favoritos del otro.
No hace falta ir a la azotea más exótica de la ciudad para empezar. Averigua dónde le gusta a tu pareja salir y organiza una cita en ese lugar. Pasar tiempo en tu lugar favorito es estupendo, pero lo que es mejor es estar en ese lugar con alguien por quien sientes algo. Sus preferencias no tienen por qué ser las mismas, pero es importante que se sientan cómodos con la vida del otro y compartan sus intereses.
La comunicación lo es todo
Una relación tiende a pasar a un segundo plano cuando hay falta de comunicación. Sé abierto con tu pareja y habla de todo. Compartir detalles de tu vida y tus planes le hará saber lo importante que es para ti. Habla abiertamente de tus problemas y trata de encontrar soluciones antes de que se agudice la relación.
Honestidad
Es fácil caer en la trampa de las mentiras y destrozar la confianza. Decid la verdad desde el principio y sed completamente sinceros el uno con el otro. No mientas sobre tu carrera, tus finanzas, tus preferencias sexuales, tu edad o incluso cosas triviales sólo para coincidir con el gusto de tu pareja. Sé quien eres y si no te quieren así, entonces no están hechos para ti.
Discúlpate y perdona
Ninguna relación puede ser completamente perfecta porque en ella intervienen seres humanos con personalidades diferentes. De vez en cuando se producen desavenencias. Aprende a disculparte cuando te equivocas y a perdonar cuando tu pareja intenta arreglar las cosas. Sin embargo, si tu pareja es un infiel en serie o abusa de ti de alguna manera, es mejor que salgas rápidamente de esa relación tóxica. Te mereces algo mejor.
Celebrar los logros del otro
Por pequeños que sean esos logros, hazle saber a tu pareja que sus éxitos son también los tuyos. Alégrate de verdad por ellos e insiste en celebrar sus logros. La celebración no tiene por qué ser siempre en fiestas fastuosas o citas exóticas. Puedes celebrarlo con una pizza y unas copas de vino. Una graduación, un nuevo trabajo, un coche nuevo, un ascenso… simplemente hazle saber a tu pareja que le apoyas.
Tus seguidores en Internet se alegrarán y publicarán comentarios encantadores en tus fotos, pero esa misma gente se burlará vergonzosamente de ti cuando las cosas vayan mal. La verdadera felicidad viene de estar presente en la vida del otro y de crear un sistema de apoyo mutuo en el que la otra persona pueda apoyarse siempre.