A veces sentimos que otros nos han hecho daño de alguna manera horrible, y entonces nos preguntamos si los perpetradores recibirán su “castigo” o su “merecido”. Deseamos saber si la justicia divina caerá sobre ellos.
A veces estamos tan disgustados o enfadados que nos gustaría ver cómo se produce esa retribución inmediatamente y ante nuestros propios ojos. En estos momentos emocionales buscamos venganza y queremos ver a la otra persona cosechar lo que ha sembrado. Creemos que nos puede traer algo de paz que finalmente se haya hecho justicia.
Cuando era joven, a menudo escuchaba a mi madre referirse a la “Ley del Retorno”, sugiriendo que todo lo que ponemos ahí fuera, tanto lo bueno como lo malo, siempre volverá a nosotros. Ella decía que siempre vuelve a nosotros diez veces más.
También hay enseñanzas espirituales y tradiciones de sabiduría que sugieren que si no aprendemos nuestras lecciones y corregimos nuestros errores en esta vida, se convertirá en karma en la siguiente. Además, sugieren que eventualmente experimentaremos cualquier daño o maldad que hayamos impuesto a otros en nuestra propia vida, a veces durante varias vidas, hasta que hayamos aprendido realmente nuestra lección.
Entonces, ¿recibirán los demás lo que se merecen por el dolor y el sufrimiento que nos han causado? Según mi experiencia, rara vez es así, pero a partir de los mensajes de la mediumnidad probatoria, estoy convencido de que la revisión de la vida, cuando llegamos al otro lado, es inevitable. El alma que ha hecho daño a otra persona, tendrá que rendir cuentas y sentirá lo que la otra persona sintió muy intensamente.
Sé por los mensajes espirituales que han llegado de ciertos parientes y miembros de la familia en el otro lado, que ellos han revivido lo que yo había sentido cuando fueron duros con ellos en esta vida. Los espíritus suelen llegar con mensajes de culpa, remordimiento y arrepentimiento. El objetivo suele ser buscar la curación y el perdón.
Somos responsables de nuestros errores y debemos purificarnos. El karma es un sistema de justicia ~ Raven Shamballa
Las duras lecciones que nos da la vida tienden a hacernos más fuertes y más sabios. También puede ser parte de nuestro acuerdo original del alma. Sé que mis propias experiencias vitales desafiantes me han permitido empatizar e identificarme más plenamente con otros que pasan por situaciones dolorosas.
Supongo que hay muchas lecciones de vida que debemos aprender en lo que respecta a ser vulnerables y responsables, asumir la responsabilidad personal, enmendar las cosas y encontrar el perdón.