La inteligencia emocional es nuestra capacidad para percibir, controlar y evaluar nuestras emociones y las de los demás. Al igual que se mide la inteligencia (general), nuestra inteligencia emocional predice nuestra capacidad para gestionar nuestras emociones y comprender las de los demás.
Para ser sinceros, la inteligencia emocional está muy infravalorada y es una parte extremadamente importante del ser humano. Puede que no estés de acuerdo, pero escúchame. A lo largo de nuestra vida, las relaciones que mantenemos con los demás son extremadamente importantes por un sinfín de razones. Si quieres tener una vida plena, aprender a conectar con los demás y entenderlos es primordial.
Si observas los hábitos de las personas con altos niveles de inteligencia emocional, es probable que seas testigo de lo siguiente:
1. Prestan atención a su entorno.
Las personas emocionalmente inteligentes son muy observadoras. Prestan atención a las caras de las personas y a su lenguaje corporal, y escuchan las señales que podrían cambiar la energía emocional de la habitación. Por ello, suelen estar al tanto de los cambios que se producen y se preparan en consecuencia.
2. Saben leer entre líneas.
Leer entre líneas se traduce en escuchar lo que no se dice. Esto puede sonar imposible, o como algo que hace un vidente, pero en realidad, es algo que cualquiera de nosotros puede hacer. Si escuchas a alguien decir algo, y te parece que está tratando de expresar algo que siente, es probable que esté en lo cierto.
3. Son conscientes de sí mismos.
Las personas emocionalmente inteligentes son extremadamente conscientes de sí mismas. Prestan atención a sus propias emociones y a cómo reaccionan ante ellas. Por supuesto, eso no significa que no tengan errores, pero lo que sí significa es que cuando meten la pata, suelen ser rápidos en reconocerlo.
4. Conocen la importancia de hacer una pausa antes de reaccionar.
Una vez escuché a un terapeuta decir que una persona emocionalmente inmadura piensa e/i o emocionalmente por encima de la inteligencia. En pocas palabras, esto significa que reaccionan a sus emociones sin pensar bien las cosas. Y cuando lo piensas, eso tiene mucho sentido. Si quieres alinearte con una mentalidad más inteligente desde el punto de vista emocional, es importante que te detengas y pienses en tu reacción emocional antes de ponerla en acción. Nueve de cada diez veces, probablemente reaccionarás de manera diferente una vez que estés tranquilo.
5. Intentan encontrar un terreno común.
Las personas emocionalmente inteligentes son capaces de conectar fácilmente con los demás porque son capaces de establecer rápidamente un terreno común con casi cualquier persona. Es este rasgo el que también les facilita llevarse bien con casi cualquier persona.
6. Son de mente abierta.
Las personas emocionalmente inteligentes se dan cuenta de que lo que funciona para una persona no funcionará para todas. Además, entienden que cada uno está en su camino. Es debido a esta comprensión que pueden abordar la vida con una mente abierta.
7. No sacan conclusiones precipitadas.
En lugar de hacer suposiciones, la persona emocionalmente inteligente tiende a pensar en las cosas desde numerosos ángulos, o simplemente pregunta. Cuando sacas conclusiones precipitadas, es probable que pongas tu propio sesgo en tu suposición, lo que sólo te llevará a tener problemas.
8. Pueden gestionar los conflictos.
Cuando surge un conflicto, una persona emocionalmente inteligente es la persona que quieres tener cerca. Durante el conflicto, pueden mantener la calma, y pensar las cosas con claridad y de una manera que es propicio para llegar a un compromiso.
9. Se mantienen positivos.
Las personas emocionalmente inteligentes tienden a ver el lado positivo. Pueden cambiar su perspectiva e intentar alejarse de las trampas de pensamientos negativos que sólo les complican la vida. Esto no quiere decir que nunca sientan emociones negativas, porque las emociones negativas son necesarias. Lo que digo es que no se ponen una carga mental adicional o innecesaria al involucrarse en patrones de pensamientos negativos.
10. Entienden la importancia de los límites.
Los límites son extremadamente importantes, y las personas emocionalmente inteligentes se dan cuenta de ello. Los límites son los que ponemos entre nosotros y los demás y que disciernen cuánto estamos dispuestos a dar y recibir. Si alguien trata de aprovecharse de ellos, son rápidos para trazar una línea en la arena.
11. Saben regular sus emociones.
La regulación emocional también está infravalorada, pero es extremadamente importante. Saber regular las emociones difíciles es un superpoder, sobre todo ante las emociones intensas.
12. Tienen una alta empatía.
Los que son emocionalmente inteligentes también tienen la capacidad de una profunda empatía. Prestan atención a las necesidades de los demás y son considerados con ellos. Y cuando alguien de su entorno necesita un apoyo extra, son los primeros en echar una mano.