Todos tenemos acceso a los cuatro canales de energía psíquica e intuición. Estos incluyen la clarividencia (visión clara), la clarocognición (pensamiento claro), la clariaudiencia (audición clara) y la clarisentiencia (sentimiento claro). Aunque todo el mundo tiene acceso a cada uno de estos canales de guía interior, uno o más de ellos tienden a ser más fuertes para cada individuo.
La clarividencia es la vía para recibir la guía divina y la información espiritual a través de los sentimientos y las sensaciones físicas. Probablemente seas clarividente si a menudo dices: “Siento” o “Percibo”. Por ejemplo, puedes decir: “Siento que sería una buena idea”, o “Siento una mala vibración en este lugar”, o “No tengo un buen presentimiento sobre esa persona.
También puedes experimentar la clarividencia en forma de “hormigueos” en la piel o en la nuca cuando tus Ángeles o Guías están cerca o te envían un mensaje. Probablemente también tengas “presentimientos” o “corazonadas” sobre las cosas y normalmente experimentas las sensaciones en la zona del plexo solar.
Algunos clarividentes también captan con fuerza los sentimientos y las emociones de las personas y los animales. Este es un aspecto de la clarividencia que se conoce como empatía o sensibilidad.
Independientemente de cómo se experimente la clarividencia, es vital practicar un buen autocuidado espiritual. Los clarividentes son especialmente vulnerables a las influencias energéticas y pueden dejarse arrastrar fácilmente por el drama, la adicción y la codependencia, todo lo cual afecta negativamente a sus capacidades psíquicas y les distrae de su verdadero camino.
Entonces, ¿qué puede hacer un clarividente para protegerse? A continuación se presentan algunas estrategias rápidas y sencillas que te ayudarán a operar en tu nivel más alto. Si te sientes perdida o agotada en este momento, utiliza estos pasos para volver a ponerte en marcha y recuperar la armonía y el equilibrio interiores.
Se sorprenderá de lo rápido que las cosas empezarán a cambiar y a aclararse una vez que se comprometa a mantener su energía y su capacidad clarividente despejadas.
Despejar y equilibrar
Siempre que sientas emociones intensas o energías que claramente no son tuyas, o estés en un lugar público lleno de gente, llama al Arcángel Miguel para que te ayude a limpiar y descargar tu energía emocional, mental y física de todo lo que no es de Dios, la Fuente, el Espíritu, lo Divino.
Consigue apoyo
Obtén apoyo y guía de otros, pero asegúrate de involucrarte sólo con maestros, mentores, sanadores y lectores que sean trabajadores de la luz sancionados por Dios y que estén alineados con lo Divino y con tu bien más elevado. Hay muchos trabajadores espirituales con talento, pero no todos practican necesariamente una buena higiene psíquica y conciencia espiritual. Es especialmente importante para el clarividente rodearse sólo de los guiados divinamente, porque son muy vulnerables a todo tipo de información.
Confía en ti mismo
Practica constantemente el buen cuidado de ti mismo y establece límites energéticos. Cuando algo no te parezca bien, presta atención. No intentes forzar nada y no racionalices tus sentimientos. Tus sentimientos son señales, bendiciones, regalos de la guía interior. Cuanto más los ignores o los reprimas, más te perderás.
Tus sentimientos y tu sensibilidad son regalos divinos. Aprender a utilizarlos correctamente es una de las lecciones que has venido a aprender. Completa esta tarea y tu vida cambiará de forma positiva y milagrosa.