Explorar mi propio registro Akáshico fue una experiencia profundamente sanadora y esclarecedora. Al acceder a esta información, pude descubrir patrones kármicos profundamente arraigados que abarcan múltiples vidas. Descubrir el origen de estos patrones me ayudó a entender por qué ciertos miedos y bloqueos emocionales existían en mi vida presente.
Por ejemplo, uno de los descubrimientos más importantes fue el origen de un miedo persistente al abandono y la persecución que no podía atribuir a nada que hubiera sucedido en mi vida actual.
Al profundizar en mi registro Akáshico, desenterré recuerdos de vidas pasadas en las que fui perseguida como bruja y quemada viva en la hoguera, lo que dejó una huella imborrable en la memoria de mi alma. Aunque este descubrimiento fue doloroso, me dio la claridad que necesitaba para sanar esas heridas kármicas.
Los registros Akáshicos son una “biblioteca” metafísica o “base de datos” energética que contiene toda la información sobre el viaje de nuestra alma a lo largo de sus vidas. El Akasha alberga los registros de cada pensamiento, acción, emoción y experiencia que nuestra alma ha tenido. Forma parte de la conciencia colectiva o memoria universal que trasciende el tiempo y el espacio, y al acceder a esta información archivada, se puede obtener una visión de vidas pasadas, situaciones actuales y posibles caminos futuros.
El término “Akasha” proviene del sánscrito y significa “éter” o “cielo”, refiriéndose a la energía fuente o fuerza creativa que permea todo el universo. En el hinduismo y el budismo, el Akasha se considera tradicionalmente como la sustancia primaria de la que están formadas todas las cosas y es considerado el quinto elemento, junto con la tierra, el agua, el fuego y el aire.
El concepto de los registros Akáshicos como un archivo cósmico está más estrechamente asociado con la Teosofía. Este movimiento espiritual, fundado por Helena Blavatsky a finales del siglo XIX, introdujo al público occidental una síntesis de la espiritualidad oriental y el esoterismo occidental. Blavatsky y los teósofos posteriores describen los registros Akáshicos como una dimensión espiritual donde se almacena y se puede acceder a la historia del universo, las almas individuales y todos los eventos a través de la práctica espiritual.
Edgar Cayce, el famoso psíquico estadounidense, popularizó aún más el concepto a principios del siglo XX. En sus lecturas, Cayce accedía a los registros Akáshicos para proporcionar información sobre las vidas pasadas de las personas, problemas de salud y su desarrollo espiritual.
A menudo se cree que solo ciertas personas, como médiums psíquicos o sanadores energéticos, pueden acceder a los registros Akáshicos. También solía pensar que necesitaba un profesional experimentado que me guiara en el proceso. Sin embargo, a través de mi propia exploración, he llegado a darme cuenta de que esto no es necesariamente cierto.
Acceder a los registros Akáshicos es una práctica espiritual, como cualquier otra, que puede dominarse con algo de dedicación, confianza y paciencia. Los registros están disponibles para cualquiera que tenga la intención de crecer personal y espiritualmente, y sirven como guía para afrontar los desafíos de la vida, las relaciones, las lecciones de vida y la sanación kármica.
Cuanto más estudiaba los registros, más clara y resonante intuitivamente se volvía la información. Era como aprender a leer un nuevo idioma: desafiante al principio, pero poco a poco se hacía más familiar.
Los registros Akáshicos no solo tratan sobre explorar el pasado, sino también sobre recibir orientación para el presente y el futuro. En mi propio viaje de sanación, los registros me brindaron sabiduría sobre cómo liberar estos miedos ancestrales y reconectar con mi sentido de empoderamiento. Al comprender que estos miedos no eran resultado de algo que hubiera hecho mal en esta vida, pude perdonarme y comenzar a dejar ir.
Esta comprensión también me recordó el poder que tenía en esa vida pasada, el poder de la intuición y la conexión con la naturaleza. Al abrazar estos dones con un vigor renovado, pude sanar no solo emocionalmente, sino también espiritualmente, lo que me llevó a una vida más plena hoy.
La sanación Akáshica ha ayudado a transformar mi vida, y creo que esta sabiduría es una herramienta que cualquiera puede usar para su propio crecimiento personal y sanación. Acceder a los registros puede iluminar áreas de tu vida que tal vez no habías considerado, ofreciendo una comprensión profunda y el potencial para un cambio transformador.
La práctica de la sanación Akáshica
La sanación Akáshica está arraigada en diversas creencias espirituales, culturas diversas y tradiciones antiguas de todo el mundo. Es una práctica de sanación espiritual que implica acceder y trabajar con los registros Akáshicos para identificar, liberar y sanar bloqueos energéticos, traumas no resueltos, patrones kármicos y creencias limitantes que están afectando tu vida actual. Te permite explorar vidas pasadas, influencias ancestrales y otras huellas energéticas que pueden estar afectando tu bienestar emocional, mental, físico o espiritual actual.
A través de este proceso, puedes entender y sanar las causas profundas de patrones negativos como el miedo, la autolimitación, los desafíos en las relaciones, la ansiedad e incluso problemas de salud física. Es un proceso profundamente transformador diseñado para fomentar el crecimiento personal, liberar la deuda kármica y alinearte más plenamente con el Plan de tu Alma. Puede conducir a cambios personales profundos en la conciencia, sanación emocional y una mayor claridad espiritual al ayudarte a liberar lo que ya no te sirve y abrazar nuevas posibilidades para la evolución de tu alma.
Muchas tradiciones espirituales y prácticas de sanación energética incorporan aspectos de la sanación Akáshica, ya que acceden a la conciencia universal, el alma colectiva o dimensiones espirituales superiores para restaurar el equilibrio y la integridad. Estas prácticas trascienden el tiempo y el espacio y abordan patrones energéticos o traumas profundamente arraigados. Algunos ejemplos clave incluyen la Terapia de Regresión a Vidas Pasadas, Reiki, Theta Healing y la Sanación del Alma Astrológica.
Todas estas prácticas implican acceder a reinos espirituales superiores o la conciencia colectiva de alguna manera para abordar y sanar patrones, traumas o desequilibrios profundos, con la intención de ayudar a las personas a vivir vidas más empoderadas y espiritualmente alineadas.
La tradición de la recuperación del alma
Un buen ejemplo de sanación Akáshica tradicional es la práctica de la Recuperación del Alma en las antiguas tradiciones chamánicas que datan de miles de años y se encuentran en culturas indígenas de todo el mundo, particularmente en el chamanismo siberiano, nativo americano y centroasiático. En estas tradiciones, la salud del alma se considera fundamental para el bienestar general de una persona, y la enfermedad o el desequilibrio emocional a menudo se atribuyen a una pérdida o fragmentación del alma.
En el chamanismo, se cree que la pérdida del alma ocurre cuando una persona experimenta trauma, miedo extremo, dolor o shock, lo que provoca que una parte de su alma “escape” como mecanismo de supervivencia para protegerse. Esta pérdida puede llevar a sentimientos de desconexión, vacío o falta de vitalidad en la vida. La Recuperación del Alma se centra en recuperar esos fragmentos perdidos del alma que han sido separados por el trauma o la adversidad.
Los sanadores chamánicos, o chamanes, entran en estados alterados de conciencia para viajar a reinos espirituales y recuperar estas partes perdidas del alma y devolverlas a la persona para su sanación e integración. De esta manera, el chamán ayuda al individuo a reclamar estas partes perdidas y restaurar su poder personal, su sentido de identidad y su bienestar emocional.
En teoría, todos pueden acceder a sus registros: se trata de encontrar la frecuencia meditativa adecuada para conectarse y canalizar la información a través del subconsciente hacia la mente consciente ~ Shabana Patker-Vahi