Si nunca has experimentado la disociación, entonces el concepto puede parecerte extraño. O quizás la hayas experimentado y simplemente no te hayas dado cuenta.
En pocas palabras, la disociación es lo que ocurre cuando podemos desconectarnos de nuestra experiencia sensorial, pensamientos, sentido del yo o historia personal. Cuando esto sucede, puede hacer que se manifiesten sentimientos de irrealidad, y la experiencia es extremadamente alarmante. En otros casos, es posible que ni siquiera te des cuenta de que estás disociando, porque puede ser tan leve como sentir que estás en piloto automático.
Estos son algunos signos de disociación a los que hay que prestar atención:
1. Te quedas en blanco o te olvidas de las cosas que ocurren durante los periodos de tiempo.
La disociación puede hacer que tengas una experiencia similar a la de entrar en modo de piloto automático. El problema con esto es que puedes llegar a estar tan automatizado que te desconectas. Debido a eso, puedes olvidarte de hacer cosas u olvidar tus experiencias por completo, porque te has desconectado de la experiencia.
2. Cuando intentas recordar los acontecimientos, todo parece borroso.
Cuando alguien te pregunta sobre algo o trata de hablarte de un momento pasado, te cuesta imaginar el pasado. Los momentos del pasado parecen muy borrosos, como si supieras que estuviste allí, pero no recuerdas mucho de haber estado allí.
3. Siempre te sientes desconectado de tu entorno.
La disociación puede hacer que te desconectes (literalmente) del mundo que te rodea. En lugar de estar presente en el momento con tu entorno, es probable que te evadas.
4. Tienes que forzarte constantemente a permanecer en el momento.
Para los que son conscientes de que van a la deriva, puede ser una lucha permanecer en el momento. Por mucho que lo intentes, te darás cuenta de que tiendes a desconectar, sin ni siquiera intentarlo. Es casi como si tu cerebro estuviera programado para hacerlo porque así es.
5. Con frecuencia pierdes la noción del tiempo.
Los que se disocian también tienden a perder la noción del tiempo. La razón de esto es que, en muchos sentidos, te estás desconectando. La psicóloga Rebecca Semel compara esto con una experiencia extracorporal porque la disociación suele ser un hecho común después de un trauma.
6. Cuando estás alterado, te cuesta permanecer en el momento.
Esto también se relaciona con el hecho de que la disociación es a menudo una ocurrencia común entre los sobrevivientes del trauma. En muchos sentidos, se convierte en un mecanismo de afrontamiento que hace que nos retraigamos cuando nos enfrentamos a algo que es emocionalmente abrumador. Incluso en momentos que no son traumáticos, pero que son difíciles de afrontar, nuestra tendencia a retirarnos y disociar puede aumentar.