
La naturaleza del pensamiento consciente (tú mismo), o de tu mente egoica, está marcada por el miedo, las dudas y los juicios. Estos elementos giran como una corriente en tu conciencia, llevando un flujo constante de palabras, sonidos e imágenes que moldean tu percepción de la realidad. Esta corriente mental es una fuerza activa que influye en cómo interpretas tus experiencias e interactúas con el mundo exterior. El único significado real que posee esta actividad mental depende directamente del tiempo y la energía que dediques a enfocarte en ella.
En esencia, los pensamientos que alberges pueden empoderarte o atraparte en ciclos de negatividad, todo según la atención que elijas otorgarles.
Actualmente, la humanidad navega un laberinto de pensamientos y emociones, lidiando con la complejidad de las ilusiones y los engaños que permean sus vidas cotidianas. Muchos buscan claridad y verdad en medio del ruido de desinformación y presiones sociales.
Este deseo de comprensión puede generar una mayor sensación de confusión e incertidumbre, ya que las personas luchan por discernir lo auténtico de lo falso.
La conciencia colectiva humana es un paisaje dinámico donde confluyen diversas energías y pensamientos. A medida que te haces más consciente de tu interconexión, puedes encontrarte absorbiendo no solo tus propios pensamientos, sino también los de otros.
Cuando empiezas a elevar tu vibración (tu estado de ser), ocurre un fascinante trasformación en ti. Comienzas a desarrollar una profunda sensibilidad hacia las vibraciones de los demás y del todo junto contigo.
Esta sensibilidad aguda puede ser tanto una bendición como un desafío. Por un lado, permite conexiones más ricas y una comprensión mayor del experimentio humano; por otro lado, puede derivar en un flujo abrumador de pensamientos y emociones externas que no se alinean con tu ser auténtico.
Es esencial reconocer que frecuentemente, nuestra mente recoge las divagaciones de la conciencia colectiva, dando lugar a pensamientos extraños o desconectados de nuestro yo verdadero.
Este fenómeno es especialmente común cuando te despiertas a tu naturaleza interconectada, dándote cuenta de que no eres un ser completamente separado, sino parte de una vasta telaraña de conciencia.
En este proceso de despertar, resulta crucial practicar el distanciamiento de tus pensamientos. No cada pensamiento que ingresa en tu mente es un reflejo de tus creencias o deseos auténticos; muchos son simples eco (reflejos) de la conciencia colectiva a la que has estado sumergido.
Debes discernir, desde tu perspectiva propia y elevada, qué es real para ti y qué no lo es. Para navegar este complejo paisaje mental, necesitas cultivar una mente discerniente (una conciencia selectiva) y liberarte de pensamientos y creencias que ya no resuenan con la nueva frecuencia vibracional que estás descubriendo.
Liberar las cosas que ya no sean aceptables para tu ser en evolución es un paso vital en el viaje de crecimiento personal. Significa elegir conscientemente soltar los miedos, las dudas y los juicios que ya no te sirven, permitiendo espacio para nuevas ideas y pensamientos empoderantes.
De esta manera, creas un ambiente donde tu ser auténtico pueda florecer sin el lastre de influencias externas. Abraza el viaje interior y reconoce que la mente es una herramienta poderosa; puede o bien encerrarte en las limitaciones del miedo y la duda, o liberarte hacia un estado de conciencia expansiva, amor y confianza.
A medida que continúes elevándote vibracionalmente, recuerda: tienes el poder de moldear tus pensamientos, y por ende, tu realidad personal.
Mensaje para los Despiertos, de Kuan Yin a través del Canal Chellea Wilder en UniversalLighthouse.com
Soy Espiritual, guía espiritual y terapeuta holística con años de experiencia en meditación, reiki, astrología y coaching, dedicada a ayudar a las personas a conectar con su esencia, sanar bloqueos emocionales y encontrar propósito. A través de soyespiritual.com, ofrezco herramientas como meditaciones, rituales y reflexiones para inspirar un camino de autoconocimiento, amor y plenitud, recordando a cada individuo que la paz y la alegría están dentro de ellos. Cursos Espirituales para el despertar de la consciencia.