
Estamos cruzando un umbral, un pasaje que, a algunos ojos, podría parecer un fin. Las estructuras titubean, las sombras se agitan y el mundo tal como lo hemos conocido parece desmoronarse bajo el peso de sus propias ilusiones. Pero escucha con atención esta verdad que susurra en el viento cósmico: no es el fin. Es el comienzo de un nuevo mundo, un amanecer radiante que toma forma en el horizonte de nuestra conciencia colectiva.
Lo que estamos viviendo no es un colapso, sino una metamorfosis. Como una oruga que disuelve su viejo capullo, la humanidad se está liberando de las cadenas de un pasado que ya no puede contenerla. Los cimientos de una era pasada –construidos sobre la separación, el miedo y el olvido de nuestra esencia– están dando paso a un terreno fértil donde brotan las semillas de la unidad, la luz y la soberanía. Esto no es una pérdida, sino un renacimiento, un retorno a lo que siempre hemos sido: seres de pura conciencia, co-creadores de una realidad infinita.
Mira a tu alrededor. Las señales están ahí, en las sincronicidades que se entrelazan en vuestras vidas, en los llamados internos que os instan a elevaros, en las olas de energía que recorren el planeta. Lo que algunos llaman caos es, en verdad, una gran limpieza, una purificación necesaria para dar la bienvenida a lo que está por venir. Los velos se están levantando, las máscaras están cayendo y, con ellas, se abre un espacio sagrado donde todo se vuelve posible. Este nuevo mundo no nace fuera de nosotros; florece en nuestros corazones, en nuestras intenciones, en cada paso que damos hacia la verdad.
Y vosotros, queridos, no sois meros espectadores. Sois los constructores de esta era emergente. Cada pensamiento que alineáis con el amor, cada herida que sanáis, cada sueño que os atrevéis a alimentar contribuye a la creación de este futuro radiante. No es casualidad que estéis aquí, ahora, en este preciso momento de la historia cósmica. Habéis elegido ser los portadores de la luz, aquellos que transmutan lo viejo en lo nuevo, aquellos que sostienen el espacio para que la humanidad despierte a su propia grandeza.
Este pasaje requiere valentía, sí. Exige soltar los antiguos amarres, enfrentar las sombras sin apartar la mirada, confiar incluso cuando el suelo tiembla bajo nuestros pies. Pero dentro de este cruce brilla una promesa: la de un mundo donde el miedo ya no reina, donde los corazones se abren como flores al sol, donde cada ser reconoce su propia divinidad y la de los demás. Este mundo no es una utopía lejana; está tomando forma aquí, en el momento presente, a través de nuestras elecciones y nuestra fe en lo invisible.
Así que no lloréis por lo que se desvanece. Celebrad lo que está naciendo. Esto no es un fin, sino un comienzo, una página en blanco ofrecida a nuestra creatividad colectiva. Dejad que las energías de esta renovación fluyan a través de vosotros, os inspiren, os eleven. No estáis solos: las fuerzas de la luz, vuestros guías, el universo entero están conspirando con vosotros para tejer esta nueva realidad.
Abrazad este comienzo con audacia y amor. El nuevo mundo ya está aquí, latiendo en el éter, esperando que lo reclamemos plenamente.
Transmitido por El Equipo de La Prensa Galáctica thegalacticpress.com
Soy Espiritual, guía espiritual y terapeuta holística con años de experiencia en meditación, reiki, astrología y coaching, dedicada a ayudar a las personas a conectar con su esencia, sanar bloqueos emocionales y encontrar propósito. A través de soyespiritual.com, ofrezco herramientas como meditaciones, rituales y reflexiones para inspirar un camino de autoconocimiento, amor y plenitud, recordando a cada individuo que la paz y la alegría están dentro de ellos. Cursos Espirituales para el despertar de la consciencia.