
De maneras que nos impiden expandir nuestra conciencia, hemos sido restringidos por creencias ocultas que nos mantienen atrapados dentro del rango negativo de frecuencias y polaridades electromagnéticas. Aunque existen innumerables formas de comprender la naturaleza de nuestra realidad y el espectro de vibraciones más allá de nuestros sentidos físicos, hemos creído que fuera de estos sentidos no podemos percibir ninguna vibración ni sentir ninguna presencia. La base de esta barrera a nuestra percepción es nuestra adicción subconsciente a las vibraciones de la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. Al reconocer estas energías con nuestra atención, las hacemos reales en nuestra experiencia. Nuestra realidad es una interacción entre los patrones de ondas que llenan el campo cuántico y nuestra propia conciencia. Aunque tenemos la capacidad de interactuar con cualquiera de ellos, nos hemos cegado a todos los patrones energéticos más allá de nuestros sentidos físicos por miedo a lo desconocido. Esto genera una creencia en la nada y provoca incomodidad ante la trascendencia.
Lo desconocido no existe en la conciencia del ego, excepto como una etiqueta, no como una experiencia. Si bajamos la guardia, tememos lo que pueda suceder y cómo podríamos ser presa de fuerzas negativas. Por esta razón, debemos dar un salto de conciencia para trascender el ego. Podemos seguir dándonos cuenta y cuestionando nuestras creencias limitantes, para así aceptarlas, agradecer las experiencias que han aportado a nuestra comprensión y luego liberarnos de sus restricciones.
En nuestra imaginación, podemos experimentar la resolución de nuestra negatividad personal y la libertad y armonía que esto genera. Este proceso alinea nuestra firma energética con un plano superior en una dimensión donde solo la energía positiva está presente. No cambia nuestra existencia empírica, pero transforma la calidad de nuestras experiencias. A medida que aprendemos a vivir en constante gratitud y aceptación de todo, y con el deseo de enriquecer la vida, podemos llenar nuestra existencia de mayor vitalidad y alegría.
Esta es una perspectiva posible para nosotros. Para hacerla real en nuestra experiencia, podemos practicarla y descubrir lo que sucede. Tendremos que enfrentarnos a miedos y dudas poderosos para poder liberarnos de ellos. Eventualmente, tendremos que confrontar nuestra creencia en la mortalidad. Como esta creencia nos ha impedido reconocer nuestra existencia más allá del cuerpo, ha generado el temor a la desaparición y es la raíz de todos nuestros miedos. Se basa en nuestra decisión intencional de no saber lo que en lo más profundo de nuestra conciencia ya conocemos.
Si deseamos convertirnos en exploradores de la conciencia, tenemos la opción de vivir con percepciones que potencien la vida o que la limiten, con una orientación positiva o negativa. El resultado de estas elecciones dirige nuestra presencia consciente hacia una mayor vitalidad o hacia una mayor depresión. Si hemos tenido suficiente experiencia con la negatividad, podemos elegir dar el salto más allá del miedo y entrar en una aceptación y comprensión ilimitadas. Podemos alcanzar una perspectiva trascendental de gran conciencia sobre cómo funciona la vida y cuál es su verdadera esencia. Siguiendo nuestra sabiduría interior, podemos volvernos expertos en crear la vida que amamos, tanto para nosotros como para toda la humanidad. Cuando estamos alineados con la conciencia de nuestro Creador, sentimos gratitud y aceptación por toda nuestra vida, que se vuelve plena en todos los sentidos e ilimitada.
Fuente: Kenneth Schmitt. https://www.ConsciousExpansion.org/blog