
«Toda la humanidad, sin excepción, avanza a pasos agigantados… sí, incluso aquellos que parecen estancados o atrapados en la victimización, en la interacción kármica de causa y efecto, en el drama del bien y el mal, o en la conciencia dual/polar.
En lo más profundo de cada Ser consciente, hay un malestar, un anhelo, una sensación de que deben realizarse cambios, de que no pueden seguir en los mismos patrones dolorosos de existencia.
Como estás observando, algunos elegirán abandonar el cuerpo físico y regresar a su forma espiritual, esperando un tiempo más fácil y suave para regresar y continuar el viaje de expresión física. Otros se vuelven valientes al extenderse hacia lo desconocido y descubren que los estamos esperando allí para ayudarlos. Y así comienzan a esperar y soñar, tomando el control de su destino.»
~ Arcángel Miguel a través de Ronna Vezane
Este mensaje continúa diciendo que, al elevarnos en frecuencia junto con la Tierra, y debemos hacerlo para permanecer aquí y mantener nuestro equilibrio y estado vibratorio alto, también sentimos el ansia, el dolor y la ansiedad de quienes nos rodean. En cierta medida, esto es una espada de doble filo.
Sí, ahora estamos avanzando (y algunos de nosotros ya hemos avanzado firmemente) hacia la quinta y hasta la sexta dimensión, donde el ruido, el caos y el desacuerdo de los niveles vibracionales más bajos ya no están dentro de nuestra conciencia. No los experimentamos. En muchos sentidos, vivimos en un universo paralelo, y ahora comprendemos profundamente la frase: «estamos en el mundo, pero no de él.»
Y sin embargo, hay momentos en que sentimos dolor y ansiedad que no están relacionados con nuestra experiencia inmediata ni con nuestra evolución espiritual. Nos preguntamos de dónde proviene este desacuerdo. Sí, proviene de quienes nos rodean, pero también proviene de las fragmentaciones del alma que forman parte de nuestro Ser más amplio.
No olvidemos: nuestro Ser Superior se fragmentó una y otra vez al moverse hacia diversas formas de expresión en este subuniverso, incluyendo la Tierra. Nuestra tarea en esta vida vital es reunir todas esas fragmentaciones del alma en nuestro camino de regreso a casa.
Así como nos fragmentamos antes, ahora nos estamos reuniendo nuevamente. Estamos invirtiendo ese proceso. Algunas de estas fragmentaciones representan nuestras partes de baja vibración, mientras que otras son mucho más elevadas y refinadas que el estado espiritual en el que actualmente nos encontramos. Al acercarse a nosotros, y al volverse conscientes de su presencia, se integran gradualmente en nosotros, y luego aprendemos de ellas.
Por eso es importante no juzgar, sino mantener la Luz hasta que esa sensación de desacuerdo pase. Otro factor crucial en este mensaje del Señor Miguel es que debemos seguir alineándonos con los patrones vibracionales crecientes de la Tierra. Ella también es un Ser consciente que se eleva en conciencia divina, al igual que nosotros. Nos corresponde continuar correspondiendo a su vibración, vibración por vibración; de lo contrario, tendremos que abandonarla y regresar en un momento posterior.
No podemos aumentar nuestras vibraciones solo leyendo mensajes, asistiendo a seminarios, conferencias virtuales o eventos organizados por esos maravillosos maestros que están ahí para guiarnos. Podemos obtener cierto sentido de comunidad y calidez interior, y una gran sensación de conciencia de unidad a través de estos eventos, pero ni ellos ni sus actividades nos salvarán. Solo nosotros podemos salvarnos a nosotros mismos.
La única forma de continuar ascendiendo es permaneciendo en el poder del momento presente, donde reside nuestro Poder Cósmico, y manteniendo un estado alfa de conciencia mediante la eliminación del ruido mental. Asimismo, es esencial la tonificación diaria de los chakras, la meditación, sentarse en silencio, estar en la naturaleza, y sobre todo, la práctica diaria de la respiración infinita. Estas son las herramientas y técnicas que el Arcángel Miguel y Ronna Vezane nos han proporcionado. Es fundamental mantener un estado vibratorio alto, ya que la Luz que llega aumenta día a día.
En sentido general, debemos ser la Luz que ilumina el camino para otros, porque la humanidad está entrando en una «noche oscura del alma». Muchos se encuentran en una zona de vacío que eventualmente los impulsará hacia un estado más elevado de Ser, pero por ahora necesitan aliento y guía. Se necesitan maestros ahora más que nunca.
Mientras nosotros «ascendemos y brillamos», también lo hacen quienes nos rodean.
Por Jennifer Chapin
Soy Espiritual, guía espiritual y terapeuta holística con años de experiencia en meditación, reiki, astrología y coaching, dedicada a ayudar a las personas a conectar con su esencia, sanar bloqueos emocionales y encontrar propósito. A través de soyespiritual.com, ofrezco herramientas como meditaciones, rituales y reflexiones para inspirar un camino de autoconocimiento, amor y plenitud, recordando a cada individuo que la paz y la alegría están dentro de ellos. Cursos Espirituales para el despertar de la consciencia.