
Cada mañana, al despertar, trato de recordar decir una pequeña oración. Es la misma que he estado recitando a mí mismo durante muchos años.
Gracias, Dios, por otro día y otra oportunidad para ser mi yo más alto. Gracias por esta vida y por la maravilla de este momento. Gracias por todo lo que me ha pasado, por todo lo que está pasando ahora y por todo lo que pasará. Todo eso ha producido la perfección de esta siguiente respiración y la gloria de quien soy y de quién voy a ser. Amén.
Es bueno para mí comenzar cada día con gratitud. Luego, mientras entro en la ducha, me dejo llevar por una canción. Normalmente suena “Everything’s Goin’ My Way”, que creo viene del musical Oklahoma! de Rodgers y Hammerstein:
Oh, qué hermosa mañana…
Oh, qué hermoso día…
Siento un maravilloso sentimiento
¡Todo va a mi favor!
Oh, qué hermoso día…
Cuando llego al espejo para afeitarme y peinarme, me sonrío. Sí, me lanzo una gran sonrisa a mí mismo. ¿Sabías que la risa desintegra cualquier energía negativa? ¿Sabes que es imposible estar de mal humor mientras cantas? La canción lo impide. Y si realmente agradeces, no puedes expresar enojo; son mutuamente excluyentes.
Usa esta sencilla fórmula y comenzarás cada día con una mentalidad que cambiará todo lo que sucederá en las horas siguientes. Es importante entenderlo: lo que experimentas es el resultado directo de la energía que invocas.
Lo que también trato de hacer cada mañana
- Leer o escribir algo sagrado – algo significativo, cálido y maravilloso sobre Dios, vida y amor, y cómo experimentar los tres al máximo.
- Ponerlo a un lado y dedicar un momento a perdonar silenciosamente: perdono a todos por todo, e incluyo mi propio perdón en ese círculo.
Mi fórmula de cinco pasos para abrir cada día
- Gratitud
- Canción
- Sonrisa
- Nutrición sagrada
- Perdón
No necesariamente en ese orden; toca los cinco si puedes. Si lo haces, te reto a salir del dormitorio sin oscuridad ni mal humor, ¡es imposible!
Dos cosas más que transformarán tu relación con tu pareja
- Piensa en tu ser querido – quien esté más cercano a ti ahora – y prepara un presente en tu corazón y mente para ofrecerle antes de que termine el día. Hazlo una vez al día.
- Cierra cada jornada con una recitalación: “Lo que agradezco contigo hoy…”, enumerando verbalmente los elementos, describiéndolos detalladamente.
Tres cosas finales que cambiarán toda tu vida
- Mueve a través del día sabiendo que caminas con Dios y que Él camina contigo, y que alguien más llegará a ti; tendrás un regalo en tus manos. No sabes qué es ahora, pero lo sabrás cuando Dios lo traiga.
- Haz algo valiente e inesperado en las próximas 12 horas, y repítelo cada día. Luego, atrévete a recibir todo lo que la vida ofrece ese día con entusiasmo; es tu regalo de la vida.
- Sé amable contigo mismo esta noche: dándote un pequeño premio y mimarte, diciendo “gracias” a ti y a Dios por vivir plenamente ese día.
Mi método de diez pasos para alcanzar la felicidad diaria
No me preocupo por establecer metas a largo plazo ni cumplir objetivos diarios; tampoco me concentro en impulsar proyectos o usar mi tiempo sabiamente como dicen los oradores motivacionales. Simplemente utilizo Gratitud, Generosidad, Ganancia y Dios – las Cuatro G – como camino hacia la plenitud y la alegría, y siempre llegan allí.
Con amor puro,
Neale Donald Walsch
Soy Espiritual, guía espiritual y terapeuta holística con años de experiencia en meditación, reiki, astrología y coaching, dedicada a ayudar a las personas a conectar con su esencia, sanar bloqueos emocionales y encontrar propósito. A través de soyespiritual.com, ofrezco herramientas como meditaciones, rituales y reflexiones para inspirar un camino de autoconocimiento, amor y plenitud, recordando a cada individuo que la paz y la alegría están dentro de ellos. Cursos Espirituales para el despertar de la consciencia.