Mira, la cuestión es ésta: eres tranquilo. No funcionas de la misma manera que los demás. Y eso está perfectamente bien. Eres introvertido, y no tienes nada de qué avergonzarte.
Si acabas de descubrir la mágica y empoderadora palabra “introvertido”, quiero que sepas que estás en buena compañía.
¿Sabías que entre el 25% y el 40% de las personas son introvertidas? Incluso aquellas personas en tu vida que parecen ruidosas y extrovertidas podrían ser introvertidas también. (¡Más sobre esto en breve!)
Entonces, la pregunta es: ahora que has descubierto que eres introvertido… ¿qué sigue?
¿Qué haces con ese conocimiento?
Como introvertido con una misión, mi trabajo es ayudarte.
¿Qué es un Introvertido?
La palabra introvertido proviene del latín intro (hacia adentro) y vertere (girar). En esencia, la introversión se refiere a la tendencia a volcarse hacia el interior; a vivir una rica vida interna.
Psicológicamente, el término fue popularizado en la década de 1920 por el psiquiatra suizo Carl Jung, quien propuso que existen dos grandes tipos de personalidad: los introvertidos y los extrovertidos. Todos tendemos a inclinarnos hacia un extremo del espectro. Hoy en día, se entiende que un introvertido es una persona tranquila, que disfruta pasar tiempo sola o con un par de amigos cercanos y que prefiere entornos calmados.
Como escribo en mi libro Quiet Strength:
Si eres introvertido, naciste con un temperamento que anhela estar solo, se deleita con conexiones significativas, piensa antes de hablar y observa antes de acercarse. Prosperas en el santuario interior de la mente, el corazón y el espíritu, pero te achicas en el mundo externo del ruido, el drama y el caos. Eres sensible, perceptivo, amable y reflexivo. Prefieres trabajar entre bastidores, conservar tu valiosa energía e influir en el mundo de una manera silenciosa, pero poderosa.
19 Señales de que eres Introvertido
Aquí tienes algunas señales a tener en cuenta:
- Anhelas pasar tiempo solo después de un día ajetreado.
- Las conversaciones triviales te resultan increíblemente agotadoras.
- Eres perceptivo y notas cosas que otros pasan por alto.
- Te sientes abrumado en una gran multitud.
- No te gustan los entornos ruidosos y de ritmo acelerado.
- A menudo necesitas espacio para pensar y procesar.
- Tienes una personalidad intensa.
- Tus intereses y pasatiempos no dependen de los demás.
- Si puedes evitar una reunión o fiesta, lo harás.
- El networking te hace sentir incómodo.
- Prefieres llevar la vida de manera pausada y constante.
- Tienes pocos amigos.
- Sientes que las personas te agotan.
- Tiendes a sobreanalizar todo.
- Posees un alto nivel de autoconciencia.
- Sueles rumiar y obsesionarte.
- Te interesan temas como la ciencia, la filosofía y la espiritualidad.
- Odias ser el centro de atención.
- Eres un buen oyente, pero te cuesta expresar tus pensamientos.
¿Cuántas de estas señales de introversión te identifican? ¡Compártelo en los comentarios!
15 Mitos sobre los Introvertidos
Somos el creativo Dr. Seuss, la cantante llena de alma Adele y el excéntrico Salvador Dalí. Constituímos un gran porcentaje de los mejores pensadores, filósofos, científicos y artistas del mundo. Sin embargo, nos encontramos siendo intimidados, menospreciados y mal diagnosticados como socialmente ineptos e incluso amenazadores.
Si uno de los instintos más elevados del ser humano es la autopreservación, no es de extrañar que muchas personas teman lo que no entienden: el introvertido silencioso. A continuación, se resumen los 15 mitos principales sobre los introvertidos:
Mito 1 – Los introvertidos son arrogantes
Verdad: Somos socialmente cautelosos.
Es cierto que los introvertidos podemos parecer fríos o distantes, pero es porque estamos concentrados en procesar información internamente. Además, preferimos mantenernos al margen con personas que no son cercanas y tomar precauciones en territorios desconocidos. Esto puede hacernos parecer distantes, pero nuestro silencio no es una muestra de arrogancia. Si no interactuamos mucho contigo, no es porque te desagrademos o creamos que eres inferior, sino porque aún somos cautelosos o simplemente queremos conservar nuestro espacio.
Mito 2 – Los introvertidos son groseros (son maleducados y malhumorados)
Verdad: Somos socialmente selectivos.
Podemos ser directos y parecer algo aburridos o impacientes a veces, pero es porque las conversaciones triviales no nos interesan. Preferimos diálogos íntimos y significativos. Además, nos agotamos físicamente si estamos rodeados de demasiadas personas por mucho tiempo, lo que puede hacernos parecer groseros o evasivos, especialmente cuando rechazamos invitaciones a fiestas y eventos sociales. Es solo una peculiaridad de nuestro temperamento natural; rara vez tenemos la intención de ser deliberadamente groseros.
Mito 3 – Los introvertidos siempre quieren estar solos
Verdad: Nos agotamos fácilmente.
Ser introvertido no es lo mismo que ser un lobo solitario. (Y, aun si lo fuera, ¿qué tiene de malo ser solitario?) La verdad es que la mayoría de los introvertidos no disfrutan estar siempre solos. Frecuentemente, tenemos uno o dos amigos cercanos con quienes pasar tiempo, aunque en dosis específicas. Aunque valoramos el “tiempo a solas”, también apreciamos pequeñas dosis de interacción social.
Mito 4 – Los introvertidos no disfrutan salir (son agorafóbicos)
Verdad: Nos estimulamos internamente.
Aunque nos gusta pasar mucho tiempo en casa, no sufrimos de una enfermedad mental colectiva. Encontramos estimulación en nuestros propios pensamientos y pasatiempos, lo que significa que no necesitamos salir tan a menudo, ya que tenemos lo necesario para prosperar. Además, valoramos la comodidad, seguridad y privacidad de nuestro entorno, lo que puede llevarnos a quedarnos en casa más que otras personas. Generalmente, salir no nos incomoda; simplemente no es imprescindible para nosotros.
Mito 5 – Los introvertidos no tienen amigos
Verdad: Somos selectivos en nuestras relaciones íntimas.
Es cierto que, en ocasiones, nos cuesta hacer amigos, pero es porque elegimos de manera cuidadosa a aquellas personas que creemos pueden ser compañeros valiosos a largo plazo. Muchos introvertidos tienen uno o dos amigos en quienes confiar; sin embargo, el hecho de que nos tome tiempo abrirnos puede dificultar el proceso inicialmente. Por ello, muchos niños y adolescentes introvertidos pueden parecer sin amigos en la escuela, lo que no significa que siempre prefieran la soledad.
Mito 6 – Los introvertidos son personas depresivas
Verdad: Somos complacientes en nuestro silencio.
Al igual que las personas deprimidas, los introvertidos podemos parecer callados y distantes. La diferencia esencial es que los introvertidos están conformes con su silencio, mientras que las personas deprimidas están insatisfechas con él. Sí, existen introvertidos deprimidos, pero la mayoría se encuentra en paz en su mundo interior. No están en conflicto constante consigo mismos o con el universo; aunque enfrentan problemas ocasionalmente, no quedan atrapados en ellos como ocurre con las personas deprimidas.
Mito 7 – Los introvertidos son raros
Verdad: Abrazamos la excentricidad.
Es desafortunado que, por miedo, muchas personas hagan generalizaciones excesivas sobre los introvertidos. Ser un poco diferente no significa ser peligroso o estar completamente desquiciado. Los introvertidos nos nutrimos de nuestro propio mundo interior, lo que a veces puede hacer que nuestro comportamiento resulte extraño y, en otras ocasiones, único. Quizás fue a través de la singularidad de los científicos y pensadores introvertidos como el mundo logró algunos de sus mayores avances.
Mito 8 – Los introvertidos odian a la gente (son misántropos)
Verdad: Valoramos a las personas.
Como personas tranquilas, reflexivas y a veces escépticas, podemos parecer que odiamos a la gente. Por supuesto, no se puede decir que el 100% de los introvertidos valore a las personas, pero la gran mayoría lo hace. Además, no disfrutar de estar rodeado de gente no significa que no te gusten las personas en sí; simplemente preferimos la calma y la interacción en dosis pequeñas, lo que puede hacernos parecer bruscos o de mal genio en entornos muy concurridos.
Mito 9 – A los introvertidos no les gusta hablar (no tienen nada que decir)
Verdad: Hablamos de forma selectiva.
Mientras que algunas personas expresan cualquier cosa que se les ocurra, los introvertidos preferimos permanecer al margen. Pensamos antes de hablar y escuchamos atentamente antes de contribuir. Cuando hay demasiadas personas, nos resulta difícil intervenir, por lo que optamos por el silencio. No tiene sentido compartir una opinión bien meditada si no será escuchada. Por ello, solemos ser etiquetados erróneamente como personas que no tienen nada que decir, cuando simplemente hablamos de manera selectiva.
Mito 10 – Los introvertidos son aguafiestas (no saben divertirse)
Verdad: Somos divertidos a nuestra manera.
Los introvertidos creamos nuestra propia diversión y la adaptamos a nuestras necesidades únicas. Es cierto que quizás no nos guste participar en karaokes borrachos o beber piña coladas en exclusivos clubes sociales, pero nos divertimos de otras formas: en clubes de lectura, en clases de cerámica creando gnomos, o diseñando nuestros propios webcómics. Puede que parezcamos tensos o incómodos en situaciones “divertidas” y abrumadoras, pero eso no significa que seamos aguafiestas; simplemente preferimos divertirnos de manera distinta.
Mito 11 – Los introvertidos son mentalmente incapaces (son estúpidos)
Verdad: Somos inteligentemente perspicaces.
Mucha gente asume erróneamente que los introvertidos son poco inteligentes porque, en primer lugar, no expresamos nuestras ideas con frecuencia y, en segundo, somos muy callados. La realidad es que, si alguien se tomara el tiempo de escuchar y observar, descubriría que el introvertido tiene una fuente inagotable de conocimientos útiles y pensamientos bien elaborados. El silencio no equivale a estupidez, ni la loquacidad a inteligencia.
Mito 12 – Los introvertidos son furtivos (son astutos y engañosos)
Verdad: Valoramos la soledad.
Este es uno de los mitos más extraños sobre los introvertidos. Algunas personas asumen que, porque pasamos mucho tiempo solos, tenemos algo que ocultar. Además, nuestra reserva puede generar desconfianza en los demás. La verdad es que los introvertidos no somos malvados ni furtivos. Quizás algunos posean rasgos de astucia, pero la mayoría simplemente necesita tiempo a solas para recargarse y revitalizarse, no para realizar fechorías.
Mito 13 – Los introvertidos son tímidos
Verdad: Somos reservados.
Es cierto que muchas personas tímidas son introvertidas, pero no todos los introvertidos son tímidos. Simplemente somos reservados; nos gusta mantenernos al margen y no involucrarnos demasiado en los asuntos de los demás. La diferencia es que la timidez implica miedo al contacto social, mientras que los introvertidos preferimos limitarlo sin sentir temor.
Mito 14 – Los introvertidos tienen baja autoestima
Verdad: Somos sensibles, pero fuertes.
Aunque la baja autoestima es común en muchas personas, los introvertidos no se definen por ello. Incluso los extrovertidos y ambivertidos pueden sufrir de baja autoestima. La clave es que, por defecto, los introvertidos no tienen mala autoestima. Ser callados y a veces distanciados no es un signo instantáneo de auto-odio o de falta de confianza en uno mismo.
Mito 15 – La introversión es una afección que se puede “arreglar”
Verdad: La introversión no es curable, ni es una afección.
Si la introversión es un rasgo profundamente arraigado en la personalidad, en gran medida determinado por la genética, entonces no se puede “curar”. Tampoco es correcto asumir que la introversión es una maldición que debe corregirse. Ciertamente, ser introvertido tiene sus desventajas (incluidos todos los mitos falsos aquí expuestos), pero también posee muchas ventajas y aspectos positivos. En muchos sentidos, es, en realidad, un don.
Introvertidos, Crecimiento Personal y Espiritualidad
La introversión y la espiritualidad es un tema que rara vez se aborda. Sin embargo, al considerar los orígenes de la palabra introvertido (del latín introvertere, que significa volcar los pensamientos hacia adentro en contemplación espiritual), encontramos una intrigante correlación entre este tipo de personalidad y la sed de crecimiento personal.
Según Lexico, la palabra introvertido se registró por primera vez en el siglo XVII y llegó a significar “voltear los pensamientos hacia adentro (en contemplación espiritual)”.
¿Qué tan intrigante es eso? El concepto de introversión se vinculó inicialmente con la contemplación espiritual.
De hecho, notamos que muchas figuras del ámbito espiritual fueron introvertidas, como Gautama Buda, Moisés, Lao Tzu, y prácticamente cualquier místico o sabio que se te ocurra comparte este rasgo.
¿A cuántas figuras espirituales ruidosas, extrovertidas y gregarias puedes pensar? Seguro que hay algunas (como el Dalai Lama), pero la mayoría se inclina hacia lo silencioso y lo reservado.
¿Por qué los introvertidos se inclinan tan profundamente hacia la espiritualidad y el crecimiento personal?
La respuesta es que poseen una habilidad innata para ello. Como la energía del introvertido ya se dirige hacia el interior, no es un gran salto adentrarse en el camino espiritual.
De hecho, en algún momento muchos introvertidos experimentan lo que se conoce como un proceso de despertar espiritual. Y, en cierta medida, casi todos se sienten fascinados por la pregunta “¿Cuál es el significado de la vida?” Esta profunda interrogante (¡que requiere mucha introspección!) se extiende naturalmente a todos los aspectos de la existencia.
Algunos introvertidos, por ejemplo, descubren gradualmente que son empáticos o almas antiguas, mientras que otros encuentran gran significado y propósito en sus dones espirituales. Otros siguen buscando y, finalmente, utilizan su introversión para alimentar experiencias místicas, momentos de unidad o la autorrealización.
El Camino de la Involución
Cuando hablamos de introvertidos, crecimiento personal y espiritualidad, probablemente uno de los caminos más adecuados sea el de la involución.
La involución es una filosofía de vida: significa comprometerse conscientemente con la transformación interna. (¡Qué perfectamente adecuado suena esto para un introvertido…?!)
Existen siete caminos de la involución que puedes explorar. Cada uno se apoya en el anterior y te ayuda a crecer como persona en todos los niveles. Consulta nuestro artículo sobre la involución para aprender más acerca de este fascinante camino transformacional si eres un introvertido interesado en el crecimiento espiritual.
35 Libros Esclarecedores para Introvertidos sobre el Silencio, la Soledad y la Simplicidad
Los libros son compañeros leales y los amigos más sinceros. Son los únicos objetos que puedes comprar y que te enriquecen, devolviéndote tu inversión de tiempo muchas veces.
Comprensiblemente, a los introvertidos nos encantan los libros. Son puertas que nos permiten acceder a oportunidades para comprender mejor a las personas, a nosotros mismos y al mundo — ¡y eso es justo lo nuestro!
Quizás sean la herramienta más valiosa e inspiradora que podemos incorporar a nuestras vidas como introvertidos. Por ello, he compilado la siguiente lista de libros para leer, que de una u otra forma te harán sentir orgulloso de tus tendencias introvertidas:
Hombre y Soledad
- Desolation Angels, de Jack Kerouac
- Stillness: Daily Gifts of Solitude, de Richard Mahler
- Alone, de Richard E. Byrd
- Desert Solitaire: A Season in the Wilderness, de Edward Abbey
- Solitude: Seeking Wisdom in Extremes – A Year Alone in the Patagonia Wilderness, de Robert Kull
Mujer y Soledad
- Drinking the Rain, de Alix Kates Shulman
- Fifty Days of Solitude, de Doris Grumbach
- Listening Below the Noise, de Anne D. LeClaire
- Journal of a Solitude, de May Sarton
- Where God Begins to Be, de Karen Karper
Soledad (General / Ficción)
- Steppenwolf, de Hermann Hesse
- Notas del Subsuelo, de Fyodor Dostoyevsky
- Invisible Man, de Ralph Ellison
- Savage Solitude, de Máighréad Medbh
Silencio
- The Unwanted Sound of Everything We Want: A Book About Noise, de Garret Keizer
- In Pursuit of Silence: Listening for Meaning in a World of Noise, de George Prochnik
- A Book of Silence, de Sara Maitland
- Zero Decibels: The Quest for Absolute Silence, de George Michelsen Foy
Simplicidad
Si tienes alguna sugerencia de libros, ¡no dudes en agregarla a esta lista en los comentarios!
Extrovertido-Introvertidos
¿Qué tienen en común Michelle Pfeifer, Julia Roberts, David Letterman y Clint Eastwood? Todos son introvertidos-extrovertidos, y es un fenómeno en aumento.
Gracias al favoritismo del mundo occidental hacia los extrovertidos, nosotros, los introvertidos, nos vemos cada vez más en la necesidad de ser como camaleones y adaptarnos a nuestro entorno.
Pero, aunque existen beneficios en recurrir temporalmente a nuestro lado extrovertido, debemos cuidar nuestros niveles de energía. Adoptar la apariencia de un introvertido-extrovertido puede, lamentablemente, conducir al agotamiento, la ansiedad y, en ocasiones, incluso a la depresión.
Aquí hay algunas señales de que estás luchando con ese rol de introvertido-extrovertido:
- Sientes la necesidad de estar a la altura de una identidad que has creado cada vez que sales.
- Tienes miedo de que, si alguien viera al “verdadero tú”, no te aceptara o te rechazara.
- Te sientes algo como un fraude.
- Te sientes crónicamente tenso y ansioso.
- Al final del día te sientes agotado y completamente drenado.
- Tu sistema inmunológico parece débil.
- Rechazas y/o ridiculizas tu naturaleza tranquila y desearías ser “diferente” o como “los demás”.
- Sientes que cada interacción requiere un gran esfuerzo.
- Te aferras a la identidad o máscara que has creado porque te hace sentir protegido de los demás.
Como mencioné antes, recurrir a tu lado extrovertido no es necesariamente algo malo o perjudicial; muchas veces es necesario exudar energía. Sin embargo, cuando lo haces por miedo, ansiedad o baja autoestima, esa máscara puede ser destructiva para tu bienestar.
Si has adoptado una fachada extrovertida por esos motivos, quizás te beneficie responder a las siguientes preguntas. Escríbelas en papel o en un documento digital y analiza tus pensamientos y sentimientos. Es una excelente manera de comprenderte mejor y de pasar de acciones impulsadas por instinto e inconscientes a acciones guiadas conscientemente:
- ¿Por qué adopto este rol?
- ¿Qué inseguridades y problemas tengo que me llevan a reaccionar con una máscara extrovertida? (Quizás se deba a baja autoestima, falta de confianza en mis habilidades, ansiedad excesiva, dificultad para lidiar con los demás, etc.)
- ¿Qué puedo hacer respecto a mis inseguridades y problemas?
- Si siento la necesidad de ser querido, ¿por qué?
- ¿Cómo puedo practicar más amor propio y autocuidado?
- ¿Cuándo me pongo la máscara? ¿Y por qué?
- ¿Cómo puedo afrontar esta situación de forma diferente?
- ¿Por qué importan las opiniones de los demás sobre mí?
- ¿Qué es lo peor que podría pasar si dejo caer mi máscara?
- ¿Cómo puedo sobresalir sin adoptar este rol?
Espero que estas preguntas te sean útiles. Cuanta más autoconciencia desarrolles, más podrás aceptar la persona que eres con los brazos abiertos y moldear tu vida de esa manera.
Existen 4 Tipos de Introvertidos
No todos los introvertidos son iguales.
Cuando preguntas a las personas qué significa para ellas ser introvertido, las respuestas varían. Mientras algunos dirán que es ser soñador o sensible, otros afirmarán que es una persona que ama la soledad por la ansiedad que le provoca lo social.
Aunque Carl Jung hizo un excelente trabajo al crear el espectro introvertido-extrovertido, no diferenciaba los tipos dentro de la categoría de introvertidos. El Test de los Cinco Grandes Rasgos intentó remediarlo etiquetando a aquellos con bajas puntuaciones en “Entusiasmo” y “Asertividad” como introvertidos. Pero todos sabemos que esa es una comprensión muy limitada de la introversión y está lejos de la verdad.
En la tesis de maestría de Jennifer Odessa Grime se propusieron cuatro significados de la introversión: los introvertidos Sociales, Pensantes, Ansiosos y Contenidos (formando el acrónimo STAR).
Hemos ampliado este modelo STAR creando a continuación cuatro arquetipos de introvertidos. Observa con cuál de ellos te identificas más:
1. El Jardinero (Introvertido Social)
Si eres un introvertido Jardinero, no te importa socializar siempre y cuando sea con un pequeño grupo de amigos. De hecho, a veces necesitas relacionarte, siempre que también tengas largos períodos a solas para recargarte.
No te intimidan los eventos sociales y sabes lo importante que es reservar tiempo para ti. Prefieres perseguir tus propios intereses y pasiones entre la compañía de una o dos personas. Te gusta crear conexiones íntimas y de calidad con un grupo selecto; los grupos grandes te resultan demasiado abrumadores y estimulantes.
Eres “El Jardinero” porque eliges cuidadosamente a las personas y situaciones sociales en tu vida, eliminando a aquellas que no aportan, a cambio de disfrutar la intimidad contigo mismo o con un amigo cercano.
2. El Protector (Introvertido Ansioso)
Si eres un introvertido Protector, te sientes dolorosamente consciente de ti mismo en presencia de otros, especialmente cerca de desconocidos. Te toma tiempo abrirte a nuevas personas y superar tu timidez. Eres de los que se imponen expectativas muy altas, lo que te causa mucho estrés.
La soledad te resulta atractiva porque te brinda un respiro de la interacción social, aunque a veces también sientas ansiedad en ella. Tienes la tendencia a rumiar y repasar en tu mente todo lo que pudo, puede o ya salió mal, centrándote en aspectos de tu vida que desearías hubieran sido diferentes.
Eres “El Protector” porque eres hiper-vigilante y deseas evitar situaciones embarazosas en lo social, lo que está en la raíz de tu timidez.
3. El Soñador (Introvertido Pensante)
Si este es tu arquetipo dominante, eres una persona introspectiva, reflexiva y autoanalítica. A menudo te pierdes en los mundos imaginativos y creativos de tu mente. Posees una vida interior rica y compleja, y sueles cuestionarte qué tipo de persona eres.
Cuando lees un libro interesante o ves una película cautivadora, imaginas cómo te sentirías si estuvieras en la situación del personaje. Estás muy en sintonía con tus sentimientos y te evalúas desde la distancia. Soñar despierto y fantasear son hábitos que llegan a definir gran parte de tu vida.
Eres “El Soñador” porque, la mayor parte del tiempo, te sumerges en tu propio mundo de fantasía y reflexión.
4. El Arquitecto (Introvertido Contenido)
Si eres un introvertido Arquitecto, te gusta llevar las cosas con calma. No eres de los que se levantan y están listos en el acto por la mañana. Te cuesta ser impulsivo o espontáneo, ya que prefieres tomarte tu tiempo y detestas la presión.
Eres una persona deliberada y cautelosa; te gusta pensar bien las cosas antes de actuar o hablar. La previsión es una de las mayores cualidades que valoras en ti. El autor introvertido Haruki Murakami es un ejemplo perfecto del Arquitecto, ya que en uno de sus libros escribe:
“Cuando me pongo las zapatillas de correr por la mañana y salgo, mis pies están tan pesados que parece que nunca se moverán.”
Eres “El Arquitecto” porque te tomas tu tiempo para construir tus acciones y palabras en un mundo que valora la vida a ritmo acelerado.
Entonces, ¿qué tipo de introvertido eres? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
Acerca de la Autora
Aletheia Luna es una prolífica escritora psicoespiritual, autora y mentora espiritual cuyo trabajo ha tocado la vida de millones de personas en todo el mundo. Sobreviviente del abuso religioso fundamentalista, su misión es ayudar a otros a encontrar amor, fortaleza y luz interior incluso en los lugares más oscuros. Es autora de cientos de artículos populares, así como de numerosos libros y diarios sobre Amor Propio, Despertar Espiritual y más.
Conoce más de su trabajo en lonerwolf.com.