Tal vez no haya un truco mágico que pueda resolver todos tus problemas de una vez, pero tenemos un truco que definitivamente puede hacerte sentir mejor incluso cuando estás realmente deprimido. Esto te empoderará, te refrescará y te dará energía para poder lidiar con los bajones de la vida.
Lo mejor es que ya tienes todo lo que necesitas para poder hacerlo, y se puede hacer desde cualquier lugar y en cualquier momento. Descubre cómo.
Seguro que ya lo has visto
Piensa en todas las películas que has visto en las que el protagonista recibe una mala noticia o llega a casa después de un largo día. ¿Qué es lo primero que hacen? Van y se salpican la cara con un poco de agua como si eso fuera a lavar todos sus problemas.
Resulta que hay algo de ciencia detrás de esta escena clásica de las películas de televisión. El secreto está en el agua misma.
La respuesta de buceo de los mamíferos
El movimiento de chapotear en el agua es en realidad una técnica fiable que puedes utilizar para sentirte mejor. No te preocupes, te explicamos por qué.
Se llama la respuesta de buceo de los mamíferos. A nivel espiritual, engaña a tu cerebro para que sienta que estás lavando tus preocupaciones y tus miedos. Es una forma de liberación de la que sales sintiéndote un poco más ligero. Pero también hay algo más.
Todo es cuestión de excitación emocional
El acto de sumergir la cara en agua fría es una técnica terapéutica para gestionar la excitación emocional intensa. ¿Por qué crees que la gente suele ir a la playa cuando necesita unas vacaciones relajantes? Es porque ir a nadar y meter la cabeza bajo el agua hace que todo se sienta un poco mejor.
El agua es curativa. Este reflejo de inmersión desencadena una respuesta calmante de tu mente a tu cuerpo. Así, el agua calma el sistema nervioso.
No necesitas mucha agua
Ni siquiera hace falta que haya mucha agua para sentir sus efectos. Si no tienes acceso a una piscina o a la playa cada vez que te sientas triste, ¡no pasa nada! Todo lo que necesitas es el fregadero de tu cocina o una botella de agua. Haz como el protagonista de la película y pon la cabeza bajo el grifo o échate un poco de agua en la cara. Mejor aún, date un baño o una larga ducha.
Imagina que la fuente de tu ansiedad o tristeza abandona tu cuerpo junto con el agua que gotea para conseguir el máximo efecto.
Se utiliza incluso en terapia
De hecho, esta técnica se utiliza a menudo en la terapia dialéctica conductual, que es un tipo de terapia adaptada para las personas que sienten las emociones de forma muy intensa.