El perdón: Imagina un grupo de cerillas desordenadamente dispuestas sobre una mesa.
En lugar de que todas estas cerillas converjan y apunten en la misma dirección, algunas apuntan hacia distintos lados. Estas cerillas podrían representar la energía total de la mente de una persona.
En otras palabras, en lugar de que toda la energía psíquica de alguien esté enfocada en avanzar para manejar la vida de manera efectiva, con poder de causa y efecto, parte de esa energía apunta hacia otras direcciones. Al no estar polarizada, esto puede conducir a la falta de productividad cuando se trata de manejar la vida y su funcionalidad.
Estas energías reprimidas, bloqueadas, improductivas o dispersas pueden haber sido causadas por dolor físico o mental, traumas o una vergüenza profunda… lo que resulta en que una persona se desvíe del pensamiento o comportamiento racional.
Esto también puede llevar a miedos irracionales, resignación, sentimientos de insuficiencia y al rechazo de salir de la zona de confort. Luego están el cansancio, la fatiga o la sensación de lentitud, todos los cuales pueden impedir vivir una vida plena…
¡Imagina cuánto más enfocada y alerta estaría esta persona si pudiera acceder a esas energías improductivas y alinearlas con el resto de su energía para avanzar!
No perdonar – Ira y resentimiento no expresados
Esto puede sorprender a algunos, pero sin duda, una de las razones más subestimadas para la formación de estas energías improductivas proviene de las consecuencias de no perdonar a alguien.
Después de todo, ¿quién es el que realmente sufre cuando no perdonas a alguien?
Las energías improductivas causadas por no perdonar y la falta de expresión de amor pueden quedar atrapadas debido a la ira o el resentimiento no expresados.
Toda esa comunicación no entregada, la ira reprimida y el resentimiento nunca se expresarán ni liberarán porque, por ejemplo, alguien no podrá comunicarse con su padre fallecido.
Algo más a considerar: En las relaciones, ya sea en un matrimonio, con una pareja, familiares, amigos cercanos o socios comerciales, a veces ocurre que una persona reacciona de manera exagerada y con demasiada ira, lo cual no es necesario ni apropiado.
Esto sucede porque la ira no proviene solo de esa situación en particular. La reacción exagerada, la ira y la hostilidad también provienen de varias situaciones similares del pasado en las que la persona enojada no expresó lo que sentía.
Para reiterar: Mucha ira y hostilidad pueden provenir de todos esos incidentes anteriores similares donde hubo comunicación no entregada ni expresada. Esto es importante entenderlo.
La solución es el perdón y estar completo
Con el compromiso de cambiar y el coraje de no seguir “soportando algo”, la comunicación es un factor clave en el perdón y en alcanzar la plenitud y la integridad con alguien.
Hablar y escuchar a alguien a quien no has perdonado te permite expresar y liberar esa comunicación no entregada. Habla. Establece una realidad, luego alcanza una comprensión, y el amor seguirá… permitiéndote perdonar y estar completo con esa persona. Así, estar completo significa poner el pasado en el pasado, donde ya no te afecta.
El perdón también puede significar simplemente dejar ir esas cosas dolorosas relacionadas con la ira y el resentimiento… desde el cuidado, la compasión y la empatía.
En resumen, amar a alguien es simplemente amarlo tal como es y tal como no es.
Esta es una afirmación muy poderosa sobre el amor cuando realmente se entiende como una revelación.
Además, observa esta respuesta en relación con la comprensión de la verdadera esencia del amor: más allá de las posesiones y las emociones.
El poder de causa y efecto
El poder de causa y efecto a través del perdón puede ser transformador.
Los beneficios del perdón incluyen una mejor salud mental y física: mayor autoestima, menos depresión o incluso su ausencia, mayor claridad mental, mejor enfoque, mayor conexión con la espiritualidad, más energía… sin mencionar mejores relaciones al dejar de sentir resentimiento o amargura, mientras te sientes mental y físicamente más fuerte, con un sistema inmunológico mejorado, un corazón más sano y posiblemente una presión arterial más baja.
Ya no te hundirás en un pantano de angustia mental ni estarás en una prisión autoimpuesta. Al perdonar, esas energías atrapadas pueden liberarse y estar disponibles para sanar el corazón, avanzar, ser más entusiasta, más enérgico, más dispuesto a enfrentar el mundo y tener más poder sobre la causa y el efecto en la vida.
En resumen, el perdón, tan necesario para muchos, es liberador, ya que desempeña un papel fundamental en un mundo donde el amor incondicional es tan desesperadamente necesario.
Finalmente
¿Hay alguien en tu vida con quien no estás completo? Considera las consecuencias liberadoras para ti mismo si pudieras perdonar a esa persona.