¿No es interesante que haya una división casi clara entre las personas: los amantes de los gatos y los amantes de los perros?
Es como si hubiera algo totalmente diferente e incompatible entre los dos grupos de amantes de las mascotas. Es como si, en opinión de los humanos, los gatos y los perros fueran de dos planetas diferentes.
Durante mi infancia y adolescencia, me consideraba un verdadero amante de los perros y no dejaba espacio alguno en mi corazón para los gatos. Y sin embargo, ahora, una docena de años después, estoy total y absolutamente enamorada de los gatos.
Hace unos cinco años, el Universo me empujó suavemente hacia un camino espiritual, lanzando una serie de dificultades y desafíos en mi camino, para que trabajara con mi lado oscuro y reconectara con mi ser superior. Desde entonces, dos hermosos gatos blancos y negros han elegido hacer de mi casa su hogar.
Ahora sé que estos gatos llegaron a mi vida cuando me puse más en contacto con mi intuición y mis poderes psíquicos. Hasta entonces, había ignorado o reprimido inconscientemente estas cualidades en mí.
Desde la antigüedad, los gatos han sido adorados como dioses y despreciados como demonios. Parece que, a lo largo de la historia, los humanos han tenido una relación de amor u odio con ellos.
Muchas poderosas civilizaciones antiguas tenían a los gatos en alta estima. Los egipcios incluso tenían su propia diosa de los gatos, llamada Bast, que se creía que protegía a los hogares de cualquier daño. Bast era adorada como la diosa de la abundancia, la fertilidad, la magia y la luna.
Los antiguos griegos y romanos también asociaban a los gatos con la fertilidad y la luna, y en la India, los gatos simbolizaban el parto. No fue hasta la propagación del cristianismo durante la época medieval que los gatos fueron demonizados y se convirtieron en un símbolo de la oscuridad y la magia negra.
¿Por qué se produjo un cambio tan drástico en la actitud humana hacia los gatos? Creo que tiene que ver con las características típicas de los gatos, así como con las cualidades que los humanos les han atribuido.
Los gatos son por naturaleza muy independientes y tenaces. Aunque sean abandonados por los humanos, tienen la capacidad innata de sobrevivir en la naturaleza. Además, nunca se desviven por complacer a los humanos.
Los gatos son naturalmente graciosos y elegantes, y tienen una cierta cualidad misteriosa. Ven bien en la oscuridad y les encanta moverse por la noche.
Quizá sea ésta una de las principales razones por las que los humanos empezaron a asociar a los gatos con las brujas y la magia negra. Al fin y al cabo, en la oscuridad se encuentran nuestros miedos. La oscuridad significa lo desconocido y lo sobrenatural, que puede considerarse peligroso para los humanos.
Los gatos también representan las cualidades femeninas que han sido reprimidas y ridiculizadas por el patriarcado durante siglos.
Los gatos son el símbolo de lo femenino misterioso y empoderado, y siempre se ha creído que simbolizan la intuición, los poderes psíquicos, la sensualidad, la curación, la magia y el misterio.
También se cree que los gatos tienen el poder de proteger a los humanos gracias a su capacidad de comunicarse con el mundo espiritual.
Los gatos protegen el hogar de los intrusos y de las fuerzas malignas con su poderosa aura. Pueden ahuyentar rápidamente a los espíritus malignos y eliminar las energías negativas del hogar.
Tener un gato como mascota también puede protegerte de la magia negra y los ataques psíquicos. Los gatos tienen una energía de tan alta vibración que el simple hecho de estar cerca de ellos puede mantenerte a salvo de las malas intenciones de alguien.
Los gatos también pueden actuar como guardianes o guías espirituales, trayendo mensajes importantes de reinos superiores. En caso de que hayas tenido un vínculo extremadamente fuerte con tu gato mascota que ha fallecido, es totalmente posible que se haya convertido en tu guardián en el reino de los espíritus. Aunque no hay pruebas de ello, sigue siendo un pensamiento inmensamente reconfortante para cualquier amante de los gatos.
Sin embargo, no es necesario tener un gato como guía espiritual para aprender cosas de él. Observar a tu gato mascota o a cualquier otro gato también puede ayudarte a obtener algunas ideas valiosas.
Los gatos son ellos mismos sin complejos, así que, ante todo, nos enseñan a ser dueños de nuestro poder y a no dejar que nadie aplaste nuestro espíritu o nos haga sentir pequeños. Nos recuerdan que debemos anteponer nuestras necesidades y cubrir siempre nuestra espalda.
A lo largo de los tiempos, los gatos han simbolizado la oscuridad, los poderes psíquicos, así como la fuerza física y los instintos de supervivencia. Quizá deberíamos aprender de ellos a tender un puente entre el mundo físico y el espiritual.
Tal vez sea hora de que empecemos a abrazar nuestra propia oscuridad y nuestro lado sombrío. Tal vez sea hora de que todas nos reconectemos con nuestra diosa interior y descubramos la llama de la magia y el misterio que llevamos dentro y que el poder del patriarcado casi ha extinguido durante siglos.
Los gatos también nos enseñan a relajarnos y a no tomarnos la vida tan en serio. Su forma de ser nos recuerda que no debemos agotar nuestras preciosas reservas de energía preocupándonos por nimiedades.
El mensaje que nos transmiten es que todo está realmente bien y que, aunque no lo veamos, hay un plan divino y un propósito superior para las cosas.
Para mí, personalmente, la lección más importante que he aprendido de mis dos gatos negros es estar en el momento y disfrutar de los simples placeres de la vida. Actividades como pasear, comer o dormir pueden proporcionarnos una inmensa alegría, siempre que no nos distraigamos con pensamientos y emociones negativas.
Independientemente de que se crea o no en el poder psíquico de los gatos, no hay duda de que tienen un efecto increíblemente calmante y equilibrante en cualquiera que esté cerca de ellos. Acariciar a un gato puede ser como una sesión de curación terapéutica.
Así que, la próxima vez que acaricies a un gato, siente cómo todo tu estrés se desvanece y toda la energía negativa abandona tu cuerpo. Relájate con el sonido de su ronroneo y sumérgete en la sensación de pura felicidad que te invade. Te sentirás en armonía y tu mente estará tranquila.
