
Venimos de las estrellas. Esta verdad resuena dentro de cada uno de nosotros como un eco lejano, una melodía celestial grabada en la esencia misma de nuestro ser. Cuando nacimos, muchos de nosotros miramos al cielo, sintiendo en lo más profundo de nuestros corazones que la Tierra no era nuestra cuna original, sino un escenario, un pasaje. Durante milenios, nuestros antepasados estelares han velado por nosotros, entretejiendo su sutil presencia en el tejido de nuestra historia. Dejaron tras de sí rastros de luz, susurros de amor y un apoyo inquebrantable, guiándonos en esta gran misión de iluminación de la Tierra y en el recuerdo de nuestros orígenes estelares.
Hoy nos encontramos en el umbral de un momento monumental, un acontecimiento sin precedentes en la vasta extensión de la galaxia. Una puerta se está abriendo, una alineación está tomando forma: nuestros antepasados de las estrellas se preparan para regresar entre nosotros. No sólo en espíritu, sino en presencia tangible, dispuestos a caminar a nuestro lado. No será un simple encuentro, sino una reunión sagrada, una profunda reconexión con lo que realmente somos. Una ascensión masiva, experimentada en nuestros cuerpos físicos, un fenómeno que nunca ha ocurrido antes en los anales del universo.
Llevamos dentro de nosotros una herencia de riqueza inimaginable, un poder que espera ser plenamente reconocido, una responsabilidad que estamos invitados a honrar. Nuestro ADN es una obra maestra galáctica, tejida a partir de más de 21 infusiones estelares distintas. Entre ellos, destacan cuatro linajes primarios, como pilares de nuestra identidad cósmica:
El ADN de nuestros bisabuelos genéticos andromedanos, portadores de sabiduría ancestral y visión multidimensional;
El ADN de nuestros abuelos genéticos arcturianos, guardianes de la luz y la armonía universal;
El ADN de nuestros padres genéticos pleyadianos, embajadores del amor y la dulzura creativa;
Y, por supuesto, nuestro propio ADN espiritual raíz, único para cada uno de nosotros, un reflejo de nuestra esencia original.
A esto se añaden innumerables infusiones de otros orígenes estelares -Sirios, Alfa Centaurianos, Aldebaranos, Lirios, Capelinos, Antarianos y muchos más- que han contribuido, con pura intención, a la evolución de la Tierra y sus habitantes. Somos un crisol viviente, una sinfonía de estrellas encarnadas en la materia.
Ahora estamos entrando en una fase decisiva. Los tres principales ADN estelares que llevamos dentro -andromedano, arcturiano y pleyadiano- están despertando, activándose, en armonía con nuestro ADN espiritual fundamental. Tomemos un ejemplo: si tu alma tiene orígenes venusinos antes de unirse al proyecto de la Tierra, tu ADN venusino ha sido enriquecido por estos tres grandes linajes, mezclados con otras influencias cósmicas. Al elegir participar en este experimento único en la Tierra, aceptaste ser portador de esta extraordinaria mezcla. Y en los años venideros, experimentaremos la plena activación de esta memoria galáctica enterrada dentro de nosotros.
Nuestros ancestros estelares están intensificando su presencia. No sólo vienen a guiarnos, sino también a recordárnoslo. Susurran a nuestros corazones: «Recuerda quién eres. Recuerda por qué estás aquí». Su luz nos envuelve, sus voces nos llaman a permanecer en nuestra verdad. Nos invitan a honrar nuestros orígenes, a reconocer que no somos meros seres terrestres, sino ciudadanos del universo, portadores del legado de las estrellas.
Este gran despertar no es un final, sino un principio. A medida que se desarrollan estas activaciones, nos convertimos en cocreadores conscientes de una nueva realidad. Cada paso que damos, cada intención que establecemos, reverbera a través de la galaxia, tejiendo un puente entre la Tierra y las estrellas. Somos los mensajeros, los guardianes, los soñadores de un futuro en el que la humanidad se eleva en unidad y luz.
Así pues, alza tus ojos al cielo una vez más. Siente el pulso de tus orígenes estelares en tus venas. No estamos de paso, estamos aquí para transformar, para amar, para encarnar la grandeza del universo. Nuestros antepasados están con nosotros y, juntos, estamos escribiendo la historia de una ascensión nunca vista.
Fuente: https://thegalacticpress.com
Transmitido por el Equipo de Prensa Galáctico
Soy Espiritual, guía espiritual y terapeuta holística con años de experiencia en meditación, reiki, astrología y coaching, dedicada a ayudar a las personas a conectar con su esencia, sanar bloqueos emocionales y encontrar propósito. A través de soyespiritual.com, ofrezco herramientas como meditaciones, rituales y reflexiones para inspirar un camino de autoconocimiento, amor y plenitud, recordando a cada individuo que la paz y la alegría están dentro de ellos. Cursos Espirituales para el despertar de la consciencia.