
¿Con qué frecuencia nos detenemos a reflexionar sobre el significado de la vida? Si eres como yo, probablemente no mucho. Aunque a veces puedo sentir una vaga sensación de ansiedad sobre cómo se está desarrollando mi vida y la inevitabilidad de la muerte, rara vez me detengo lo suficiente como para reflexionar sobre lo que sucede después de morir o qué significa realmente vivir la vida al máximo.
Sin embargo, según el nuevo libro Start Making Sense del psicólogo Steven Heine, esta es una actitud equivocada. Reflexionar sobre preguntas existenciales como estas y considerar nuestras propias respuestas nos permite vivir de manera más auténtica y significativa.
“Cuando las personas sienten que llevan una vida con significado, su existencia tiene más sentido para ellas”, escribe Heine. “Tienen un propósito que guía sus acciones. Sienten que sus vidas importan y que son capaces de marcar la diferencia en el mundo”.
¿Por qué enfocarse en el significado?
Como explica Heine, la búsqueda de significado es una parte inherente de la naturaleza humana. Sin embargo, muchos de nosotros no nos tomamos el tiempo de pensar en nuestro lugar en el universo o en lo que realmente valoramos. En lugar de centrarnos en aquello que podría darnos más significado, nos distraemos con fuentes superficiales de gratificación, como el consumo excesivo, el alcohol y las drogas, las maratones de televisión o el desplazamiento sin fin en redes sociales, que son más accesibles y, por lo tanto, tentadoras. La facilidad con la que caemos en estas distracciones nos impide hacer cambios significativos en nuestras vidas, argumenta Heine.
¿Cómo podemos centrarnos más en el contexto general de nuestras vidas? Podemos recurrir a los filósofos que han tratado de explicar los diferentes enfoques para encontrar significado. Por ejemplo, el teólogo Kierkegaard creía en Dios, pero también en el libre albedrío y en que el significado de la vida es una construcción personal. Camus, en cambio, pensaba que no existía un Dios ni un significado inherente en la vida, por lo que debíamos rebelarnos contra la absurda falta de propósito y vivir con pasión. Contemplar visiones contradictorias como estas nos ayuda a clarificar nuestras propias creencias sobre las grandes preguntas de la vida.
Además, Heine señala que la psicología puede explicar por qué tenemos la necesidad de darle sentido a nuestras vidas. Si no lo hacemos, experimentamos una incómoda disonancia cognitiva y tratamos de resolverla de alguna manera.
“Nuestros cerebros han desarrollado lo que llamo un sistema de interpretación, que nos asegura sentir que lo que hacemos tiene sentido y significado… y nos impulsa a corregir cualquier cosa que deje de tener sentido”, escribe.
Aunque disponemos de herramientas para encontrar significado, el camino no es recto ni único, sino que implica elecciones personales y múltiples desvíos. Nuestra percepción del significado se ve afectada por nuestra cultura y las experiencias de vida, la forma en que las gestionamos y lo que aprendemos de ellas. El truco está en reconocerlo y usarlo a nuestro favor.
“Todo lo que encontramos está envuelto en capas de significado, muchas de las cuales son subjetivas y personales, y estas determinan la manera en que interpretamos nuestra situación y actuamos en consecuencia”, señala Heine. En otras palabras, tenemos cierto control sobre el significado que atribuimos a los eventos y cómo estos configuran nuestra vida en su conjunto.
Cómo infundir más significado en la vida
Los pilares de una vida significativa suelen derivar de tres aspectos principales: nuestras relaciones personales y comunidad, nuestro trabajo y nuestra conexión con algo más grande que nosotros mismos. Cada uno de estos elementos puede influir enormemente en nuestro bienestar debido al significado que nos aportan. Aunque no existe una fórmula única, Heine sugiere algunas estrategias para encontrar significado en la vida:
1. Conéctate con tus valores personales
Cuando las personas enfrentan problemas, su reacción depende en gran medida de qué tan arraigados están en sus valores fundamentales, explica Heine.
“Cuando las personas están bien fundamentadas, sienten que las conexiones clave en sus vidas, que forman la base de su sentido de significado, están sólidamente intactas”, escribe. “Saben quiénes son, cuáles son sus relaciones más importantes y qué representan, lo que les permite afrontar mejor cualquier amenaza que puedan encontrar”.
Un ejercicio simple consiste en escribir sobre lo que valoras y por qué es importante para ti. Estudios han demostrado que este hábito puede ayudar a mejorar el bienestar, adoptar hábitos más saludables, desempeñarse mejor en la escuela y aceptar mejor las decisiones de vida y la mortalidad.
2. Usa la nostalgia para reflexionar sobre tu vida
Recordar el pasado puede ayudarnos a ver las partes de nosotros mismos que han permanecido constantes a pesar del paso del tiempo. Reflexionar sobre experiencias pasadas y cómo las afrontamos refuerza nuestra sensación de continuidad y autenticidad.
Para despertar la nostalgia, puedes revisar fotografías antiguas, escuchar canciones que te traigan recuerdos o mirar objetos significativos de tu pasado. También puedes contactar a un viejo amigo y recordar momentos compartidos. Esto puede ser especialmente poderoso cuando recordamos conexiones sociales, ya que las relaciones tienen un gran impacto en nuestra sensación de significado.
3. Busca experiencias trascendentes
Muchas personas encuentran significado en la religión, ya que brinda una sensación de trascendencia. Pero incluso para quienes no son creyentes, hay formas de buscar experiencias que nos conecten con algo más grande que nosotros mismos.
Ver una puesta de sol impresionante, contemplar un cielo estrellado, presenciar actos de extrema bondad, sumergirse en una meditación profunda o admirar arte y arquitectura extraordinaria pueden inspirarnos a reflexionar sobre el sentido de la vida.
“Heine señala que durante estas experiencias de asombro, las personas suelen sentir que sus vidas tienen más significado, como si estuvieran conectadas con algo mucho más grande que ellas mismas”.
4. Fortalece tus relaciones
“Nuestras conexiones interpersonales, en especial las más cercanas, son una de las fuentes más confiables de significado en la vida”, escribe Heine.
Por ello, es importante pasar tiempo con las personas que amamos, ya sean familiares, amigos o parejas. Cultivar estas relaciones no solo nos da sentido, sino que nos ayuda a superar sus desafíos y mantenerlas a largo plazo.
Además, ser parte de una comunidad o grupo con intereses y valores compartidos también nos proporciona un sentido de pertenencia. Si sientes que te falta esto, considera unirte a una causa en la que creas, como ayudar a los necesitados o trabajar en la conservación ambiental.
5. Encuentra propósito en tu trabajo
El trabajo es una forma clave de satisfacer nuestras necesidades existenciales. Heine señala que “cuando las personas piensan en quiénes son, gran parte de su respuesta proviene de lo que hacen para ganarse la vida o de los grupos a los que pertenecen”.
El trabajo nos da identidad y autoestima, y nos permite contribuir a algo más grande que nosotros mismos. También puede brindarnos significado si usamos nuestras ganancias para cuidar de los demás.
Si te cuesta encontrar sentido en tu trabajo o si estás jubilado, puedes buscar propósito en el voluntariado, participando en grupos de interés o tomando clases.
6. Busca experiencias enriquecedoras
Una vida rica en experiencias psicológicas nos permite crecer, desafiar nuestra perspectiva y sentirnos más conectados con el mundo. Estas experiencias pueden ser grandes (como vivir en otro país) o pequeñas (como probar una comida nueva o visitar un museo).
“Las experiencias psicológicamente ricas desafían nuestra forma de pensar y nos brindan oportunidades de aprendizaje y descubrimiento, lo que generalmente está relacionado con un mayor sentido de significado”, escribe Heine.
7. Reconoce tu propia historia heroica
Todos hemos enfrentado obstáculos en la vida. Reflexionar sobre cómo los superamos puede ayudarnos a encontrar significado en nuestra historia. Ya sea que hayamos recurrido a nuestras fortalezas internas, aprendido nuevas habilidades o recibido apoyo, cada uno de nosotros tiene un viaje heroico que contar.
Independientemente de la estrategia que elijas, evaluar en qué áreas de tu vida podrías encontrar más significado puede ser un gran paso para vivir una vida más auténtica y plena.