Crecer como una mujer joven en nuestra sociedad puede ser bastante difícil, con una inmensa presión puesta en la perfección, y el hecho añadido de que las chicas pueden ser crueles entre sí. Por eso es tan importante nuestra labor como madre.
Una parte importante de nuestro papel como padres es proporcionar apoyo emocional a nuestras hijas. Cuando el mundo exterior parece temible e incluso insensible, nuestras hijas necesitan que nos abalancemos sobre ellas y les proporcionemos el apoyo emocional que tanto necesitan. La agresión relacional es algo muy real y ocurre cuando los niños son objeto de acoso. Independientemente de la razón por la que su hija sea objeto de acoso, necesita que le ayude a recordar quién es, a pesar de los comentarios odiosos de sus compañeros.
Cuando su hija acuda a usted, o empiece a dar señales de que algo no va bien en su escuela o grupo de amigos, he aquí algunas formas de ayudarla emocionalmente.
Escúchela
Cuando su hija acuda a usted, no dé por sentado que entiende lo que ocurre sin escucharla. Hazle saber que puede desahogarse contigo sobre cualquier cosa, y haz que el espacio de escucha sea un espacio seguro. Si saltas inmediatamente sobre ella si saca algo con lo que no estás de acuerdo o que no quieres escuchar, no podrá confiar en ti.
Recuérdale sus puntos fuertes.
Asegúrate de que entiende cuáles son sus puntos fuertes. Aunque los matones del colegio le señalen sus granos o su peso o lo que sea, están pasando por alto las mejores partes de ella, porque son inmaduros. Si te centras en lo positivo en lugar de obsesionarte con el daño o de responder de forma inadecuada, le estarás dando el apoyo que necesita.
Comparte historias.
Al compartir tus historias, le haces saber que no está sola. Asegúrate de que es relevante para lo que ella está pasando, por supuesto. Pero, al hacerlo, le estás mostrando que entiendes cómo se siente.
Incorpora la sabiduría de las chicas mayores.
Es útil incorporar la ayuda externa de una hija mayor, una amiga, una prima o alguien que pueda relacionarse y mostrar apoyo. Esto servirá para comprobar que es comprendida y que nunca está sola.
Mantenga una fuerte conexión.
No te limites a mostrar apoyo cuando las cosas vayan mal. En lugar de ello, trabaje para mostrar siempre apoyo y estar ahí para ella. Quieres mantener una fuerte conexión para que ella se sienta segura acudiendo a ti en busca de apoyo.
Dé un buen ejemplo.
Por encima de todo, lo mejor que puedes hacer es dar un buen ejemplo. Sea respetuoso con su hija, pero exíjalo también con los demás. Si ella rechaza tus intentos de ayuda, continúa, pero también es útil respetar su necesidad de espacio. Si le das una tarjeta o un regalo divertido, es probable que se abra, o si le dices simplemente “estoy aquí cuando me necesites, te quiero”, funciona de maravilla.