La vida puede ser dura, especialmente cuando todavía no eres consciente de las verdades brutales que te encontrarás en el camino. La buena noticia es, sin embargo, que cuando te preparas para estas verdades brutales y las tienes claras en tu mente, la vida puede ser mucho más fácil para ti.
La mayoría de la gente no va a ser tan honesta contigo como un extraño. Es curioso, pero las personas que más nos quieren nunca están tan dispuestas a darnos una píldora difícil de tragar como un extraño. Así que hoy voy a aclarar las cosas. Como alguien que ha aprendido algunas lecciones de vida brutales y como alguien que es brutalmente honesto conmigo, creo que puedo arrojar algo de luz sobre algunas lecciones de vida brutales para las que todos debemos prepararnos. Si ya te has encontrado con algunas de ellas, háznoslo saber en los comentarios.
Nadie va a venir a salvarte
Mucha gente se destroza a sí misma una y otra vez porque ha pasado por dificultades, casi como si esperara que alguien fuera a venir a salvarla de sí misma. Voy a reventar tu burbuja ahora mismo y a contarte un pequeño secreto: nadie va a venir a salvarte. Tienes que hacerlo por ti mismo.
El hecho de que quieras a alguien no significa que te vaya a querer a ti.
Puedes querer a alguien con cada fibra de tu ser. Puedes hacer todo por esa persona. Y puedes desear a la estrella, escribir una tesis profunda para manifestarlos, y lo más probable es que si no quieren estar contigo, no lo van a hacer.
Sólo porque quieras que algo suceda, no significa que vaya a suceder.
En la misma nota, sólo porque quieras algo y pongas tu atención en ello, no significa que vayas a lograrlo. Muchas cosas simplemente no son posibles, no están destinadas a ti, o están más allá de tus fuerzas. Y eso está bien.
La mayoría de tus problemas son culpa tuya.
Sí, ocurren cosas malas que están fuera de nuestro control. Pero gran parte de nuestra vida se basa en nuestras elecciones y nuestras decisiones. Gran parte de la otra parte se basa en nuestras reacciones a cosas que están fuera de nuestro control.
No puedes amar a otra persona si no te amas a ti mismo.
Si no sabes amarte a ti mismo, nunca vas a poder amar a nadie más. Y aunque creas que los amas, si no tienes una relación sana contigo mismo, vas a terminar haciéndoles daño o permitiendo que te hagan daño.
Vas a envejecer.
Un día, vas a envejecer. Te vas a despertar y tu cuerpo va a estar flácido e incluso gordo en algunas partes. Te saldrán arrugas. Te dolerá. Va a ser un asco, pero forma parte de la vida y es inevitable.