Los traumas de la infancia nos afectan mucho más profundamente de lo que la mayoría entiende. No sólo cuando somos niños, sino incluso hasta bien entrada nuestra vida adulta.
Y aunque se podría pensar que las señales serían obvias, muchas de ellas no lo son. Muchos de los signos y síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT) causados por un traumatismo en la infancia probablemente no sean los que usted piensa. Afortunadamente, con más y más información disponible ahora, creo que más personas están empezando a entender cómo el trauma se manifiesta de diferentes maneras.
Si usted es alguien que experimentó un trauma a temprana edad o conoce a alguien cercano que lo hizo, y nota los siguientes signos, es muy probable que estén vinculados a un trauma infantil.
1. Problemas de apego.
Los problemas de apego son bastante comunes entre aquellos que han sido traumatizados y abandonados. Lo que sucede es que cuando estamos en el desarrollo temprano, estamos aprendiendo a conectarnos y a crear vínculos con los demás. Cuando ese desarrollo se ve truncado o se nos muestra que el mundo es un lugar inseguro, desarrollamos problemas de apego poco saludables. Para algunos, esto se manifiesta como un apego evitativo, y para otros, se manifiesta como un apego ansioso.
2. Personalidad adictiva.
La mayoría de las personas con una adicción han experimentado un trauma importante en algún momento. Incluso los acaparadores y los adictos al juego suelen desarrollar sus comportamientos como habilidades de afrontamiento para ayudarles a controlar sus vidas de alguna manera. Sin embargo, por desgracia, las adicciones suelen empeorar mucho las cosas.
3. Hipervigilancia.
La hipervigilancia se produce en individuos traumatizados porque han experimentado un acontecimiento tan horrible que intentan evitar que nada malo les vuelva a ocurrir. Pueden vigilar constantemente por encima de su hombro, o evitar por completo a las personas y los acontecimientos porque sienten una falta de control sobre su entorno.
4. Flashbacks, pesadillas y recuerdos corporales.
Los flashbacks se producen cuando alguien que ha sufrido un trauma se ve provocado por algo que le recuerda el trauma, lo que le hace retroceder al momento. Los flashbacks, las pesadillas y los recuerdos corporales pueden parecer tan reales que hacen que los supervivientes del trauma caigan en picado.
5. Emociones inestables.
El trauma afecta al sistema nervioso central y al hipocampo (centro de regulación emocional del cerebro). Debido a esto, muchos supervivientes del trauma pueden tener una pobre capacidad de gestión emocional e incluso impulsividad cuando se trata de sus estados emocionales.
6. Incapacidad para tolerar el conflicto.
El conflicto para alguien que ha sido traumatizado es muy diferente de lo que sería para alguien que nunca ha experimentado un trauma. Para los traumatizados, saben muy bien que un conflicto puede resultar en el peor de los casos. Por ello, es posible que lo eviten a toda costa o que se desmoronen ante el más mínimo indicio de que se está produciendo un conflicto.
