¿Tienes mucho drama recurrente en tu vida y las mismas situaciones negativas que se repiten una y otra vez? ¿Sigues atrayendo el mismo tipo de personas tóxicas y ladrones de energía a tu vida?
Si es así, puede beneficiarse de aprender más sobre las leyes del karma y cómo aplicarlas en su vida diaria, ya que estas leyes universales pueden transformar su vida para mejor si las honramos en nuestra práctica espiritual y en nuestra vida diaria.
La espiritualidad hindú y budista reconoce 12 leyes del karma. La primera y más importante de ellas es La Gran Ley, también conocida como la Ley de Causa y Efecto. Esta ley kármica fundamental me ha ayudado mucho a descomplicar mi propia vida desde mi despertar espiritual.
La Gran Ley enseña que todo lo que sembremos, lo cosecharemos. Toda causa tiene un efecto. Todo lo que se echa al mundo acabará volviendo a nosotros. Incluso las cosas buenas y malas que deseamos a los demás volverán para bendecirnos o maldecirnos.
Una vez que entendemos el papel de la Gran Ley en nuestra vida, nos hacemos más conscientes de cómo podemos eliminar los patrones negativos en nuestra vida y empezar a atraer más cosas positivas y nuevas. La energía que emanamos cada día en forma de pensamientos, deseos, miedos, actitudes y creencias determinará lo que volverá a nosotros como experiencias, eventos y circunstancias manifestadas.
La intención lo es todo en la ley kármica. Por ejemplo, empiezas a salir con alguien, pero vives con el miedo de que esa persona te deje o te traicione, por lo que estás emanando una frecuencia energética de miedo. Al final, es muy probable que pierdas a esa persona. El miedo atrae al miedo, el amor atrae al amor, y la gratitud atrae a la gratitud. Es así de simple.
Hay un destino que nos hace hermanos y hermanas. Ninguno sigue su camino solo. Todo lo que enviamos a la vida de los demás, vuelve a la nuestra ~ Edwin Markham
Piensa por un momento en los patrones negativos repetitivos en tu vida, y revisa los sentimientos que te surgen cuando recuerdas esas situaciones. Esos son los sentimientos que dominaron esa situación y por eso sucedió como lo hizo. Para romper el patrón, cambia lo que piensas, sientes y crees.
Una cuestión más profunda es el concepto de penitencia kármica relacionada con vidas pasadas. Este tipo de karma requiere que resolvamos los asuntos pendientes y completemos los asuntos inconclusos de encarnaciones anteriores. Esta carga kármica es única para cada persona y la mayoría de nosotros no necesita preocuparse demasiado por este aspecto. La mayor parte del karma de vidas pasadas puede resolverse simplemente asegurando que tu vida actual sea una vida de bondad, compasión, generosidad, caridad, gratitud y, sobre todo, de perdón (para ti y para los demás).
Lo que necesitas transformar y mejorar se te mostrará a través de tu guía interior. La vida es una escuela, así que aprende de tus errores, planta semillas positivas a través de tus palabras, e incluso cuando estés triste acepta las cosas como son, y sigue adelante. Para algunas personas también puede ser muy útil obtener una lectura de vidas pasadas con un psíquico o médium, o incluso hacer una regresión a vidas pasadas con un terapeuta de confianza.
Mis acciones son mis únicas y verdaderas pertenencias. No puedo escapar de las consecuencias de mis acciones. Mis acciones son el suelo sobre el que me mantengo ~Thich Nhat Hanh
Honrar la Gran Ley es el primer paso poderoso para sanar tu karma en esta vida. Siembra sólo el bien, para poder cosechar continuamente sólo el bien. Nunca es demasiado tarde para cambiar las cosas a mejor y compensar nuestros errores del pasado. Sin embargo, la curación kármica no consiste en intentar cambiar el pasado. Lo que ya está hecho, ya está hecho. Simplemente ocúpate de tus pensamientos, actitudes y acciones a partir de ahora. No esperes ni un momento más. Empieza hoy mismo.