Simplemente empecé a creer en mí un poco más cada día, a quererme, a confiar en mi intuición, a reconocer mi bondad y que soy suficiente. Así es como el amor me encontró. Así es como encontré a mi compañero de vida, amigo, amante y marido.
A lo largo de los años, he visto lo mismo con familiares, amigos y clientes. Veo cómo el amor los encuentra. Nosotros no encontramos el amor, él nos encuentra a nosotros.
Para mí, encontrar a esa persona especial me pareció esquivo e imposible durante mucho tiempo. Todos tenemos nuestras historias de relaciones pasadas fallidas, heridas de amor y corazones rotos. Mi madre decía: “A la tercera va la vencida”. Ella era la eterna optimista, pensaba yo.
Sí, había chicos interesados y disponibles, pero ninguno con el que sintiera que podía ser realmente yo misma. Alguien que compartiera mis intereses y me aceptara y quisiera por lo que era.
No fue hasta que decidí desplegar mis alas y empezar a perseguir mis intereses y las cosas cercanas a mi corazón, que mi situación cambió para mejor. Me presentó a muchas personas con ideas afines que estaban alineadas con las cosas que yo amaba.
Cada vez más, un evento, una reunión, una conferencia, un seminario, un retiro de fin de semana, una recaudación de fondos para obras benéficas o una oportunidad social aparecían y me encontraban, ¡y yo siempre decía que sí! Así conocí a muchas personas maravillosas y diversas que compartían mis valores e intereses.
Curiosamente, el maravilloso hombre que acabé conociendo y del que me enamoré no estaba en ninguno de esos eventos sociales. Resultó ser un colega de mi lugar de trabajo. Como ves, podría haberle conocido en cualquier sitio, pero no hasta que empecé a quererme a mí misma y a trabajar con mis propias inseguridades. Primero tuve que reclamar mi propio espacio en la vida y crear el estilo de vida que quería.
En el proceso de aprender a amarme más, celebrando mi singularidad, persiguiendo mis intereses y siguiendo las migas de pan intuitivas en mi camino espiritual, estaba permitiendo que la luz dentro de mí brillara más de una manera auténtica.
El amor no se encuentra, sino que él te encuentra a ti. Tiene un poco que ver con el destino, la suerte y lo que está escrito en las estrellas ~ Anaïs Nin
Recuerdo que la gente comentaba que había algo diferente en mí. Hacía cosas divertidas, trabajaba menos y estaba abierta a aceptar tareas diferentes y nuevos retos. Todos querían saber cuál era mi secreto. Incluso se abrían y compartían conmigo cosas sobre sus sueños y miedos.
También empecé a notar cómo otras personas estaban encontrando el amor. También estaban desechando todas las viejas reglas y liberando las cosas que no les funcionaron en el pasado. Abandonaron algunos de sus viejos rincones y hábitos y empezaron a enamorarse de sí mismos y de sus verdaderas pasiones.
Cuando somos fieles a nosotros mismos y nos volvemos más abiertos y curiosos sobre la vida, ya no tenemos miedo de entrar en una habitación solos, y nos preocupa menos la forma en que alguien pueda percibirnos. Nos interesa más escuchar sus historias y conocerlos como compañeros de viaje en la vida, sin ninguna agenda.
Si no eres bueno amándote a ti mismo, te será difícil amar a alguien, ya que te resentirás por el tiempo y la energía que le das a otra persona y que ni siquiera te estás dando a ti mismo ~ Barbara De Angelis
Incluso con el estado actual del mundo, sigo viendo la evidencia de que no hay necesidad de renunciar a nuestros sueños y metas. Hay muchas formas de amarnos más a nosotros mismos y formas de conocer a personas apasionadas por las cosas que amamos.
Así es como podemos empezar a atraer a personas que viven en la misma vibración que nosotros. Debemos reconocer la bondad en nosotros mismos y en los demás, sabiendo que el amor siempre nos encontrará.
