A medida que los días se alargan y el clima se vuelve más cálido en el hemisferio norte, hay una sensación de ligereza que lo impregna todo. El dicho “las lluvias de abril traen las flores de mayo” es especialmente cierto este año, con un clima húmedo que ayuda a que la hierba se vuelva verde y las plantas perennes florezcan.
En todo el mundo, la esperanza es eterna, ya que se están administrando más vacunas y las estadísticas de COVID-19 están empezando a mejorar. Todos estamos preparados para volver a una apariencia de normalidad, después de más de un año en que nuestras vidas se han puesto patas arriba y las familias han sido separadas.
Algunos de nosotros seguimos encerrados o sometidos a diversas restricciones. Algunos días son mejores que otros. Todavía no hemos salido del todo de la crisis, pero al menos parece que lo estamos consiguiendo, de forma lenta pero segura.
Este último año de restricción social y aislamiento ha sido, sin embargo, una oportunidad para reflexionar y hacer algunos cambios necesarios en nuestras vidas. Aunque la mayoría de la gente no preveía un trastorno tan prolongado, el tiempo adicional de aislamiento nos ha permitido a muchos de nosotros reevaluar nuestras opciones de vida y centrarnos realmente en lo que queremos conseguir en el futuro.
Algunos nos hemos concentrado en la caridad. Otros se han volcado en el activismo. Otros se han centrado en el autocuidado y la autocuración. Independientemente del enfoque que hayamos elegido, muchos de nosotros estamos más decididos a marcar la diferencia en el mundo. Esta es realmente una de las muchas bendiciones que han surgido de todo el caos.
Es importante, sin embargo, que cuando establezcamos estas nuevas intenciones para nuestro futuro, no nos extralimitemos con metas imposibles o planes temporales. Si es posible, elegir un curso de acción que sea sostenible mucho después de que la presión inmediata de la pandemia se haya disipado.
La esperanza sonríe desde el umbral del año venidero, susurrando: “Será más feliz” ~ Alfred Tennyson
Entre bastidores, el trabajo tendrá que continuar, y llevará mucho tiempo enderezar el barco después de una tormenta tan ardua. Dar pasos de bebé en cualquier dirección, y construir a partir de ahí, asegurará una subida sólida y constante que pueda mantenerse en el tiempo.
Tanto si su contribución es en forma de dinero como de tiempo, o de ambas cosas, hay muchas organizaciones y proyectos que contarán con nuestro apoyo en el futuro inmediato, porque su indispensable labor continuará, y su necesidad seguirá siendo grande.
Mientras tanto, debemos estar agradecidos por poder disfrutar de la luz cada vez más brillante que aparece ahora al final del túnel. Ahora tenemos la oportunidad de avanzar hasta la línea de meta y ayudar a otros en el camino. La bondad, la caridad, la compasión y el amor serán necesarios para ganar esta carrera en general.
Ahora estamos lejos en el túnel y el final está ciertamente al alcance. Mantén la fe, mantén la esperanza y sé amable.