Vivimos nuestras vidas, construimos nuestras relaciones, elegimos nuestras parejas, resolvemos nuestros problemas, sanamos nuestros cuerpos, basados en la manera en que nos enseñaron a pensar sobre nosotros mismos. Nuestras relaciones con nuestro propio cuerpo, nuestras relaciones con el mundo, nuestro potencial, y nuestros límites.
Y durante ciento cincuenta años, más de ciento cincuenta años, desde los tiempos de Charles Darwin, tú y yo hemos estado sumergidos en una historia, que es una historia de separación, de impotencia, de competencia, de conflicto, de lucha, y aunque puede que no pensemos en esto conscientemente, un día tras otro, esas ideas están escondidas más abajo. Están escondidas en nuestros pensamientos, en nuestras creencias; subyacen al fundamento mismo de nuestra sociedad, la manera en que nos enseñaron a pensar y vivir nuestras vidas.
Hemos sido condicionados para aceptar una teoría de la evolución en lo que se refiere a nosotros y nuestro origen, la historia sobre el origen.
La historia de la evolución realmente suena estéril, es una historia que nos piden que aceptemos, basada en el azar. Las condiciones correctas aparecieron en el momento correcto, los átomos correctos se combinaron justo en las moléculas adecuadas, y ocurrieron justo los patrones correctos de aminoácidos, y estaban las condiciones justas en la Tierra para que surgiera la vida y se hiciera más y más compleja a lo largo del tiempo. Entonces, así tenemos a los humanos, y lo que sea que venga después de nosotros, llamémoslos post-humanos.
Esa historia es una historia que suena estéril porque nos hace sentir insignificantes en el universo. Y los científicos realmente dicen eso, que nosotros somos una partícula muy insignificante en el universo total.
Y ustedes podrían preguntarse, ¿y qué hay con eso? ¿y qué si nos sentimos insignificantes?
En nuestra insignificancia, le damos un valor diferente a la vida, a la vida misma. Si estás viéndonos ahora, yo sé que tú sabes que la vida humana está siendo destruida en un nivel sin precedentes, de maneras sin precedentes, y sucede justo delante de nuestra cara, justo ante nuestros ojos, en el mundo de hoy. Y todo está basado en el odio. Odio basado en el color de nuestra piel, en nuestra orientación sexual, en nuestra religión, en nuestros sistemas de creencia. Y por muy diferentes que podamos parecer uno de otro, el tema común a través de todo esto es que las atrocidades que ocurren en nuestras propias escuelas, nuestros hogares, nuestras comunidades, o entre las naciones, solo son posibles debido a la manera en que hemos sido condicionados para pensar sobre nosotros mismos. La manera en que la gente piensa de sí misma.
Y cuando estamos inmersos en la falsa historia científica de separación, competencia, conflicto, insignificancia, impotencia, e indefensión, el resultado de ese tipo de pensamiento, es lo que vemos ahora mismo. Y no necesita ser así.
Los nuevos descubrimientos, estoy hablando específicamente de descubrimientos sobre el ADN, saben, no fue hace tanto tiempo que se ofreció la película Jurasic Park. Una película de ciencia ficción. Y lo que sucede en Jurasic Park es que se extraía ADN de restos de dinosaurios, y ellos en la película reconstruían el genoma. Realmente reconstituían la vida, trajeron a los dinosaurios de vuelta a la vida. Todavía no hemos llegado tan lejos.
Pero lo que hemos hecho es esto: la ciencia ficción se volvió hechos científicos. Ahora somos capaces de extraer el ADN de los restos de seres que nos han hecho creer que son nuestros ancestros. Este trabajo es realmente interesante, porque el ADN que condujo a la aparición de nuestros ancestros, llamados humanos anatómicamente modernos, hace doscientos mil años, ese ADN no ocurrió por medio de procesos evolutivos al azar. Ese ADN no ocurrió como un accidente en la biología o en la naturaleza, y la ciencia dice que no podemos atribuir nuestra formación de ese ADN a la evolución; alguna otra cosa tuvo que suceder, y esta es la razón para decirlo. Esto será muy breve.
La razón por la que digo esto es que las mutaciones, la precisión de las mutaciones, el número de mutaciones, las cualidades de esas mutaciones, dadas en nuestras vidas, y la fecha, el hecho de que hayan sucedido todas al mismo tiempo en lugar de ser graduales a lo largo de un gran período de tiempo. Esto sugiere firmemente que la historia de la evolución que nos dijeron no es nuestra historia. Somos más que lo que nos han hecho creer en el pasado, y por eso comparto esto con ustedes, porque, si hay, aunque sea una pista de intencionalidad que subyace a nuestra existencia, como sugiere la fusión del ADN, nos conduce a lo que se llama el territorio prohibido, el territorio no conocido en la ciencia. Nos lleva a un lugar en que podemos asumir que fue intencional que desarrolláramos la asombrosa capacidad, el inmenso potencial humano que han permitido estos cambios en el ADN hace tanto tiempo.
Entonces, aquí es donde la ciencia, aunque interesante, ahora se vuelve tan relevante en nuestras vidas cotidianas porque lo que nos da nuestra característica única como humanos, que nos da la capacidad de la empatía, la simpatía, la compasión, autosanación, autorregulación, a pedido, lo que nos da esas capacidades, ha sido relegado a los estudios de los místicos. Monjes, monjas, yoguis, aislados en monasterios de montañas en distintas partes del mundo, por muy largo tiempo, ciertamente se puede ir a esos lugares y explorar esas cosas, eso es una cosa muy buena para hacer.
Pero la belleza que está mostrando la nueva ciencia, es que ahora podemos desarrollar este inmenso potencial humano en nuestras salas de estar. Lo podemos hacer en nuestras vidas cotidianas. Estoy hablando de una intuición profunda a pedido, la capacidad de regular una respuesta inmune poderosa, cuando lo elijamos, por encargo. La capacidad de regular nuestro antienvejecimiento, o longevidad, que todos tenemos en nuestros cuerpos, y hacerlo a pedido. Súper aprendizaje; súper percepción. Para crear resiliencia a los cambios que vemos en nuestro mundo. Todas estas cosas, tan diferentes entre uno y otro, lo común a todas es que, por medio de técnicas que son sencillas y fáciles de usar, tenemos la capacidad de desarrollar estos potenciales extraordinarios que dejamos a los místicos en el pasado y aplicarlas en nuestras vidas cotidianas, para que podamos vivir vidas felices y prosperar, no solo sobrevivir. Estoy hablando de prosperar en el nuevo mundo que está surgiendo. Y está surgiendo un mundo nuevo; el mundo del pasado ya no existe.
Y nuestros medios e información tradicionales se resisten a compartir estos hechos, y esos medios se resisten a compartir los estudios que yo comparto con ustedes ahora, sobre el ADN humano, sobre lo que ahora sabemos sobre nuestros ancestros y cómo nos relacionamos con ellos. Quiero decirles que esto está basado en ciencia examinada por los colegas, de modo que no es la teoría de Gregg Braden, no es mi hipótesis, no es especulación mía, no es pensamiento de la Nueva Era, aunque pueda ser relacionado con todas esas cosas.
Aquí estoy hablando de ciencia y de hechos, hay algo relativo a oscuras revistas científicas que no aparecen en los medios tradicionales; se juntan todas y ellas cuentan una nueva historia humana, y es una historia hermosa, es una historia de esperanza y posibilidades, es una historia que nos empodera para avanzar de manera saludable en este nuevo mundo, para construir familias sanas, comunidades sanas, y tal vez lo más importante de todo, para lograr nuestro mayor potencial en la vida.
Y la razón por la que esto es importante es que, cuanto mejor tú y yo nos conozcamos a nosotros mismos, menos tememos al cambio. Menos tememos el cambio en el mundo. Cuanto menos nos tememos uno a otro, menos temor a lo desconocido, y a medida que globalizamos nuestro mundo y empujamos juntos, sociedades, culturas, religiones, de una manera que nunca sucedió en la historia humana registrada, muchas cosas desconocidas estarán sucediendo. Cuanto mejor nos conozcamos a nosotros mismos, menos temeremos.
Gregg Braden- Transcripción de un video
Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro
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