He tenido el privilegio de trabajar con mujeres que se han dado cuenta de que gran parte de su estrés financiero y su sensación de carencia provenían de la infancia. Durante mucho tiempo, arrastraron una herida emocional relacionada con el dinero. Aunque intentaron dejar de lado su dolor, descubrieron que sus heridas seguían sangrando; de tal manera que había un impacto adverso en su bienestar financiero.
Estas mujeres habían tratado de “alejar” su estrés, pero tuvieron un éxito limitado; es decir, hasta que empezamos a trabajar juntas. Bien, me gustaría compartir las historias de cómo cada una de ellas trabajó para sanar sus patrones de dinero. Para proteger su privacidad, he utilizado nombres de pluma para ellos.
Historia de sanación del dinero #1: Liberarse del techo de cristal de los ingresos
No importaba cuánto esfuerzo pusiera, Annie parecía no poder romper su techo de cristal de ingresos para su negocio. Constantemente tenía preocupaciones de dinero y que nunca tendría suficiente. Mientras trabajábamos juntos, Annie experimentó un momento “aha”. De repente se dio cuenta de cómo había surgido su límite inconsciente de ingresos.
Su padre había luchado por ganarse la vida cuando ella era joven. Por desgracia, Annie interiorizó algunos de los mensajes que él le había transmitido sobre sus problemas económicos. Durante nuestra sesión, “vio” la cantidad que estaba escrita en los cheques que él había ingresado de su trabajo. Para su sorpresa, era la misma cantidad que ella ha estado ganando durante mucho tiempo con su negocio.
Annie trabajó para dejar de lado su techo de cristal. Se dio permiso para ganar más que su padre. Annie ya no se limita a lo que puede ganar. Como resultado de su trabajo interno, ella ha estado generando avances en los ingresos desde entonces. Annie se encontró atrayendo acuerdos cada vez más grandes para su negocio.
Historia de sanación del dinero #2: De no merecer a sentirse digno
La madre de Belinda la criticaba constantemente cuando era joven. Aunque Belinda había nacido en una familia acomodada, su madre le hacía creer que no se merecía nada de eso. Su madre le prohibía jugar con sus amigos y la agobiaba con tareas y ayudas en el negocio familiar. Por ello, se pasaba todo el tiempo estudiando y trabajando.
Hoy, de adulta, Belinda ha estado luchando por creer que es merecedora de amor y dinero y también, digna de recibir. Ninguna de sus ideas para ganar dinero ha prosperado. A menudo se sentía culpable si no ayudaba en el negocio familiar y priorizaba las necesidades de los demás antes que las suyas.
Belinda trabajó en la curación de algunas de sus heridas monetarias y en el cambio de sus creencias para afirmar que es merecedora. Como resultado, su confianza mejoró enormemente. También se ha dado el permiso de sentirse segura para tomarse un descanso y cambiar su forma de ver el trabajo. Belinda también ha aprendido a dar prioridad al amor propio y al cuidado.
Historia de la curación del dinero nº 3: Curar las heridas del dinero
Chelsea tiene una madre que le exigía dinero desde que empezó a trabajar a los 14 años. En un momento dado, tuvo que hacer malabarismos con tres trabajos a tiempo parcial para poder ayudar a complementar los ingresos de su familia. Incluso entonces, su madre minaba constantemente su confianza. Al no poder concentrarse, sus notas escolares se resintieron.
En cuanto Chelsea llegó a la edad adulta, se mudó de casa para alejarse de ese ambiente tóxico. Sin embargo, debido a sus malas notas, tuvo que empezar a trabajar desde abajo. La vida era dura, pero consiguió perseverar.
Aun así, Chelsea era consciente de que podía luchar mucho menos. Así fue como acabó haciendo un trabajo interior para curar sus profundas heridas de dinero. Ha recorrido un largo camino para conseguir una mayor sensación de bienestar financiero.
Historia de curación del dinero #4: Superar el miedo y la ansiedad de no tener suficiente
Daisy había descubierto que sus inseguridades con respecto al dinero eran debilitantes. Cuando era joven, sus padres tenían que depender de las ayudas del gobierno. Sus padres no podían asumir la responsabilidad financiera y no eran capaces de gestionar sus gastos adecuadamente. Tenían constantes peleas por el dinero y Daisy vivió con el persistente temor de no tener lo suficiente para sobrevivir durante toda su infancia.
Aunque las circunstancias actuales han cambiado enormemente para Daisy, seguía viviendo con la constante preocupación de no tener suficiente. Temía que se le acabara el dinero y se peleaba con su marido.
A través de nuestras sesiones, Daisy trabajó en calmar su sistema nervioso para poder encontrar seguridad y calma. Además, trabajó en la búsqueda de su valía. Ahora está en el camino de nivelar su negocio de “sólo sobrevivir” y mantener el espacio para más clientes.
