En un evento astronómico sin precedentes, la NASA ha capturado imágenes de una de las llamaradas solares más potentes de los últimos años. El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA registró una explosión solar clasificada como X8.7, seguida de al menos dos llamaradas adicionales de fuerza similar durante la noche, incluyendo una clasificada como X2.
Este fenómeno, que ocurre cuando el sol libera una gran cantidad de radiación en el espacio, ha sido el más grande en casi dos décadas. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) advirtió que, aunque la Tierra debería estar fuera de peligro esta vez, el sol aún no ha terminado de mostrar su poder.
Días después de que las llamaradas separadas produjeran una tormenta geométrica que interrumpió la tecnología y reveló las auroras boreales, el sol emitió otra poderosa llamarada solar. La SDO de la NASA, que observa constantemente al sol, capturó una imagen del evento, mostrando luz de 131 Angstrom, un subconjunto de luz ultravioleta extrema que destaca el material extremadamente caliente en las llamaradas.
La secuencia culminó con una llamarada de clase X4.5, y la SDO capturó imágenes de dos llamaradas solares adicionales el 10 y 11 de mayo de 2024, clasificadas como llamaradas de clase X5.8 y X1.5, respectivamente. Estas llamaradas son una muestra de la actividad solar intensa que se ha observado durante la semana del 2 al 10 de mayo de 2024, una semana particularmente activa en cuanto a llamaradas solares.
El uso del instrumento Experimento de Variabilidad Ultravioleta Extrema (EVE) de la SDO ha permitido a los científicos observar que la radiación de las llamaradas solares continúa hasta cinco horas después de la fase principal. Los nuevos datos también muestran que la energía total de esta fase extendida del pico de la llamarada solar a veces tiene más energía que el evento inicial.
Estos descubrimientos no solo proporcionan una visión fascinante de la dinámica solar, sino que también son cruciales para comprender y predecir el clima espacial, que puede tener efectos significativos en la tecnología satelital y las comunicaciones en la Tierra. La capacidad de la NASA para monitorear estas llamaradas y proporcionar advertencias tempranas es vital para la protección de nuestros sistemas tecnológicos.
La comunidad científica y el público en general están cautivados por la belleza y la fuerza de estas llamaradas solares. A medida que la NASA continúa su vigilancia del sol, podemos esperar aprender aún más sobre estos fenómenos celestiales y su impacto en nuestro sistema solar.
